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Parana » Asdigitalnews
Fecha: 10/12/2025 02:22
El mapa productivo y del empleo argentino llega a esta instancia del año marcado por disparidades y turbulencias que mantienen a los inversores en un estado que oscila entre la preocupación y la expectativa. Las profundas modificaciones macroeconómicas, regulatorias y cambiarias impulsadas por la gestión que encabeza Javier Milei han impactado de manera diferente según el nicho productivo y financiero. Volcadas a una suerte semáforo comercial, la implementación de medidas como la apertura indiscriminada de las importaciones, la quita de una parte del cepo cambiario, el lanzamiento de herramientas como el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) y la promesa de desregular aún más la actividad laboral, por mencionar algunos ítems, dieron lugar a efectos que según el segmento vienen generando negocios suculentos o caídas pronunciadas. Sin medias tintas, el modelo que propone La Libertad Avanza (LLA) ha dado lugar a un escenario económico que plantea desafíos renovados para quienes en otros momentos gozaban de una rentabilidad hasta cierto punto predecible. Al mismo tiempo, la incidencia de la quietud mostrada por los salarios y la evolución de la inflación, aunque menor respecto de otros años, vienen golpeando sin pausa a las actividades que dependen un poder adquisitivo interno en buen estado de salud. La reconfiguración de las condiciones económicas y el consumo, reconocen expertos, analistas y consultoras, ha ido configurando un presente comercial donde nuevamente parecen sacar ventajas quienes llegan con productos y servicios a clientes y consumidores fronteras hacia afuera. Mientras que, los actores que juegan el "campeonato local" aguardan por la recuperación de una demanda interna que, al menos por el momento, sigue haciéndose esperar. Semáforo en rojo: comercios, alimenticias, ladrillo y bancos pierden millones Miguel Ponce, reconocido experto de la economía local y el mercado exportador, rápidamente identificó uno de los nichos que más viene sufriendo la contracción de la que hace gala el mercado de consumo interno. "Con una inflación que erosiona salarios y ahorros, el consumo hoy se está concentrando en alimentos, servicios básicos y descuentos. Los comercios de electrodomésticos, muebles, electrónica, por mencionar algunos casos, enfrentan una demanda muy débil y un exceso de stock costoso", comentó. Y ese mismo efecto es el que complica sobremanera la supervivencia de los fabricantes locales de, por ejemplo, la electrónica de consumo. En línea con esto, este medio expuso recientemente que compañías clave del sector de los electrodomésticos como Electrolux y Mabe vienen mostrando serios problemas para continuar operando. A este grupo se suman pymes históricas que también están atravesando un momento complicado, como Longvie. En paralelo, Whirlpool sacudió noviembre con el cierre de su fábrica ubicada en Pilar, en una medida que generó el despido de 220 empleados. El panorama productivo del segmento se agravó a partir del derrumbe del consumo interno y la apertura descontrolada de las importaciones. Según un informe presentado por Apyme Santa Fe, las importaciones de línea blanca en la zona centro de Argentina -donde se centraliza la producción- se dispararon: sólo en el primer semestre el ingreso de heladeras creció casi 1.200% y las de lavarropas, un 5.146%, principalmente desde China y Brasil. Fuentes ligadas a la Cámara de Artefactos del Hogar comentaron que "hay empresas que comenzaron a vender productos generados en el exterior a precios por debajo de los costos de Argentina", y que "no hay información respecto de cómo se consigue esa mercadería, se desconoce hasta la procedencia de esos productos". "Es un lío lo que está pasando en el mercado. Los precios están bajando por efecto de estas importaciones, mientras que los costos fijos y variables siguen subiendo mucho. Estamos en un momento comercial marcado por la incertidumbre, además de que transitamos una instancia de volatilidad y preocupación económica", añadieron. En ese segmento reconocen que existe una sobreoferta de electrodomésticos a partir del ingreso de importados, pero que la caída potente que sigue mostrando el consumo amplía esa situación y el resultado es la capacidad ociosa que muestran las plantas de producción en el país. Supermercados y autoservicios también están entre los nichos que enfrentan complicaciones potentes en este tramo de 2025. La merma en las ventas que padece el sector, que acumula seis meses consecutivos a la baja, y la aceleración de los costos operativos —con los alquileres en posición preponderante— disparó un abanico de tendencias que suman casos semanas tras semanas: el cierre sostenido de sucursales, la conflictividad laboral y la reducción de la presencia comercial con el fin de concentrar esfuerzos financieros para sortear este mal momento. En esa línea, cadenas como Vea, Yaguar, Easy y Caromar vienen desactivando sucursales y preocupa la posibilidad de que ese tipo de decisiones se acentúe en el primer tramo del año próximo. La caída de la comercialización en las bocas de expendio golpea de la peor forma a las alimenticias, que vienen reduciendo fuertemente sus respectivas labores como forma de compensar el sobrestock y la reducción de la demanda. Una muestra reciente: el gigante Mondelez, dueño de marcas como Terrabusi y Oreo, estableció un parate en su planta en Pacheco que, en principio, se extenderá por 21 días. La medida, que se conoció en la última semana, implicará la suspensión de más de 2.300 empleados. Otro ejemplo cercano en el tiempo: Georgalos, fabricante del Mantecol y los Palitos de la Selva, inició diciembre activando un cronograma de suspensiones que impactará en la operatividad de alrededor de 600 empleos.
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