23/11/2025 20:37
23/11/2025 20:36
23/11/2025 20:35
23/11/2025 20:35
23/11/2025 20:34
23/11/2025 20:33
23/11/2025 20:32
23/11/2025 20:32
23/11/2025 20:32
23/11/2025 20:31
Parana » AnalisisDigital
Fecha: 23/11/2025 20:09
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, visitó el 6 de diciembre del año pasado Montevideo, destacándose como un momento clave en el proceso para la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC). El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó hoy que el entendimiento entre el Mercosur y la Unión Europea será firmado el 20 de diciembre durante la Cumbre de Líderes del bloque en Foz do Iguaçu, en el estado de Paraná. A más de veinte años de negociaciones, la definición de la fecha cierra un proceso de idas y vueltas que se extendió por más de dos décadas y que, en los últimos meses, había vuelto a cobrar impulso político sostenido. En Johannesburgo, Sudáfrica, durante la Cumbre del G20, el anuncio llegó acompañado de la valoración de Lula, quien definió la instancia como “un momento muy especial para ambos bloques” y anticipó que, tras la firma, comenzará una etapa intensa para transformar el texto en resultados concretos. Además, sostuvo que “todavía habrá mucho trabajo por hacer, pero será firmado”, al señalar que su agenda de aquí a fin de año solo incluirá los desplazamientos necesarios para cumplir ese compromiso de manera clara y responsable, consignó el portal de Perfil. Asímismo, aclaró que la negociación no es bilateral con un gobierno europeo en particular, sino entre bloques: “No estoy firmando con Francia, estoy firmando con la Unión Europea”, expresó, al mencionar a los funcionarios de la Comisión Europea encargados de la etapa técnica final. Su comentario buscó despejar las especulaciones sobre las diferencias internas dentro del bloque europeo, especialmente en torno a los sectores agrícolas. El entendimiento apunta a dinamizar el comercio entre la Unión Europea y los países del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— mediante la reducción o eliminación progresiva de aranceles y otras barreras que históricamente limitaron el intercambio. A juicio de Lula, la escala económica del tratado abarcará a más de 720 millones de habitantes y un producto interno bruto conjunto de 22 billones de dólares, una dimensión que, en su visión, podría transformarlo en “el mayor acuerdo comercial del mundo”, con un impacto profundo y duradero a nivel global. Sometida a una negociación extensa, la propuesta contempla la desgravación de más del 90% de los aranceles bilaterales, con plazos diferenciados —hasta diez años para la UE y hasta quince para el Mercosur— para resguardar a los sectores más sensibles. A esto se suman avances en áreas clave como normas sanitarias y fitosanitarias, acceso a licitaciones públicas, reducción de trabas técnicas y armonización de estándares que buscan facilitar el intercambio. A partir de este capítulo, el texto incorpora compromisos laborales y ambientales —desde estándares de la OIT hasta obligaciones vinculadas al Acuerdo de París— con la intención de alinear el comercio con metas de sostenibilidad cada vez más exigentes y globales. En paralelo, la Unión Europea propuso un mecanismo para que el entendimiento comience a aplicarse de manera provisional antes de la ratificación plena en cada país miembro. Con la fecha de la firma ya confirmada, ambos bloques se preparan para iniciar la etapa decisiva: transformar la voluntad política en una herramienta operativa que promueva inversiones, expanda mercados y dé previsibilidad a las economías. La LXV Cumbre de Líderes del Mercosur se realizó el 6 de diciembre de 2024 en Montevideo, Uruguay. Desde cuándo se negocia el entendimiento Mercosur–Unión Europea El proceso negociador entre el Mercosur y la Unión Europea comenzó formalmente en 1999, después de la Cumbre América Latina–Caribe–Unión Europea celebrada en Río de Janeiro y, allí se acordó iniciar conversaciones para una asociación birregional apoyada en tres pilares: diálogo político, cooperación y comercio. A partir de entonces, el intercambio atravesó etapas de avance, pausas y ajustes, con el objetivo de reducir barreras arancelarias y no arancelarias y avanzar hacia un espacio de libre comercio con reglas comunes. Situado antes del inicio formal, el punto de partida fue el Acuerdo Marco de Cooperación firmado en 1995, que preparó el terreno para una integración más profunda entre ambos bloques. Años después de negociaciones intermitentes, las conversaciones retomaron impulso en 2013 y, en 2019, se alcanzó un acuerdo en principio que planteaba la liberalización de cerca del 90% del comercio entre las dos regiones, un avance central dentro de un proceso considerado relevante, publicó el portal de Perfil. Acto seguido, en diciembre de 2024, la Comisión Europea anunció oficialmente la conclusión del entendimiento durante un encuentro en Montevideo, junto a la presidenta Ursula von der Leyen. En esa instancia, ambas partes destacaron el “intenso proceso de negociaciones” que permitió ajustar el texto a los desafíos actuales a nivel nacional, regional y global. En paralelo a los avances, persisten obstáculos relevantes vinculados a la presión del sector agrícola europeo —sobre todo en Francia—, donde los productores temen la competencia de la oferta sudamericana, en especial la brasileña, lo que llevó al presidente Emmanuel Macron a endurecer sus objeciones. Ante este escenario se suma a las discusiones aún abiertas sobre estándares ambientales y laborales, que continúan siendo un punto sensible para varios países. A pesar de estas tensiones, el entendimiento es visto como una oportunidad estratégica: para la Unión Europea, representa una vía para diversificar mercados frente a la competencia global de Estados Unidos y China; y para los países del Mercosur, especialmente para Brasil, podría convertirse en un impulso para sus exportaciones agrícolas e industriales.
Ver noticia original