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Diamante » Neonetmusic
Fecha: 04/12/2025 11:54
Un susto mayúsculo sacudió la tranquilidad de la noche en Strobel cuando, a las 21:37 del martes, un llamado desesperado alertó al cuartel de Bomberos Voluntarios sobre un árbol completamente envuelto en llamas en el patio trasero de una casa ubicada en la esquina de Feliciano y Chajarí. El fuego, que crecía alimentado por la brisa y la madera seca, amenazaba con propagarse rápidamente a la vivienda y a las propiedades linderas en un barrio donde las casas están muy próximas entre sí. En menos de diez minutos, el Móvil 8 –con tres bomberos a bordo– ya surcaba las calles oscuras con sirena y balizas. Al llegar, los voluntarios se encontraron con un pino de varios metros de altura convertido en antorcha, con chispas saltando hacia los techos cercanos y vecinos que, con baldes y mangueras de jardín, intentaban contener el avance. Con profesionalismo y rapidez, desplegaron la línea de ataque, sofocando las llamas en tiempo récord y evitando que el incendio alcanzara las estructuras habitadas. A las 22:34, apenas una hora después del alerta, el árbol quedó reducido a un tronco humeante y el peligro completamente controlado. Los bomberos revisaron minuciosamente el perímetro para descartar reigniciones y, tras confirmar que no había personas heridas ni daños materiales en las casas, regresaron al cuartel sin más novedades. Los vecinos, visiblemente aliviados, se acercaron a agradecer la respuesta inmediata que evitó lo que pudo haber sido una noche trágica. Las primeras versiones indican que el fuego pudo haber sido provocado por una fogata mal apagada o por algún elemento descartado con brasas, aunque la investigación quedó en manos de la comisaría local. Lo cierto es que, una vez más, la respuesta de los bomberos voluntarios de Strobel –que no reciben sueldo alguno– marcó la diferencia entre un susto y una catástrofe. “Nada nos obliga, solo el dolor de los demás”, es el lema que acompaña cada salida de estos héroes anónimos. Anoche, en Feliciano y Chajarí, ese compromiso volvió a salvar vidas y hogares, demostrando que en las pequeñas localidades el espíritu solidario sigue siendo el mejor seguro contra la desgracia. Noticia vista: 5.673
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