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  • Cómo mejorar la energía y longevidad optimizando las mitocondrias

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 17/12/2025 00:42

    La función mitocondrial se posiciona como clave en la reversibilidad del envejecimiento y la vitalidad, según expertos en longevidad (Imagen ilustrativa Infobae) La energía y la longevidad fueron tradicionalmente asociadas a la genética y a factores inmutables. Sin embargo, en un reciente episodio del pódcast Huberman Lab, el neurocientífico Andrew Huberman conversó con el Dr. Martin Picard, profesor de medicina conductual en la Universidad de Columbia, sobre cómo la función de las mitocondrias y los hábitos cotidianos pueden transformar la vitalidad y la expectativa de vida. Picard expuso una visión innovadora sobre el papel de las mitocondrias, la reversibilidad del envejecimiento y la importancia de la gestión emocional, aportando herramientas prácticas y desmitificando creencias arraigadas. El Dr. Martin Picard destacó que el estrés y la inflamación afectan el consumo energético y aceleran el envejecimiento (Huberman Lab) ¿Qué es la energía y cómo la experimentamos? Durante la entrevista en Huberman Lab, Picard abordó la complejidad de definir la energía, señalando que incluso en la física existe debate sobre su significado. “La mejor definición que he escuchado es que la energía es el potencial de cambio”, explicó, resaltando que esta capacidad se manifiesta en múltiples formas: térmica, cinética, electromagnética, entre otras. Para el entrevistado, la experiencia humana de la energía no se basa en la cantidad absoluta, sino en los cambios y flujos: “Lo que sentimos es la transformación de la energía. Cuando la energía se mueve, lo percibimos como emociones o vitalidad”. El especialista subrayó que la diferencia fundamental entre un ser vivo y un cadáver no radica en la estructura física, sino en el flujo de energía. “Cuando la energía deja de fluir, cesa la experiencia, la conciencia y la vida misma”, afirmó. Papel de las mitocondrias: más allá de lo energético Picard propuso una visión “mitocéntrica” de la biología, desafiando la tradicional perspectiva centrada en los genes. “Las mitocondrias no solo producen energía, también la distribuyen y canalizan según las necesidades del cuerpo y la mente”, sostuvo. Explicó que estos orgánulos actúan como antenas que conectan las experiencias psicológicas con la salud de los órganos, el ritmo de envejecimiento y la sensación de vigor. Además, detalló que existen diferentes tipos de mitocondrias adaptadas a las demandas específicas de cada órgano y tejido, y que su comportamiento social —fusionándose, dividiéndose y especializándose— es clave para la adaptación y la salud celular. Solo el 7% de la longevidad depende de la genética, mientras que los hábitos y el entorno influyen en un 90%, según el especialista (Freepik) Genética vs. hábitos: el mito de la herencia en longevidad Uno de los puntos más disruptivos de la conversación fue la revisión del peso de la genética en la longevidad. “Solo el 7% de la longevidad es genético; el 90% depende de nuestros hábitos y entorno”, afirmó Picard, citando estudios recientes. Esta proporción, según el experto, desmiente la creencia de que la esperanza de vida está predeterminada por los genes familiares y pone en primer plano la influencia de la alimentación, el ejercicio, el sueño y la gestión del estrés. Cómo optimizar las mitocondrias: alimentación, ejercicio, sueño y mentalidad A lo largo del episodio, Picard ofreció recomendaciones prácticas para potenciar la función mitocondrial y, con ello, la energía y la longevidad. Subrayó que el envejecimiento y el encanecimiento del cabello no son procesos lineales ni irreversibles. “Hemos demostrado que el encanecimiento del cabello, al menos temporalmente, es reversible y está vinculado al estrés”, relató, describiendo experimentos en los que la reducción del estrés coincidió con la recuperación del color en cabellos previamente grises. En cuanto a los hábitos, recomendó alternar periodos de resistencia (ejercicio, desafíos mentales) con fases de recuperación (descanso, meditación). Ante esto, explicó: “El ejercicio puede duplicar la cantidad de mitocondrias en los músculos, pero el crecimiento y la reparación ocurren durante el descanso”. Sobre la dieta, enfatizó en la individualidad: “No hay una dieta universal para las mitocondrias; lo que funciona para uno puede no servir para otro”. Relató casos de personas que experimentaron mejoras notables en su salud mental y física al adoptar dietas cetogénicas o ayunos, pero advirtió que la clave está en la autoexperimentación responsable. El ejercicio físico puede duplicar la cantidad de mitocondrias en los músculos, potenciando la energía y la salud (Imagen ilustrativa Infobae) Impacto del estrés y la importancia de la gestión emocional El estrés y la inflamación emergieron como factores centrales en el consumo energético y el envejecimiento. “El estrés y la inflamación consumen gran parte de nuestro presupuesto energético”, señaló el científico. Explicó que, durante situaciones de enfermedad o estrés crónico, el cuerpo redistribuye la energía hacia el sistema inmune y reduce la motivación, la actividad física y el apetito, como estrategias de conservación. También se describió experimentos en los que el estrés psicológico y los cambios emocionales se reflejaron en la biología mitocondrial, afectando la capacidad de transformación energética en el cerebro y otros órganos. “La gestión emocional y la búsqueda de propósito pueden aumentar la eficiencia mitocondrial y la sensación de bienestar”, aseguró. La meditación y el descanso profundo optimizan la energía y favorecen la reparación celular, superando incluso los beneficios del sueño (Huberman Lab) Meditación, descanso y el arte de canalizar la energía La conversación abordó el papel restaurador del sueño y la meditación. Martin Picard destacó que la meditación puede reducir el gasto energético hasta en un 40%, superando incluso el ahorro que proporciona el sueño. “La meditación y el descanso profundo permiten reorientar la energía hacia procesos de crecimiento, mantenimiento y reparación”, explicó, recomendando prácticas como la meditación diaria, el Yoga Nidra o simplemente dedicar tiempo a la relajación consciente antes de dormir. El experto subrayó la importancia de alternar entre estados de resistencia y recuperación, tanto en el plano físico como mental, para optimizar la energía y evitar el agotamiento. La meditación y el descanso profundo optimizan la energía y favorecen la reparación celular, superando incluso los beneficios del sueño (Imagen ilustrativa Infobae) Suplementos, individualidad y nuevas fronteras Respecto a los suplementos y fármacos para mejorar la función mitocondrial, Picard se mostró cauto y señaló: “En casos de deficiencia comprobada, pueden ser útiles, pero la mayoría de las personas pueden optimizar su energía a través de hábitos y conciencia”. Rechazó el uso indiscriminado de péptidos o sustancias inyectables sin evidencia sólida y advirtió sobre los riesgos de bloquear señales biológicas como el GDF15, que pueden tener consecuencias negativas en la salud. Hacia el final del episodio de Huberman Lab, Martin Picard sintetizó su visión: la mayor capacidad humana reside en cultivar la conciencia energética, aprendiendo a sentir y dirigir la energía a través de las mitocondrias.

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