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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/11/2025 22:41
Virginia Franco, la víctima La Justicia logró en las últimas horas la captura del principal sospechoso del crimen de Virginia Franco, la psiquiatra asesinada de una puñalada en el cuello diez días atrás en su casa de City Bell, jurisdicción de La Plata. Se trata de Javier Echeverguren, de 38 años, que trabajaba en la casa de la víctima como jardinero, aseguraron fuentes del caso a Infobae. La principal hipótesis de los investigadores es que Franco descubrió que Echeverguren le robaba. Así, el jardinero la habría matado para cubrirse, con una lógica, al menos, insensata. Estaba a punto de huir: Echeverguren tenía un pasaje de micro con destino a Tucumán para este lunes a las 19, horas antes de su arresto. La investigación que llevó a atraparlo, realizada por la DDI de La Plata, fue conducida por el fiscal Álvaro Garganta, con una batería de medidas de prueba como una segunda autopsia, un extenso barrido de cámaras y la toma de testimonios en el entorno de la víctima. La prueba que cerró la pista en su contra, a la que accedió Infobae, fue una filmación de cámaras de seguridad de la cuadra del crimen, que muestran al sospechoso con una mochila cargada y una bicicleta que habría sido del esposo fallecido de Franco. Video: las filmaciones de cámaras de seguridad que incriminaron al sospechoso del crimen de Virginia Franco La prueba clave El crimen fue al menos salvaje. Además de la puñalada en el cuello de la víctima, de seis centímetros de largo, los forenses hallaron una herida cortante en la zona del mentón, en ambos parpados, la muñeca y más cortes en dedos de una de las manos, además de un golpe en su cabeza. La hipótesis de un crimen en ocasión de robo, al comienzo, no cerraba del todo. Se encontró el televisor de la víctima, así como un caja con alhajas Se sospechó, en un momento, de un posible acosador, una teoría que no prosperó. Si Echeverguren robó, entonces no robó nada realmente de valor, al menos, no de valor monetario. Echeverguren, descubrieron también los investigadores del caso, no era el jardinero de toda la vida de Franco. Había comenzado a trabajar en la casa de la víctima hace relativamente poco, tras heredar la cartera de clientes del jardinero previo, que se había jubilado. Echeverguren tras su detención El teléfono y la computadora de la psiquiatra, descubrieron los investigadores, fueron encendidos por última vez el día 13 de este mes. Las cámaras que muestran al jardinero ir y venir, y que ilustran esta nota, datan, precisamente, de ese día. Además de la bicicleta, el video lo muestra llevando una escalera. El barrio tampoco ayudó al presunto asesino. Los vecinos de Franco declararon que ninguno de ellos le había encargado trabajo a Echeverguren aquel jueves. Así, cinco días atrás, los detectives encontraron su nombre y su teléfono. Descubrieron que planeaba escapar a Tucumán. También, que tenía parientes en una villa en Quilmes que podrían refugiarlo. Lo capturaron sobre la calle 174, con el bolso ya armado. Pablo B., de 45 años, el amigo de Franco que reportó el hallazgo del cadáver, fue demorado al comienzo de la investigación y liberado en cuestión de horas luego de declarar como testigo. Su aporte fue esencial para la investigación. Entregó, por ejemplo, la clave de la computadora de la psiquiatra. .
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