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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/11/2025 16:36
Un estudio reveló que los trastornos alimentarios elevan drásticamente el riesgo de fallos orgánicos depresión y muerte prematura incluso años después del diagnóstico (Por Dennis Thompson - HealthDay News) -- Los trastornos alimentarios pueden dañar la salud física y mental de una persona de formas que perduran durante años, según informa un nuevo estudio. La anorexia, la bulimia, los atracones y otros trastornos similares conllevan un alto riesgo de problemas de salud como diabetes, insuficiencia renal o hepática, fracturas y muerte prematura, según los investigadores. Este riesgo es altísimo en el primer año tras el diagnóstico de un trastorno alimentario, pero puede persistir durante años después, informaron los investigadores en la revista BMJ Medicine. La investigación mostró que quienes tienen trastornos alimentarios pueden tener hasta catorce veces más riesgo complicaciones médicas graves (Imagen Ilustrativa Infobae) “Este estudio pone de manifiesto la importancia de monitorizar continuamente los resultados de salud física a largo plazo en personas con antecedentes de trastornos alimentarios”, concluyó el equipo de investigación liderado por Catharine Morgan, epidemióloga de la Universidad de Manchester. Para el estudio, los investigadores analizaron los historiales médicos de más de 24.700 personas de entre 10 y 44 años diagnosticadas con un trastorno alimentario, comparándolas con otras 493.000 personas que no tenían trastornos alimentarios. Los resultados mostraron que en el primer año tras el diagnóstico, las personas con trastornos alimentarios eran: Los trastornos alimentarios afectan diversos órganos y aumentan de forma sostenida la probabilidad de insuficiencia renal hepática ósea cardíaca y problemas metabólicos (Freepik) Seis veces más probabilidades de sufrir insuficiencia renal. Casi 7 veces más probabilidades de desarrollar enfermedad hepática. Seis veces más probabilidades de desarrollar osteoporosis. El doble de probabilidad de sufrir insuficiencia cardíaca. Tres veces más probabilidades de desarrollar diabetes. Siete veces más probabilidades de tener depresión. Más de 9 veces más probabilidades de autolesionarse. 14 veces más probabilidades de intentar suicidarse. En general, las personas con trastornos alimentarios tenían un riesgo más de cuatro veces mayor de morir prematuramente por cualquier causa, y un riesgo cinco veces mayor de morir por causas no naturales como el suicidio. Algunos de estos riesgos seguían siendo sustancialmente mayores años después de ser diagnosticados por trastornos alimentarios, según los investigadores. Investigadores advirtieron que los efectos duraderos de los trastornos alimentarios exigen mayor monitoreo en atención primaria y una integración de cuidados a largo plazo (Europa Press) Por ejemplo, el riesgo de enfermedad renal y hepática seguía siendo entre 2,5 y 4 veces mayor tras 5 años, según los investigadores, mientras que el riesgo global de muerte prematura seguía siendo de 2 a 3 veces mayor. Una década después del diagnóstico, las personas con trastornos alimentarios seguían muriendo a tasas más altas. Por ejemplo, su riesgo de suicidio se mantuvo casi 3 veces mayor tras 10 años. “Nuestros datos describen los efectos sustanciales a largo plazo de los trastornos alimentarios y subrayan la oportunidad potencial para que la atención primaria tenga un papel más importante en ofrecer apoyo y monitorización a largo plazo a las personas que se están recuperando de un trastorno alimentario”, escribieron los investigadores. “Es esencial concienciar a los profesionales sanitarios sobre los efectos duraderos de los trastornos alimentarios y la necesidad de apoyo continuo para gestionar los síntomas actuales y la recuperación”, concluyó el equipo. En un editorial, investigadores de la Universidad McMaster en Ontario, Canadá, coincidieron con las conclusiones del equipo. “Los trastornos alimentarios afectan a millones de personas en todo el mundo, pero sus consecuencias están poco reconocidas”, escribieron los editorialistas liderados por Jennifer Couturier, profesora de psiquiatría y neurociencia conductual en la Universidad McMaster. “Los trastornos alimentarios afectan múltiples sistemas de órganos, lo que requiere una integración de cuidados para tratar adecuadamente a los pacientes”, escribió el equipo editorial. “Esta situación sitúa a los proveedores de atención primaria en una posición ideal para liderar y coordinar su atención, y sugiere que los entornos de atención primaria serían adecuados para la intervención temprana y continua”, agregó. Más información: La Asociación Americana de Psiquiatría tiene más información sobre los trastornos alimentarios. FUENTES: BMJ, nota de prensa, 18 de noviembre de 2025; BMJ Medicine, 18 de noviembre de 2025 * Dennis Thompson HealthDay Reporters ©The New York Times 2025
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