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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/11/2025 20:33
Un experimento de la Universidad de Auckland demuestra que el cerebro humano puede confundir la dirección de los sonidos, generando una ilusión auditiva (Imagen ilustrativa Infobae) Un reciente experimento puso a prueba la confianza en nuestro sentido del oído: científicos de la Universidad de Auckland demostraron que el cerebro humano puede ser engañado por una ilusión auditiva, haciéndonos percibir sonidos que provienen de frente como si se originaran detrás de nosotros. El hallazgo, publicado en la revista Perception, alerta sobre nuevas dificultades para la seguridad y la autonomía de quienes dependen de la orientación sonora, especialmente las personas con discapacidad visual. Un experimento y los límites humanos de percepción sonora El experimento, dirigido por Sam Schwarzkopf, profesor asociado de Ciencias de la Salud, reveló que la percepción del sonido puede fallar de manera sorprendente, incluso en situaciones cotidianas. Según informó el autor en The Conversation, este hallazgo expone una limitación poco conocida de la audición humana, con implicaciones directas para la seguridad y la vida diaria, especialmente en personas con discapacidad visual. El equipo de Schwarzkopf se inspiró en la capacidad de las lechuzas para localizar presas solo con el oído. Para poner a prueba la percepción auditiva humana, los investigadores realizaron un experimento sencillo: golpearon dos cucharas de metal en diferentes posiciones alrededor de una persona con los ojos vendados. La ilusión auditiva identificada hace que sonidos emitidos de frente sean percibidos como si provinieran de atrás, según el estudio científico (Imagen Ilustrativa Infobae) Los participantes distinguieron sin dificultad los sonidos provenientes de la izquierda o la derecha, pero cuando el sonido se generó directamente frente a ellos, casi siempre lo percibieron como si viniera de atrás. Schwarzkopf expresó su asombro ante los resultados: “Nos sorprendió descubrir lo mal que lo hacemos. Como muestra nuestra investigación, nuestro oído se engaña de formas dramáticas”, declaró en The Conversation. Una ilusión auditiva que engaña incluso cuando conocemos la fuente La ilusión auditiva resultó tan convincente que, incluso cuando los participantes sabían que el sonido se producía frente a ellos, seguían escuchándolo detrás. El fenómeno se repitió en diversos entornos, como laboratorios, oficinas, aulas, salas insonorizadas e incluso al aire libre. Además, se probó con diferentes tipos de sonidos, como tonos puros, explosiones y campanas, y en todas las ocasiones el resultado fue el mismo. El equipo también confirmó el efecto bajo condiciones controladas de laboratorio, donde un ordenador seleccionaba aleatoriamente la ubicación del sonido. El experimento reveló que la confusión adelante-atrás ocurre incluso cuando los participantes conocen la ubicación real del sonido (Imagen Ilustrativa Infobae) La explicación de esta ilusión radica en las limitaciones físicas de la audición humana. Con solo dos oídos, el cerebro infiere la dirección de los sonidos a partir de señales sutiles de tiempo e intensidad, pero estas pueden ser engañosas, ya que resultan similares para sonidos que provienen directamente de adelante o de atrás. Esta confusión, conocida como “confusión adelante-atrás”, no solo dificulta la localización precisa, sino que también genera una percepción errónea muy convincente. Schwarzkopf y su equipo sugieren que la brevedad de los sonidos utilizados en el experimento podría ser un factor clave, ya que en la vida real muchos sonidos duran más tiempo y el movimiento de la cabeza ayuda a romper la ilusión. Por este motivo, el fenómeno suele pasar desapercibido en la vida cotidiana. Implicaciones para personas con discapacidad visual y la investigación futura El hallazgo adquiere especial relevancia para las personas con discapacidad visual, quienes dependen en mayor medida del oído para orientarse en el entorno. Schwarzkopf señaló que “escuchar dónde están las cosas en el mundo es importante para todos nosotros, como al cruzar la calle. Pero quienes tienen la visión reducida deben confiar en su audición”. El equipo de investigación plantea que las personas que han perdido la vista recientemente podrían estar en mayor riesgo de sufrir confusiones peligrosas debido a esta ilusión auditiva. Más allá de la seguridad, el descubrimiento abre nuevas preguntas sobre el funcionamiento del cerebro y la percepción sensorial. El grupo de la Universidad de Auckland se propone investigar si la audición humana se basa en expectativas sobre la procedencia de los sonidos y si la falta de visión influye en la preferencia por ubicar sonidos fuera del campo visual. Entre los próximos pasos, planean analizar cómo varía la ilusión tras periodos prolongados de privación visual y si las personas ciegas o con baja visión experimentan el fenómeno de la misma manera.
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