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» Elterritorio
Fecha: 13/12/2025 18:25
Gustavo Cardozo, acusado de matar a Soledad Machuca, está con prisión preventiva desde septiembre. Sin horario de muerte y testimonios, los argumentos del pedido. sábado 13 de diciembre de 2025 | 10:30hs. Gustavo Cardozo la habría ahorcado a su pareja con su propio brazo. Foto: archivo Luego de casi dos meses de que se dicte la prisión preventiva para Gustavo Cardozo, acusado de ser el principal sospechoso del femicidio de su pareja Soledad Machuca -la preceptora que fue hallada sin vida en su domicilio del barrio Acaraguá de Posadas el pasado 25 de febrero-, en los últimos días la defensa del expolicía presentó una nueva solicitud. Mediante fuentes judiciales, El Territorio pudo consignar que la petición hacia el Juzgado de Instrucción Tres -a cargo del magistrado Fernando Verón- está relacionada a que Cardozo reciba el beneficio de la excarcelación por falta de mérito, lo que le permitiría al imputado de femicidio esperar el juicio en libertad, siempre y cuando cumpla algunas condiciones. Según las mismas fuentes, la solicitud estuvo argumentada en que no se pudo determinar exactamente el horario de muerte y a su vez que en distintos fragmentos, algunos testigos manifestaron ante el juzgado interviniente que Cardozo y Machuca tenían una buena relación, por lo que no estaría acreditada violencia en la pareja como antecedente. Esta solicitud debe ser analizada por el juez Verón quien decidirá si se le da o no lugar a lo pedido. Pruebas del caso En tanto, como viene informando este medio, las pruebas recolectadas a lo largo de los últimos diez meses pudieron dar a luz distintas aristas para esclarecer el caso que comenzó a ser investigada como “muerte dudosa”, pero que con el correr de las pesquisas se acreditó que Machuca fue asesinada en su propio domicilio de forma brutal. En esa línea, fueron los resultados del informe preliminar de la autopsia los que precisaron que el deceso de la mujer fue producto de una muerte violenta. Según el análisis, Soledad murió por compresión cervical con un objeto blando. Es decir, asfixia mecánica por ahorcamiento. En ese marco, el 5 de marzo -ocho días después del crimen- se realizó la pericia de luminol y barrido forense en la casa que compartía la pareja, análisis que arrojó como resultado preliminar la existencia de una verdadera cruenta escena: rastros de sangre en las paredes del baño y en la habitación, donde fue hallado el cuerpo de Machuca. Sobre la prueba luminol, en la última semana de abril los resultados de las pericias complicaron aún más a Cardozo. Es que, a partir de los resultados de ese mecanismo y del escaneo genético, la posibilidad de que Cardozo sea desligado del crimen de su pareja fue descartada. Esto teniendo en cuenta que los exámenes que se realizaron de las prendas de vestir y del cuerpo de la víctima fueron contundentes para acreditar al imputado como responsable del asesinato. Fuentes con acceso al expediente informaron que en los dos análisis se pudo confirmar la presencia de Cardozo en la escena del crimen y que en el lugar se intentó limpiar la sangre. En ese contexto, sobre el hisopado que se realizó en el cuerpo y ropa de la víctima, quien presentaba marcas en el cuello -propias del estrangulamiento- y rasguños en la espalda, los exámenes pudieron comprobar coincidencias con ADN de Cardozo. Búsquedas de Google Asimismo, otra de las pruebas que surgieron de las exhaustivas investigaciones de los primeros meses fue extraída del teléfono celular del acusado, mediante un análisis realizado por los profesionales de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic). Según pudo saber El Territorio en exclusiva, en el aparato secuestrado se hallaron diversas búsquedas en su navegador días previos al fatal desenlace. Respecto de las búsquedas, se pudo saber que por un lado tenían que ver con desmayos por deshidratación y un virus contraído por la preceptora en un viaje de vacaciones que realizó la pareja a Brasil. A su vez, en la grilla de las búsquedas recientes en internet en el celular de Gustavo Cardozo también indagaron sobre las consecuencias que puede tener un crimen hacia una mujer. Estas búsquedas, tanto para la fiscalía como la querella, fueron elementos que consideraron apuntan a una premeditación del crimen. Suegra imputada Por otro lado, en mayo la causa sumó una nueva sospechosa. A partir de las investigaciones hechas por los profesionales, la familia del principal acusado recibió otro revés. Es que Teresa Correa, suegra de la víctima, comenzó a estar en la lupa de los pesquisas y ser sospechosa de ser partícipe del crimen. Sobre el motivo por el cual la mujer fue involucrada en la causa, las fuentes mencionaron que se debió a la recolección de testimonios y resultados de pruebas -como la de luminol- que pusieron en la mira a la mujer. Una cuestión que la complicó por el femicidio de su nuera fue que se usó un trapo de piso para limpiar la escena del crimen, objeto que luego se enjuagó. Esto fue importante para ocultar evidencia clave que no pudo ser detectada con las pericias realizadas como consecuencia de los productos utilizados para quitar los rastros de sangre. En ese marco, el propio hijo de la mujer -hermano de Gustavo- fue quien en su testimonio relató que fue su madre quien usó el trapo para limpiar la sangre de la habitación de Machuca. En tanto, la suegra de la preceptora fue imputada por encubrimiento y recibió condiciones que deberá cumplir mientras continúe el procedimiento judicial.
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