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» Diario Cordoba
Fecha: 28/11/2025 11:00
En medio de un océano de malas noticias sobre la evolución del medio ambiente mundial, aparece un rayo de esperanza: el ritmo con que avanza la deforestación del planeta se está reduciendo, y de forma considerable, desde que comenzó el presente siglo. Así lo afirma el último informe de la FAO, el organismo de la ONU para la alimentación mundial. Según sus datos, la deforestación mundial se redujo a 10,9 millones de hectáreas al año en la última década (entre 2015 y 2025) frente a los 17,6 millones registrados entre 1990 y 2000. Ello demuestra que se ha reducido la velocidad de la tala de los bosques, aunque la actual tasa sigue siendo demasiado alta. Conforme a la edición de 2025 del documento, que se publica cada cinco años, la deforestación se ha ralentizado en todas las regiones del mundo en la última década. Tala de un árbol en la Amazonía / Agencias Los datos de la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2025 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) muestran que los bosques cubren 4.140 millones de hectáreas, lo que representa aproximadamente un tercio de la superficie terrestre del planeta. También recuerda que casi la mitad de los bosques del mundo se encuentran en los trópicos, donde se hallan los grandes pulmones verdes del planeta. Más bosques protegidos y gestionados Uno de los principales hechos que destaca el documento es que más de la mitad de los grandes bosques del planeta están ahora cubiertos por planes de gestión a largo plazo, lo que garantiza su cuidado y adecuada conservación. Por otra parte, una quinta parte de las masas forestales mundiales se encuentran dentro de áreas protegidas legalmente. Imagen aérea de la Amazonía brasileña / Shutterstock En su evaluación de 2025, la FAO destaca la importancia de los bosques para la seguridad alimentaria, los medios de vida locales y el suministro de biomateriales y energía renovables. El informe remarca asimismo que los bosques son el hábitat de una gran parte de la biodiversidad mundial, ayudan a regular los ciclos globales del carbono y el agua, y pueden reducir los riesgos y los efectos de la sequía, la desertificación, la erosión del suelo, los deslizamientos de tierra y las inundaciones. Panorama con luces y sombras La pérdida neta de bosques ha disminuido, subraya el documento, pues la tasa anual ha pasado de 10,7 millones de hectáreas en la década de 1990 a 4,12 millones de hectáreas en los últimos diez años. No obstante, este logro se ve matizado por el hecho de que la tasa de expansión forestal cayó también, pasando de 9,88 millones de hectáreas anuales en 2000-2015 a 6,78 millones en 2015-2025. Áreas deforestada / Agencias Por otra parte, los bosques que se regeneran de manera natural (que representan el 92 % de la superficie forestal total) disminuyeron en 324 millones de hectáreas entre 1990 y 2025, apunta. En la última década, las disminuciones más importantes se produjeron en África y en América del Sur, mientras que Europa registró un aumento de este tipo de bosques. Por otro lado, la FAO advierte de que los incendios afectan a una media de 261 millones de hectáreas de tierra al año, de las cuales casi la mitad son bosques.
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