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» Clarin
Fecha: 16/12/2025 02:39
He leído en Clarín que la ONU ha distinguido por primera vez la gastronomía de un país, Italia, afirmando que su cocina fomenta la inclusión social, promueve el bienestar y fortalece los vínculos de una cultura. Nada más cierto. Desde la antigua Roma nos brindaron sus pensamientos filosóficos, su organización política y jurídica, el inmenso legado de su arte y tantas cosas más. Y como si esto fuera poco, su incomparable gastronomía. Nuestro país, como muchos otros, tuvo la inmensa suerte de la colosal inmigración italiana de principios del siglo veinte. Que trajo su fuerza de trabajo y también, la pasión por sus raíces y su cultura que permanecen hasta hoy. ¿Se pueden acaso contar las heladerías que llevan por nombre un lugar o ciudad de la bella Italia? ¿Y los cientos de pizzerías, muchas con décadas de historia, a las que llegamos con ansias desmedidas por esa salsa y esa muzzarella recién salida del horno? La compañera perfecta para comer sentados en el breve descanso del mediodía, parados por las urgencias de la vida moderna o el premio a una jornada que finaliza con los amigos que queremos. Los argentinos amamos la buena comida y las reuniones familiares. Y qué mejor excusa que las pastas de los domingos: canelones, espaguetis, ravioles, ñoquis... coronados con un buen reggiano rallado. En cuanto al premio de la ONU a la cocina italiana no entiendo por qué lleva el título de “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”. ¿Inmaterial? Sí sí, sé que es acerca de la cultura. Pero es que se trata de un placer de los sentidos muy real ver esa muzzarella derritiéndose en los bordes de la masa crocante o los fideos con esa bolognesa que perturba por su aroma. En fin, premio merecido. Para terminar nada mejor que un proverbio que define la impronta cultural del pueblo italiano y creo nos sirve a todos: “Mangia bene, ridi spesso, ama molto” (Come bien, ríe a menudo, ama mucho). Gracias bella Italia Matías Aníbal Rossi matiasrossi2014@gmail.com OTRAS CARTAS La peligrosa desinformación con respecto a las vacunas Mientras todo el mundo parece hablar de los posibles efectos secundarios de las vacunas -ejemplo, el autismo-, pocos discuten las enfermedades que previnieron (poliomielitis, sarampión, difteria, tétanos...). El sarampión no es una enfermedad leve y puede llevar al niño a una neumonía o encefalitis de alto riesgo letal. En 1971 tuvimos brote de sarampión y poliomielitis, recuerdo que en una guardia por inmunización inadecuada internamos a 15 niños, la mayoría de la villa de emergencia 31 con graves complicaciones y alta letalidad. Y ese mismo año aparece el brote de poliomielitis, con pacientes graves, y junto con los doctores Enrique Schiaffino (pediatra de San Andrés de Giles) y Pedro de Sarrasqueta manejamos los pulmotores y cuando no había corriente eléctrica usábamos el pedal. La poliomielitis fue el fantasma del siglo. Luego ejerciendo en ALPI vi las secuelas de esta enfermedad. Esperemos que los activistas antivacunas despierten de su histeria anticientífica y vuelvan a aplicar la evidencia y los importantes datos al tomar decisiones de salud pública. Últimamente han aparecido espectáculos antivacunas que rozan con lo grotesco, haciendo gala de la desinformación con respecto a la vacuna y aumentando la confusión en los padres. Dr. Alejandro Awad HOSPITAL R. GUTIÉRREZ - EX JEFE CLÍNICA dr.alejandroawad@gmail.com “Transformar con educación” La transformación cultural a la que hace referencia el ministro Federico Sturzenegger es la más difícil de todas después de años de adoctrinamiento populista y destrucción de valores básicos que llevaron al embrutecimiento. Y eso no se logra de un día para el otro, sino que debe hacerse desde la educación primaria y secundaria. Restitución de valores como honestidad, justicia, libertad, esfuerzo y solidaridad se logran desde niño en el hogar y la escuela. Allí está la raíz del cambio y allí hay que actuar con cautela y perseverancia. Pablo Gay pabloagay@hotmail.com Respalda la actualización de las leyes laborales El senador Mariano Recalde aseguró que la reforma laboral de Milei busca facilitar los despidos en las grandes empresas. Desconoce los efectos de un juicio laboral en las grandes, medianas y pequeñas empresas, como también a las personas humanas (o sociedades unipersonales). Las grandes empresas tienen respaldo económico y abogados suficientes para afrontar un juicio laboral. No es el caso de las medianas (algunas sí) y las pequeñas que cuentan con no más de 2 o 3 empleados. A estas un solo juicio las envía a la quiebra (sobran los ejemplos). Los casos más dramáticos corresponden a las personas humanas (taxistas, consultorios, peluquerías con un solo ayudante); la casi totalidad del comercio barrial o de cercanía. Una reforma, flexibilización o adecuación de las leyes es responsabilidad de académicos, contadores, abogados y jueces que tengan claro que está a punto de cumplirse el primer cuarto del siglo XXI. No puede estar en manos de sindicalistas que razonan con los parámetros de la revolución industrial. Las fábricas ya no existen. Como tampoco cantidad de trabajos que están contemplados en las leyes. Y tampoco existen trabajos que se crean cada día a consecuencia de la revolución digital. La actualización de las leyes serán aprobadas y, en los próximos dos años, saldrán las que restan y necesitamos para poner en marcha un país que tiene suficientes años de atraso ante el mundo. Gabriel C. Varela gcvarela@gmail.com El ejemplo de Chile Seguí por TV las elecciones en la república hermana de Chile y, al hacerlo, me dio vergüenza Argentina: el mismo domingo Gabriel Boric, presidente saliente, llamó por teléfono a José Antonio Kast, presidente electo y lo invitó a la casa de Gobierno con su equipo ministerial para ya empezar a hacer el traspaso.
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