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» Diario Cordoba
Fecha: 01/12/2025 10:13
«Dame el aguinaldo,/ carita de rosa,/ que no tienes cara/ de ser tan roñosa./ Y si me lo das,/ y si me lo das,/ que pases las fiestas/ con felicidad./ Si no me lo das,/ si no me lo das,/ que te caiga encima/ la campana gorda/ de la catedral». Recordarán esta cancioncilla popular que solía y suele cantarse por Navidad a modo de villancico, aunque el asunto más religioso que incluye es el de la campana gorda de la catedral y no con muy buenas intenciones, desde luego, porque dicen que pesa más de tres mil kilos, así que un golpecito con ella puede ser mortal y si te cae encima... El aguinaldo es un regalo que se da en Navidad o en Epifanía, o sea, el día 6 de enero, en conmemoración de la adoración de los Reyes Magos. El aguinaldo, para los más pequeños, consiste en algunas monedas para satisfacer un capricho o gastar en chuches -chucherías-, golosinas o galguerías. Para los empleados, ha ido evolucionando hasta transformarse en paga extraordinaria, que es un derecho laboral. La famosa cesta de Navidad, regalo de empresa, está bastante emparentada con el aguinaldo y extiende sus raíces hasta la propia Roma. Se regalaban con motivo de las fiestas saturnales -en honor a Saturno- que se celebraban el 17 de diciembre con sacrificios y banquetes públicos. La ‘sportula’ -cestilla- consistía en un cesto de comida, que se adornaba con ramitas de olivo y hojas de laurel. El paterfamilias las entregaba como obsequio a los que de él dependían. Con tanto adorno, la cesta terminó convirtiéndose en un regalo en sí misma, igual que ahora, porque algunas cestas son preciosas. Y lo mismo que ahora, además de los comestibles exquisitos, contenían un mensaje grabado expresando los mejores deseos. Estas dádivas se sucedían a lo largo del mes de diciembre, así que ya podemos empezar. Lo cierto es que los escaparates, independientemente de que esperemos o no aguinaldos y cestas de Navidad, rebosan y los vendedores insisten en que debemos darnos prisa, porque las cosas se acaban. Parece disparatado, pero es verdad, porque el año pasado se agotaron los jamones en la charcutería donde suelo comprar y el otro día oí al carnicero decirle a una señora que ya no admitía encargos de falda de ternera para hacer rollos -un empeño tradicional que me parece cada vez más inútil-, que tenía los pedidos cubiertos hasta la misma Nochebuena, que si lo quería para después... Y en la pescadería, con el marisco, en tono confidencial, dicen que va a subir ¿más? Si ya tienen decidido en qué gastar el aguinaldo, no olviden poner en la lista la baliza de emergencia V16, que será obligatoria a partir del 1 de enero.
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