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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 18/12/2025 17:30
En esta edición N°149 de Entrevistados y en el marco del Día del Trabajador del SENASA, que se conmemora cada 19 de diciembre, Despertar Entrerriano charló con Alejandra Cecilia Peralta, trabajadora del SENASA Concordia, quien desde hace 20 años forma parte del organismo nacional encargado de garantizar la sanidad animal y vegetal, la inocuidad de los alimentos y el control del comercio agroalimentario, una tarea clave para proteger la salud pública y el patrimonio productivo del país. Para quienes no saben, ¿qué es SENASA y qué funciones cumple? “SENASA es el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria. Nos encargamos de que todos los productos, tanto vegetales como animales, cumplan con las condiciones sanitarias y de calidad para llegar bien a las personas. Hay una parte vegetal, otra de sanidad animal y otra de inocuidad. Se habilitan viveros, quintas, empaques, camiones, se controla la sanidad de animales, los traslados, las vacunas. Todo para que los alimentos lleguen en condiciones”. Contanos, ¿cómo llegaste a ser trabajadora de SENASA y que fue lo que te motivo? “Hace 20 años que trabajo en el SENASA. Yo soy de Córdoba y en 2006 me mudé a Concordia cuando me casé. En ese momento estaba buscando trabajo y me enteré de unos cursos para inspectores y monitoreadores de campo. Hice el curso y, a partir de ahí, empecé a prestar servicios como monitoreadora e inspectora de empaque para SENASA. Siempre cuento la anécdota de que no sabía lo que era un BIN, no tenía idea. En el curso anotaba todo, todo, todo, y después salía y me ponía a investigar qué era cada cosa. Así aprendí muchísimo. Hoy lo recuerdo con cariño porque fue empezar de cero, pero es hermoso todo lo que aprendés. Así fue como arranqué y acá sigo hasta hoy”. Actualmente, ¿en qué área te desempeñás y cuáles son tus tareas diarias? “En este momento estoy en la parte de cítricos de exportación. Todas las frutas que van a mercados como Europa, Filipinas, Perú, Brasil. Nuestro horario es de 7 a 15 y arrancamos el día en la oficina de calle Entre Ríos 185. Ahí recibimos a los productores que presentan las carpetas. Como la fruta es de exportación, tiene exigencias específicas según el país de destino, sobre todo en cuanto a enfermedades y tratamientos, como frío o bromuro. Nosotros controlamos que se cumpla todo eso y cargamos la información en un sistema que permite la trazabilidad de la fruta, desde la quinta hasta la góndola. La persona que compra puede saber de qué lote y de qué planta salió esa fruta, y eso está buenísimo”. ¿Cuál fue la evolución en este oficio? “Al principio era monitoreadora. SENASA me entregaba una carpeta y yo tenía que ir a los lotes, controlar que no hubiera enfermedades exigidas por otros países y volcar todo en planillas que después se entregaban en la oficina. Lo mismo se hacía en los empaques, siguiendo toda la trazabilidad. Yo me fui especializando en citricultura, pero siempre tuve como hobby la fotografía. Con el tiempo empecé a hacer capacitaciones y hoy también formo parte de la parte de prensa de SENASA en la costa del río Uruguay. Eso me permitió conocer un montón de lugares, establecimientos productivos, viñedos, el Parque El Palmar. Siempre hay cosas nuevas para aprender”. El mayor desafío en estos años… “Arrancar sin saber nada. No saber diferenciar una naranja, una mandarina, no entender las variedades. Venía del derecho civil y penal, no tenía nada que ver con esto. Ese fue mi mayor desafío. Después siempre hay nuevos desafíos porque aparecen plagas nuevas, enfermedades nuevas, como ahora con el picudo rojo”. Y la experiencia más gratificante… “Conocer tantos lugares lindos y tantas personas. Productores, establecimientos, viñedos, plantaciones de arándanos, El Palmar. Ver el trabajo que hacen mis compañeros. Es muy lindo todo lo que uno aprende y conoce”. ¿Qué consejo le darías a alguien que esté pensando en trabajar en SENASA? “Que sepa que todo se puede aprender. Yo arranqué de cero, sin saber nada. Con terminar el secundario ya podés acceder a cursos y después enfocarte en el área que más te guste: sanidad animal, vegetal o inocuidad. Con constancia y compromiso se puede”. ¿volverías a elegir este camino? “Sí, sin dudarlo. Me encanta SENASA, siempre trabajé con gente muy buena y estoy muy feliz de haber venido a Concordia y haber conocido este organismo”. Te invitamos a ver lo más destacado de la entrevista a través de los reels en redes sociales, buscános como @Despertarentrerriano.
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