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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/11/2025 10:50
Vanina Escudero en marzo de 2007, y la felicidad de recibir el diploma (Instagram) Vanina Escudero nunca fue de las que se dejan arrastrar por la corriente. Ahora lo demostró, otra vez, al dejar boquiabiertos a sus seguidores con una decisión inesperada: retomó su camino como arquitecta, una carrera para la que se recibió en 2007, pero que había dejado en pausa para brillar en los escenarios. Sonríe con el diploma en la mano, en imágenes rescatadas de aquel marzo de hace casi 20 años, envuelta en el abrazo de su hermana Silvina Escudero y de su pareja, el comediante Álvaro Navia. “La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que hacés”, afirmó, convencida y persiste: “Siempre me esforcé por conseguir lo que deseaba: perseverancia y amor en lo que uno hace”. Los recuerdos se amontonan. Ella se describe apenas: una joven que repartía sus días entre calculadora y tablas y las noches sumida en el frenesí del teatro. “Me recuerdo trabajando todo el día en un estudio de arquitectura en Capital y a la noche yendo a hacer teatro a calle Corrientes, siempre bajo la mirada examinadora de uno y otro lado: la vida académica y la vida artística”, explicó sin nostalgia, pero con esa claridad de quien nunca olvidó el esfuerzo invertido. ¿Cuántas veces sintió la presión de ajustarse a los mandatos ajenos? Ella misma responde: “Por suerte, no soy de que me lleve la corriente y me agarro a lo que creo de verdad”. Vanina Escudero compartió el álbum de fotos de su graduación de arquitecta Ahora, la danza parece ceder paso a los próximos desafíos. Atrás quedó esa fuerza arrolladora del show y comienza el andar silencioso por el camino de la arquitectura, una pasión que, como ella misma relató, estaba “en calma”, esperando el momento justo para volver a encenderse. “De a poco les iré contando de qué va este camino que hoy transito por aquí. Me dejan sus historias de esfuerzo y perseverancia”, invitó ella, abriendo las puertas de una nueva faceta, ansiosa por encontrar eco en las vivencias de quienes la siguen. La reacción de Silvina Escudero fue inmediata, colmada de admiración: “¡Un orgullo tu camino! ¡Tu mirada y opinión fue siempre clave en cada nuevo hogar. Y ni hablar de tus planos! Seguro rompiéndola con la arquitectura”. Las palabras de la hermana menor no solo honran el talento profesional de Vanina, sino también esa complicidad entre ellas, en la que los éxitos de una se celebran como propios. Vanina Escudero al recibirse de arquitecta, acompañada por su hermana Silvina y su amor, Álvaro Navia Del lado del corazón, Álvaro Navia no se guardó su emoción: “Amor, lo mejor siempre está por venir... ¡Estamos orgullosos de vos! ¡Te acompañamos y te amamos!”, reflejó el humorista. Las imágenes de esa entrega de diplomas, el recuerdo de noches divididas entre cálculos estructurales y libretos de teatro, el homenaje de la familia y la apertura pública de un nuevo perfil profesional componen la escena de un renacer. Vanina Escudero enseña su título de arquitecta, pero exhibe, más que nada, la perseverancia: “Siempre me esforcé por conseguir lo que deseaba: perseverancia y amor en lo que uno hace. Como a muchos, las cosas me llegaron con tiempo y esfuerzo”, reveló a quienes la leen. Y así da el paso. ¿Qué nuevos proyectos crecerán a partir de hoy en el papel, en el espacio? ¿Quién acompañará ese recorrido que, después de todo, nunca fue en soledad? Abriendo de par en par la puerta de su nueva/antigua vocación, Vanina Escudero desafió a quienes la siguen a animarse también y sus palabras quedarán resonando: “No soy de que me lleve la corriente y me agarro a lo que creo de verdad”. ¿Y quién podría dudar de esa convicción?
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