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Parana » ViaParana
Fecha: 28/11/2025 17:13
Un equipo de docentes e investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y del CONICET trabaja en el desarrollo de biocompuestos a base de hongos y subproductos agrícolas que podrían reemplazar al poliestireno expandido (EPS), un plástico de uso masivo en empaques que tarda más de 1000 años en descomponerse y representa un gran problema ambiental. El proyecto —titulado “Desarrollo de biocompuestos fibra-polímero basados en hongos agaricomycetes y restos agrícolas de la región centro-norte de Santa Fe”— es dirigido por Matías Cabeza y Guillermo García, docentes de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL) e investigadores del CONICET. La iniciativa utiliza cascarilla de arroz y otros residuos agroindustriales para obtener materiales de embalaje livianos, amortiguadores, aislantes y totalmente compostables. Un problema global que exige soluciones locales Cada año se producen a nivel mundial 14 millones de toneladas de EPS, de las cuales alrededor del 40% se destina a usos temporales, principalmente en embalajes. Su degradación extremadamente lenta y la dificultad para reciclarlo hacen que este material represente cerca del 25% del volumen de los rellenos sanitarios. “El reemplazo de embalajes derivados del petróleo por alternativas renovables genera un impacto ecológico positivo y, además, conciencia en los consumidores”, sostuvo Cabeza. En ese sentido, destacó que existe una demanda creciente de materiales sostenibles, acompañada por políticas internacionales que favorecen la innovación en productos de base biológica. Además, señaló la oportunidad que representa para las economías regionales: “Añadir valor a subproductos agrícolas —como los de la caña de azúcar, algodón o arroz— puede contribuir a estabilizar sistemas productivos que suelen enfrentar fuertes fluctuaciones económicas”. Tecnología basada en hongos: una innovación en expansión Los biocompuestos desarrollados utilizan hongos que degradan la lignina y celulosa de los sustratos y forman una matriz que une las fibras vegetales sin necesidad de químicos contaminantes. Este proceso da lugar a piezas moldeables con propiedades comparables al telgopor convencional, pero con ciclo de vida circular: su descarte puede convertirse nuevamente en materia orgánica. El avance del proyecto ya despertó consultas de emprendimientos interesados en incorporar este packaging ecológico en sus productos. Un trabajo articulado con la comunidad productiva Además del equipo de investigación de FBCB y FIQ, participan una becaria doctoral, estudiantes y graduados de Biotecnología. También se suman instituciones como la Asociación Civil Mesa Azucarera y de Desarrollo Regional Santafesina, que aportan datos sobre disponibilidad de materias primas y facilitan el vínculo con productores, clave para una futura producción a escala. Desarrollan un telgopor ecológico a partir de cáscara de arroz Ciencia para transformar el territorio La iniciativa se enmarca en los CAI+D Orientados, el programa de la UNL destinado a impulsar proyectos que respondan a necesidades sociales y productivas junto a los sectores involucrados. Este enfoque promueve la coproducción de conocimiento entre el ámbito académico y los actores del territorio, permitiendo que las soluciones científicas tengan aplicación real y aporten al desarrollo sostenible.
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