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» Clarin
Fecha: 19/12/2025 10:37
La impresión 3D dejó de ser una tecnología de nicho para convertirse en los últimos años en una herramienta que comienza a instalarse en hogares, talleres y estudios de diseño. La llegada a la Argentina de la Elegoo Centauri Carbon, una impresora ultrarrápida pensada para ofrecer resultados profesionales sin complicaciones, marca un nuevo paso en esa evolución. En el país, Gino Tubaro fue uno de los principales impulsores de la impresión 3D a nivel masivo. Desde 2014, a través de su proyecto Atomic Lab, este joven ingeniero —demostró cómo esta tecnología puede simplificar y mejorarle la vida a muchas personas: entregó miles de prótesis de manos y brazos creadas con impresoras 3D. Su iniciativa mostró que esta tecnología no solo servía para fabricar objetos experimentales, sino que podía cambiar vidas. Una década después, aquellas máquinas que parecían de laboratorio y estaban reservadas para especialistas evolucionaron al punto de que cualquier persona puede tener una impresora 3D en su casa. Son más accesibles, más simples de usar y permiten fabricar desde objetos decorativos hasta piezas funcionales. Centauri Carbon: primeras impresiones Los accesorios que trae la Centauri Carbon en la caja. Con un diseño robusto, calibración automática y una velocidad tope de 500 mm/s, el modelo Elegoo Centauri Carbon apunta a convertirse en un salto generacional dentro de la categoría. En el uso cotidiano, ese diferencial se nota: es de las pocas impresoras 3D domésticas en las que realmente se percibe la reducción de tiempos de impresión sin sufrir vibraciones o fallas inesperadas de precisión. La instalación es sorprendentemente sencilla, tengas o no experiencia en el tema. La impresora llega prácticamente armada en la caja; basta con retirar las protecciones internas, verificar el tensado de correas y conectar la pequeña pantalla de 4.3 pulgadas desde donde se realizan todas las tareas. En cuanto a los accesorios, la Centauri Carbon trae de todo: un líquido especial para lubricar los elementos de la impresora; un pegamento para la base de impresión; dos destornilladores y tres llaves Alen que van a servir, primero, para retirar los tornillos de la base donde se realiza la impresión. Además, un pendrive con el software para los proyectos que se vayan a imprimir, unos casi 200 gramos de filamento de prueba, una pequeña cuchilla para desprender el material y una aguja para desatascar filamento derretido de la boquilla, que puede ocasionar muchos problemas si no se retira a tiempo. Según la recomendación del fabricante, es importante mantener la impresora en una superficie firme y bien nivelada antes de conectar el equipo a la red eléctrica. También evitar el polvo en la zona de trabajo y no manipular la boquilla cuando está caliente, algo que parece básico pero que sigue siendo una de las principales causas de accidentes al operar esta clase de impresoras. Asimismo, se recomienda actualizar el firmware desde el menú interno apenas se enciende por primera vez, una práctica que asegura compatibilidad con nuevos perfiles de filamentos y mejoras de estabilidad Diseño Elegoo Centauri Carbon, la impresora 3D para principiantes que permite imprimir todo tipo de piezas. Elegoo apuesta por la arquitectura CoreXY, históricamente reservada a equipos de gama alta por su precisión en movimientos rápidos. El resultado se percibe apenas la máquina empieza a moverse: los desplazamientos son firmes, silenciosos y estables. La estructura de 398 × 404 × 490 mm conformada por aluminio fundido a presión refuerza esa sensación de solidez que, en otras impresoras más económicas, suele ser el punto débil. El volumen de impresión —256 × 256 × 256 mm— aparece como punto estratégico: permite fabricar piezas grandes de una sola vez, algo que efectivamente abre posibilidades tanto para hobbyistas como para quienes buscan vender objetos personalizados. Primera vez con la Elegoo Centauri Carbon grabado con la cámara interna de la impresora. Elegí un Benchy, un diseño que demanda 192 gramos de filamento y está completo en solo 15 minutos. Acá el timelapse pic.twitter.com/BGdAErz4hg — Hernán Mármol (@hmarmol) December 15, 2025 Otro punto clave es su versatilidad. La Centauri Carbon viene equipada con una boquilla (nozzle) de acero endurecido capaz de trabajar hasta 320°C. Elegoo aclara qué materiales se benefician con esta temperatura (nylon, fibra de carbono, policarbonato) y cuáles requieren ajustes específicos, como el ABS (Acrilonitrilo Butadieno Estireno), que sirven para piezas funcionales y hasta juguetes LEGO. Al mismo tiempo, mantiene compatibilidad con materiales cotidianos como PLA, PETG y TPU. La lista de componentes es mucho más amplia e incluye ASA, PET, PC y PA. Cada uno de estos sirve para imprimir todo tipo de accesorios, fundas, juntas, macetas, calzados, piezas industriales, adornos y mucho más. Calibración y experiencia de uso Impresiones 3D para el hogar. Un detalle que no pasa por alto y es de los aspectos que más simplifican su uso es la nivelación automática completa. Para muchos entusiastas, realizar los ajustes a mano es la instancia más frustrante; acá, directamente deja de ser un problema. Antes de cada impresión, la Centauri Carbon analiza la superficie y corrige lo necesario. El proceso de carga del filamento es sencillo: se coloca la bobina en su soporte, se guía el material a través del detector y se empuja hasta el hotend. Antes de comenzar, la boquilla debe precalentarse a 220°C, algo que se gestiona fácilmente desde el menú táctil. Esa combinación —automatización donde importa, controles manuales donde hace falta— genera una curva de aprendizaje amable, incluso para principiantes. La Centauri Carbon suma un acierto pensado para quienes dan sus primeros pasos: incluye siete modelos precargados, entre ellos una torre Eiffel, un Buda, engranajes y otros diseños básicos. El más útil para comprobar que la máquina está correctamente calibrada —y que no desperdicia filamento— es el clásico Benchy, el pequeño barco que funciona como prueba estándar en impresión 3D. Una bobina de filamento TPU puede imprimir hasta calzado, entre otros diseños. Foto: SUNLU. También se pueden imprimir diversos diseños o descargar proyectos complejos desde distintas páginas web gratuitas o repositorios: dos de las más populares son Printables, Makerworld o Thingiverse. Para ello, hay que descargarlos a un pendrive, conectar la memoria a través del puerto USB-C, seleccionar el archivo desde la pantalla de la impresora y listo. La impresora, también, suma funciones prácticas como detección de filamento, recuperación por corte de energía, conectividad Wi-Fi y USB, una placa flexible de doble cara que mejora la adhesión de las primeras capas. Y como complemento, incorpora una cámara integrada que permite monitorear la impresión en tiempo real desde el celular o la computadora, al igual que grabar un timelapse. Estos son extras que pueden parecer prescindibles al principio, pero que cobran verdadero valor con el uso: en impresiones largas o durante sesiones nocturnas, termina volviéndose prácticamente indispensable. Por eso, la Elegoo Centauri Carbon se posiciona como una de las opciones más equilibradas del segmento cercana al millón de pesos, dependiendo del retailer, que se pueden conseguir actualmente en Argentina. A todo esto, la impresora viene con un año de garantía, un detalle que aporta tranquilidad considerando que se trata de una impresora de gama media-alta. Después de probarla queda claro que estamos ante una impresora 3D diseñada para resolver: logra su cometido desde el primer uso, automatiza lo que suele ser problemático y permite experimentar con diferentes materiales, texturas y obtener todo tipo de resultados.
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