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  • Colgar tapas de gaseosa en el balcón: para qué recomiendan hacerlo

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 28/11/2025 14:52

    Las tapas de gaseosa recicladas ofrecen una defensa ecológica para plantas y balcones (Imagen Ilustrativa Infobae) La costumbre de colgar tapas de gaseosa en balcones, jardines y terrazas se ha convertido en un recurso cada vez más habitual en ciudades y pueblos. A simple vista, puede parecer un gesto trivial o un adorno improvisado, pero detrás de esta práctica existe una explicación basada en la experiencia de quienes buscan soluciones naturales para proteger plantas, flores y cultivos. De acuerdo con la University of California Agriculture and Natural Resources (UC ANR), la recomendación principal es utilizarlas como un método eficaz para ahuyentar aves y plagas, evitando así los daños que suelen provocar en los espacios verdes. Para qué recomiendan colgar tapas de gaseosa en el balcón El motivo por el que esta técnica da resultado radica en dos factores centrales: el movimiento y los reflejos. Las tapas, movidas por el viento, generan pequeños destellos con la luz del sol y producen estímulos visuales, como sonoros, que incomodan a pájaros e insectos. Según estudios divulgados por BirdLife International, al percibir estos efectos molestos, muchas especies deciden alejarse en busca de zonas más tranquilas, reduciendo notablemente su presencia en el balcón. Otro aspecto relevante es el colorido de las tapas. Las especies más sensibles suelen reaccionar con mayor fuerza frente a tonos intensos o brillantes. Por eso, combinar diferentes colores y tamaños potencia el efecto de ahuyento, dificultando que las aves identifiquen el balcón como un sitio seguro donde posarse o alimentarse. Además, este truco es económico, ecológico y sencillo de implementar: reutiliza materiales sin necesidad de recurrir a productos químicos ni dispositivos costosos, favoreciendo una protección natural y libre de tóxicos. Entre sus ventajas adicionales, la técnica no solo mantiene alejados a los visitantes no deseados, sino que también puede mejorar la salud general del jardín. Colores brillantes y distintos tamaños potencian el efecto protector en jardines urbanos y rurales (Imagen Ilustrativa Infobae) Cómo colgar tapas de gaseosa en el balcón El primer paso consiste en lavar bien las tapas y separar aquellas que estén en mejores condiciones, con brillo y sin grietas. Luego, se hacen pequeños orificios en el centro de cada tapa para pasar el hilo o el alambre. Es importante dejar espacio entre las tapas, de modo que puedan moverse con libertad cuando sopla el viento. De esta forma, se maximiza tanto el movimiento como el reflejo de la luz. Al momento de instalar el sistema, se recomienda elegir las zonas del balcón por donde suelen llegar las aves, ya sea cerca de las plantas, en los barrotes o a lo largo del borde. Los hilos con las tapas deben quedar bien sujetos para evitar que se suelten ante ráfagas fuertes. Revisar la instalación cada dos o tres semanas es fundamental, ya que el plástico puede perder brillo por efecto del sol y la lluvia. Si alguna tapa está opaca, rajada o dañada, conviene reemplazarla para mantener el efecto disuasorio. Este método destaca por su bajo costo y simplicidad. Se puede reforzar usando un mayor número de tapas, combinando colores llamativos e incluso sumando otros elementos reflectantes al conjunto. Otras formas de ahuyentar aves en el balcón Entre las formas más efectivas, sobresale el uso de CD viejos. Colgados de la baranda o entre las plantas, reflejan intensamente la luz solar y crean destellos que resultan molestos para aves e insectos. Además, el movimiento circular de los discos, de acuerdo con la Royal Horticultural Society, actúa como una advertencia visual que muchas especies prefieren evitar Otra opción consiste en colocar tiras de aluminio o papel metalizado, que vibran suavemente con la brisa y refuerzan el efecto reflectante. Estos materiales multiplican las señales visuales y auditivas, generando un ambiente poco atractivo para las plagas. Para quienes buscan alternativas complementarias, las botellas plásticas transparentes parcialmente llenas de agua funcionan bien para confundir a moscas y mosquitos. Al recibir la luz, el agua distorsiona los rayos y proyecta reflejos inesperados, desconcertando a los insectos y alejándolos de la zona. Todas estas técnicas pueden aplicarse juntas o por separado y comparten una misma ventaja: utilizan materiales reciclados, no requieren compuestos químicos y son respetuosas con el medio ambiente.

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