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  • Menopausia: los nuevos enfoques terapéuticos para pasarla mejor

    » La Capital

    Fecha: 01/12/2025 02:43

    Reemplazar el miedo por conocimiento. Avanzar hacia tratamientos o respuestas mucho más personalizadas. Ese es el desafío, transitar la menopausia de la mejor manera posible , con acompañamiento profesional y poniéndole palabras, cuando durante décadas esta etapa de la vida de las mujeres estuvo signada por el silencio , la vergüenza y el soportar malestares físicos y anímicos "sin chistar". Una nueva era comenzó, con una mirada mucho más amplia y empática hacia quienes atraviesan este período tan especial. Y nueva información en cuanto a las terapias. El difundido estudio WHI, cuyos resultados se dieron a conocer en julio de 2002 y que evaluó a más de 300 mil mujeres en todo el mundo, concluyó que la terapia hormonal combinada (estrógeno + progestina) incrementaba el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, coágulos sanguíneos, cáncer de mama y demencia en mujeres posmenopáusicas. Desde entonces la terapia de reemplazo hormonal empezó a ser mala palabra. Ahora, a la luz de nuevas evidencias científicas se está modificando la mirada que se tenía sobre estos tratamientos. Incluso, médicos de distintas partes del mundo han "denunciado" que durante mucho tiempo se "condenó" a miles y miles de mujeres a sufrir los síntomas menopáusicos en forma innecesaria por una lectura y un análisis errado del famoso estudio. Leer Más: ¿El uso de Ozempic afecta la visión como dijo Robbie Williams? La FDA, la agencia que aprueba los medicamentos y alimentos de los Estados Unidos, actualizó en noviembre de este año las regulaciones sobre las terapias hormonales y retiró los alertas de seguridad. Esa actualización, basada en nuevos estudios, busca promover un uso más equilibrado de estas herramientas en menopausia. La Capital consultó a ginecólogos y ginecólogas de Rosario para analizar los nuevos caminos terapéuticos, los flamantes cambios sobre el uso de hormonas, en qué casos es conveniente indicarlas y qué debe tenerse en cuenta en la actualidad para que esta etapa no sea tan compleja, porque para muchas mujeres es un momento de cambios críticos, difíciles de sobrellevar. Martín Riegé, especialista en ginecología oncológica, mastología y cirugía ginecológica, expresidente de la Asociación Argentina de Ginecología Oncológica, señaló que luego de la masiva difusión del estudio WHI, "en los últimos 23 años la terapia hormonal no se recomendaba". Por su parte, Dolores Alvarado, médica especialista en ginecología de CEMA, admitió que quitar los temores sobre el uso de hormonas en menopausia no va a ser fácil, ni para las pacientes ni para los médicos. "Revertir la idea negativa instalada durante tanto tiempo con respecto a la terapia hormonal de reemplazo no sucederá de un día para el otro porque el temor quedó arraigado culturalmente. Se dio un mensaje simplificado que decía que las hormonas representaban riesgo, sin tener en cuenta la edad de la mujer, las dosis, la duración y demás indicaciones". De la restricción a la personalización Ahora, señaló la profesional, "hay que entender que este cambio regulatorio implica un giro desde el miedo hacia la individualización", hacia una medicina más personalizada y acorde a cada mujer en particular. "Durante años la terapia de reemplazo hormonal estuvo marcada por un enfoque más bien restrictivo asociado al estudio WHI, pero con los años se encontraron errores en ese trabajo. Hoy con nuevas evidencias y un análisis más profundo sabemos que no todas las mujeres tienen el mismo riesgo y que hay que considerar la administración de las terapias y el perfil clínico, que modifican el balance riesgo - beneficio que siempre tenemos que tener en cuenta". Menopausia En el día Mundial de la Menopausia se busca concientizar sobre esta etapa vital que atraviesan todas las mujeres. Síntomas que afectan la calidad de vida Riegé hizo referencia a los