26/11/2025 17:05
26/11/2025 17:05
26/11/2025 17:04
26/11/2025 17:04
26/11/2025 17:04
26/11/2025 17:04
26/11/2025 17:04
26/11/2025 17:03
26/11/2025 17:03
26/11/2025 17:03
Parana » NSA
Fecha: 26/11/2025 15:57
La misión arqueológica francesa que trabaja en la zona arqueológica de Tani, en el noreste del delta del Nilo, dirigida por Frédéric Peredo de la Universidad de la Sorbona, ha realizado un importante descubrimiento arqueológico en una de las tumbas reales famosas por los llamados «tesoros de Tani», descubiertos en 1939. Durante la limpieza arqueológica del suelo de la cámara norte de la tumba del rey Osrokon II de la XXII Dinastía, la misión descubrió un importante conjunto de 225 estatuas funerarias (ushabti) del rey Shushang III, uno de los monarcas más importantes de la XXII Dinastía. Las estatuas se encontraron en su posición original, entre capas de sedimentos acumulados cerca de un sarcófago de granito sin inscripciones, hallado previamente sin identificar. Una placa de oro del tesoro de Tani (Nhefer). Uno de los mayores misterios arqueológicos del mundo Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigedades de Egipto, declaró durante su inspección del yacimiento arqueológico que este es el hallazgo más significativo en las tumbas reales de Tani desde 1946 y representa un paso decisivo para resolver uno de los mayores misterios arqueológicos del mundo. La nueva evidencia científica indica que el ataúd pertenece al rey Shusheng III, lo que abre la puerta a nuevos estudios sobre la naturaleza de los entierros reales durante este período. «Fue enterrado el rey en la tumba de Osrokon II, o sus objetos funerarios fueron trasladados posteriormente a esta tumba para su protección?», se preguntan los expertos. La máscara funeraria del rey Osrokon II (Facebook). Mohamed Abdel Badie, director del Departamento de Antigedades de Egipto, destacó que la misión también logró descubrir nuevas inscripciones, hasta ahora desconocidas, en la misma cámara, lo que permite a los investigadores comprender mejor la evolución del uso de las tumbas reales y los métodos de entierro durante este período. La misión francesa lleva trabajando en el yacimiento desde 1929 como parte de una amplia colaboración con el Consejo Supremo de Antigedades, para estudiar y restaurar este importante sitio.
Ver noticia original