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CABA » Plazademayo
Fecha: 01/12/2025 18:31
La dotación de personal del Estado nacional volvió a caer en octubre y consolidó un descenso interanual del 7,6%. Entre traspasos estructurales, liquidaciones de empresas y un ajuste fiscal persistente, el sector público atraviesa una reconfiguración profunda. El Gobierno nacional profundiza su proceso de reorganización interna mientras la reducción de la dotación estatal avanza de manera sostenida. El informe conjunto del INDEC y del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado correspondiente a octubre de 2025 confirma que la planta del sector público nacional se contrajo un 7,6% interanual, en uno de los movimientos más significativos desde el inicio de la actual administración. La dotación total de personal de la administración pública nacional, empresas y sociedades se ubicó en 282.570 personas, una variación mensual negativa del 0,3% pero, sobre todo, un recorte pronunciado respecto de octubre de 2024. El dato consolida el sendero de ajuste iniciado meses atrás y exhibe un Estado que continúa achicándose incluso con reconfiguraciones internas que alteran la foto mensual pero no la tendencia anual. Empresas y Sociedades: el sector con mayor caída El descenso más fuerte se observó en el segmento de Empresas y Sociedades del Estado, cuya dotación cayó un 8,1% interanual, hasta quedar en 89.940 personas. También registró un retroceso mensual del 0,4%. Dentro de este universo sobresalen organismos con grandes planteles, como el Banco Nación (15.737 empleados) y Operadora Ferroviaria S.E. (20.459). Sin embargo, la señal estructural vino por el lado del DNU 3/25, que dispuso la disolución y futura liquidación de la Administración General de Puertos (AGP), consolidando la línea de reducción de la presencia estatal en áreas estratégicas. El reordenamiento interno: caídas abruptas y traspasos masivos La Administración Pública Nacional contabilizó 192.630 empleados, una baja interanual del 7,3%. Pero el dato más llamativo dentro del mes fue la dinámica de la Administración Centralizada, que sufrió una caída mensual del 15,3%, la más pronunciada de todo el aparato estatal. Este desplome no respondió a cesantías masivas, sino a un traspaso estructural: la creación del ANES (Administración Nacional de Establecimientos de Salud) mediante el Decreto 459/25. El organismo —que integra hospitales nacionales como el Posadas, el Sommer, INAREPS y el Laura Bonaparte— fue trasladado desde la administración centralizada del Ministerio de Salud hacia la Administración Descentralizada. Este movimiento generó un efecto espejo: mientras la centralizada caía, la descentralizada crecía un 6,0% mensual, alcanzando 116.960 personas. No obstante, en la comparación interanual también mostró caída (-6,9%), lo que revela que el aumento puntual responde únicamente al reordenamiento interno. Un segundo reacomodamiento relevante ocurrió en la Jefatura de Gabinete de Ministros, cuya dotación cayó un 56,6% mensual. La creación del nuevo Ministerio del Interior (Decreto 658/25) absorbió áreas enteras —Turismo, Ambiente y Deportes, junto con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas— y produjo un corrimiento masivo de personal. Faltantes de información y datos imputados El informe señala que, al momento de publicación, 11 empresas y sociedades del Estado no reportaron sus datos, por lo que se imputó una dotación de 6.020 personas, equivalente al 2,1% del total. La metodología aclara que dichas imputaciones se realizan en base al último dato informado por cada entidad. Un Estado que se achica más allá del movimiento interno Más allá de los traspasos, reagrupamientos y nuevas estructuras, la tendencia anual es inequívoca: la reducción de la dotación estatal continúa profundizándose. La caída interanual del 7,6% implica miles de puestos menos en comparación con un año atrás y un replanteo global del rol del Estado en áreas clave como salud, transporte, puertos y coordinación ministerial. El informe describe un panorama en el que la reorganización interna —de ministerios, funciones y organismos— genera saltos abruptos en las cifras mensuales, pero no altera el diagnóstico estructural: el Estado argentino continúa en un proceso de contracción acelerada y redefinición de sus capacidades operativas.
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