síntomas más frecuentes e incómodos de la menopausia, que pueden afectar seriamente la calidad de vida de las mujeres. Aunque no todas la atraviesan de la misma manera, no son pocas las que soportan los embates del cese de la menstruación y la caída abrupta de los estrógenos. "Insomnio, sofocos, sequedad vaginal, disminución de la libido, cambios de humor, sequedad de la piel, cambios en la forma corporal: abdomen más prominente, menos tonicidad muscular, aumento de peso", se anotan entre los efectos habituales. "Por eso, porque el impacto es grande, usar hormonas para mejorar algunos de estos aspectos no está mal, siempre que se haga con control médico, exámenes previos y estudios ginecológicos de rutina al día. Una buena historia clínica es fundamental para elegir a qué pacientes le indicamos reemplazo hormonal y cuáles no", detalló el especialista. Alvarado comentó que "la terapia hormonal de reemplazo vuelve a posicionarse como una herramienta eficaz para tratar síntomas vasomotores y el síndrome genito urinario en determinadas mujeres. Para nosotros, los ginecólogos, significa recuperar un tratamiento útil siempre que se haga con criterio, monitoreo, comunicación empática. Para las pacientes significa recuperar autonomía, información basada en evidencia y la posibilidad de mejorar la calidad de vida en una etapa que no debe vivirse con sufrimiento". Para Riegé, el estudio minucioso de la paciente es clave. "Antes de empezar la terapia hormonal debemos evaluar, por ejemplo, si la paciente tiene histerectomía, si tuvo cáncer de mama o antecedentes directos de cáncer de mama, analizar qué dosis se puede usar de acuerdo a los síntomas...pero está claro que el reemplazo hormonal ya no es todo lo malo que se pensaba años atrás". Hábitos sanos y buena comunicación La modificación de hábitos es fundamental para vivir mejor esta etapa. Tener niveles adecuados de vitamina D, de calcio, es muy importante. Un sueño nocturno reparador también es fundamental, "y si hay que recurrir a medicación para esto, se hace", explicó el médico. Una alimentación saludable basada en "más proteínas de origen animal, ejercicio físico donde predomine la musculación y dejar tabaco, alcohol y marihuana", son aliados en la menopausia, dijo Riegé. La salud mental, que nunca está separada de la salud física, es otro bastión de este período de la vida de las mujeres. Poder hablar de lo que pasa, compartirlo, no ser juzgadas, estar acompañadas a nivel profesional y familiar, marca la diferencia. Las exigencias externas sumadas a las propias solo abruman más, y no permiten superar los momentos críticos. "El proceso de la menopausia va cambiando, pero ese cambio depende profundamente de varios factores. Uno es la información clara, honesta y actualizada que tienen que darla los profesionales y no las redes sociales. La comunicación debe estar centrada en la persona y no en el dogma, y siempre en manos de sociedades científicas y especialistas bien formados en climaterio", dijo Alvarado. "En cuanto al uso de terapias hormonales de reemplazo, hay experiencias positivas reales que deben tenerse en cuenta, pero tampoco se trata de convencer a todas de que deben usarlas sino de reemplazar el miedo por el conocimiento y la decisión informada", enfatizó la médica. Alvarado reflexionó sobre el hecho de que no existe una "receta" para todas. "A las mujeres que no quieren tomar medicamentos les diría que no hay una sola forma de transitar esta etapa: si eligen no medicarse es válido pero está bueno que no carguen con la idea de que hay que aguantar". Si el malestar afecta el sueño, las relaciones, el trabajo, la autoestima " es muy válido recurrir a algunas de las terapias que tenemos disponibles, que son muchas, en dosis mínimas efectivas y por tiempo prudencial". "Las mujeres tienen derecho a saber que existen estos tratamientos, derecho a usarlos, a no usarlos si no quieren y a cambiar de opinión también", detalló la ginecóloga.

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