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» Clarin
Fecha: 18/12/2025 16:42
Una capibara y un mono protagonizan una historia que sorprende a quienes recorren un zoológico de Estados Unidos. La escena se repite a diario y muestra una convivencia cercana, tranquila y visible para el público. La imagen se volvió un símbolo de ternura. El vínculo se desarrolla en el Zoológico de Denver, dentro de la exhibición Tropical Discovery. Allí, dos animales de especies distintas construyeron una relación estable que llama la atención por su naturalidad. Visitantes y cuidadores observan gestos constantes de compañía. La amistad entre una capibara y un mono en el Zoológico de Denver La relación se dio entre Baya, un mono aullador negro de 16 años, y Rebecca, una capibara de 6 años, que conviven en la exhibición Tropical Discovery del Zoológico de Denver. Ambas se encontraron como las únicas dos hembras en un corral con mayoría de machos y, con el tiempo, formaron un lazo cercano que se consolidó frente a los visitantes. Desde el equipo del zoológico explican que la afinidad fue inmediata. Jessica Newell, curadora adjunta de Tropical Discovery, señala de forma textual a Axios Denver: “Creo que Baya realmente encuentra en Rebecca una amiga reconfortante”. La especialista agrega que el temperamento calmo de la capibara resulta clave para el bienestar del mono. La relación interespecies se volvió uno de los principales atractivos para los visitantes. Foto: @denverzoo Newell también describe la dinámica cotidiana entre ambas y afirma: “Rebecca es bastante tranquila, y Baya puede acudir a ella en busca de consuelo y apoyo. Están muy contentos el uno con el otro”. Un vínculo que no se vería en libertad y refuerza la conservación En estado salvaje, esta amistad no ocurriría. Los capibaras se mueven por praderas y zonas acuáticas, mientras que los monos aulladores pasan la mayor parte del tiempo en los árboles. Sin embargo, en zoológicos de Estados Unidos se los suele emparejar por sus hábitats nativos similares y por sus disposiciones amistosas, una práctica que favorece la convivencia, según explica Jessica Newell. El contexto institucional también resulta clave. Baya llegó al Zoológico de Denver junto a sus tres hijos desde el Zoológico Brevard de Florida a principios de este verano, como parte de un programa de conservación. Rebecca, en tanto, arribó en 2021 con su compañero Roy y se adaptó al espacio antes de formar este vínculo. La convivencia entre ambas se desarrolla en la exhibición Tropical Discovery. Foto: @denverzoo
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