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CABA » Plazademayo
Fecha: 25/11/2025 22:52
ONU Mujeres publicó su informe “Datos y cifras: violencia contra las mujeres”, revelando que la prevalencia de la violencia física o sexual permanece prácticamente igual desde hace veinte años. Cerca de 840 millones de mujeres han sufrido agresiones alguna vez en su vida. Además, el organismo advierte que las crisis climáticas e humanitarias intensifican los riesgos, y alerta sobre el creciente avance de la violencia digital. En un nuevo informe global, ONU Mujeres expuso cifras contundentes sobre la violencia de género y su magnitud en todo el mundo. Esta organización internacional, que sostiene sus conclusiones en estadísticas verificadas, destaca que el acceso a datos ha mejorado en las últimas décadas. Actualmente, al menos 168 países cuentan con información sobre la prevalencia de violencia de pareja. Sin embargo, el escenario general continúa siendo alarmante. El organismo confirmó que la cifra global de mujeres de 15 años o más que han sufrido violencia física o sexual, tanto dentro como fuera de la pareja, se mantiene casi igual desde hace veinte años. Según los datos, el 30 por ciento de ellas —unas 840 millones de mujeres— han atravesado estas violencias en algún momento de su vida. Desigualdades regionales y un riesgo persistente La violencia afecta a las mujeres en todo el planeta, aunque algunas regiones muestran una incidencia mucho mayor. Las mujeres que viven en Oceanía sin incluir Australia ni Nueva Zelanda, en los Países Menos Adelantados (PMA) y en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) enfrentan niveles más altos de violencia de pareja. En estas zonas, la prevalencia en los últimos 12 meses supera ampliamente el promedio mundial del 11 por ciento. Asimismo, la violencia sexual ejercida por alguien que no es la pareja continúa siendo un problema extendido. Un total de 263 millones de mujeres, es decir, el 8 por ciento de las mayores de 15 años, reportaron haberla sufrido al menos una vez. A pesar de ello, las denuncias siguen siendo escasas. La violencia comienza temprano y no desaparece con la edad. Casi 1 de cada 6 adolescentes entre 15 y 19 años que ha tenido pareja sufrió abusos físicos o sexuales en el último año. El riesgo también continúa en la vejez: entre el 4 y el 5 por ciento de las mujeres de 60 años o más fueron víctimas de violencia de pareja recientemente, cifra que podría aumentar si se consideraran formas como la retención de medicamentos o la violencia económica. Muertes en el ámbito privado y una crisis de seguridad global La violencia de género no solo afecta el bienestar emocional, físico y económico: también mata. En 2024, se estima que 50.000 mujeres y niñas fueron asesinadas por sus parejas u otros familiares. El dato es contundente: el 60 por ciento de las casi 83.300 mujeres asesinadas ese año murieron en el ámbito privado. Esto equivale a 137 mujeres y niñas asesinadas por día en manos de personas de su entorno cercano. La comparación con los hombres resulta reveladora. Solo el 11 por ciento de los homicidios de varones ocurren en el ámbito doméstico, mientras que esta cifra llega al 60 por ciento en el caso de las mujeres. Crisis interconectadas —como la emergencia climática, los conflictos y el deterioro económico— incrementan estos riesgos. El informe señala que el 80 por ciento de las personas desplazadas por el clima son mujeres, lo que las expone a mayores niveles de violencia. En contextos humanitarios los datos son aún más extremos: el 70 por ciento de las mujeres sufre violencia de género, el doble del promedio mundial del 35 por ciento. En Afganistán, por ejemplo, el 64 por ciento de las mujeres declaró en 2024 que no se siente segura al salir sola de su casa, frente al 2 por ciento de los hombres. Tecnología, misoginia digital y nuevas fronteras del riesgo La violencia no se limita al espacio físico. ONU Mujeres advierte sobre el crecimiento exponencial de las agresiones en línea. La expansión de contenidos misóginos en la llamada “machosfera” replica y normaliza patrones violentos tanto en redes sociales como fuera de ellas. Aunque aún no existe una definición internacional consolidada de violencia digital, la evidencia nacional y regional es contundente. En la Unión Europea, una de cada diez mujeres ha sufrido ciberacoso desde los 15 años. Las periodistas, políticas y otras mujeres en roles públicos enfrentan un impacto particular. Una encuesta mundial citada por ONU Mujeres indica que el 73 por ciento de las periodistas ha sufrido violencia digital, y un 20 por ciento denunció agresiones fuera de Internet vinculadas directamente al hostigamiento en línea. Protecciones legales insuficientes El informe advierte que solo el 14 por ciento de las mujeres vivía en 2022 en países con protecciones legales sólidas para garantizar sus derechos. Aunque las leyes contra la violencia doméstica suelen correlacionarse con menores niveles de violencia, apenas el 55 por ciento de los países cuenta con legislación integral en esta materia. Más preocupante aún, más del 60 por ciento de los países carece de leyes que definan la violación basándose en el consentimiento, lo que representa una brecha crítica en la protección de los derechos humanos. Un costo económico multimillonario La violencia de género también tiene un costo económico enorme y poco visible. Según cifras de la Unión Europea, el costo anual total asciende a 366.000 millones de euros, de los cuales el 79 por ciento corresponde a violencia contra las mujeres. La pérdida de productividad es notoria. En Viet Nam, por ejemplo, los gastos directos y las pérdidas económicas equivalen al 1,41 por ciento del PIB nacional. Además, las mujeres que sufren violencia ganan 35 por ciento menos que aquellas que no la padecen. Mientras las cifras crecen, el financiamiento disminuye. El presupuesto internacional destinado a erradicar la violencia cayó un 13 por ciento entre 2018-2019 y 2020-2021. Además, solo el 1 por ciento de la ayuda oficial al desarrollo con enfoque de género llega a organizaciones locales de mujeres o movimientos feministas. ONU Mujeres advierte que, frente a una realidad que afecta a miles de millones de mujeres, reforzar la inversión es una urgencia política, social y económica.
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