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» Elterritorio
Fecha: 23/11/2025 05:25
En Paraguay, sin regulaciones, sin cargas y sin instituto que proteja a nadie, la yerba vale prácticamente lo mismo que acá. domingo 23 de noviembre de 2025 | 4:00hs. Imágenes creadas con IA El Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) volvió a sufrir una amputación esta semana. Con el decreto 812/2025 el gobierno nacional prohibió que intervenga en el mercado para regular precios o proteger a los pequeños productores. Esa medida no es un cambio menor: es un golpe directo a quienes cultivan la hoja verde en chacras modestas, mientras beneficia a quienes tienen molinos y fábricas para quedarse con el grueso de la ganancia. El Inym, así como fue creado, servía para que dentro de la gran familia yerbatera los hermanos más pequeños tuvieran garantizada su alimentación básica. Ahora todo queda en manos del dios mercado, que, como se sabe, carece de piedad. El productor Hugo Sand, histórico referente de la familia yerbatera, calificó a la medida como “un golpe durísimo a la actividad yerbatera primaria”. En declaraciones a este diario, señaló que con esta decisión la industria grande controlará a su antojo los vaivenes del negocio, mientras que los pequeños productores quedan en estado “crítico y sin herramientas para defenderse”. Este no es el primer asalto al Inym: la tupacamarización del instituto, cuya creación costó tanta lucha, comenzó con el DNU 70/2023, que recortó sus facultades. Ahora, con el 812/2025, se consolidan esos recortes: se le quita al instituto la capacidad para fijar precios mínimos, intervenir en la oferta y la demanda, e incluso limitar nuevas plantaciones. En su nuevo rol, el Inym sólo podrá centrarse en “verificar la calidad” de la yerba, según el decreto. En el mientras tanto, como denunció Sand, los hijos de los productores están mendigando trabajo en las cosechas de las plantaciones de Brasil sin poder hacer nada para evitar que sus unidades productivas se vuelven inviables. Es que el Inym surgió precisamente para proteger a los pequeños y distribuir más equitativamente las ganancias; perder esa protección es mucho más que un recorte de poder: significa una amenaza real para la sobrevivencia de miles de productores yerbateros. Todo a la espera de que el libre mercado haga su magia. Pero, ¿realmente va a funcionar así? Sand advierte que muchos yerbateros ingenuamente creen que el juego de oferta y demanda les dará un precio justo con el tiempo. “No —dice—, si esto no se frena, vamos a perderlo todo”. También se podría suponer que si la industria paga menos a los productores, los precios deberían bajar en góndola para el consumidor. Bueno, eso tampoco sucedió. Una buena parte de los argentinos entiende que las leyes del mercado todo lo resuelven, en feliz coincidencia para felicidad de todas las partes. Esta semana se hizo viral un video que compara la carga impositiva para las industrias existentes en Paraguay y Argentina. Realmente la diferencia es grande. Van tres ejemplos. El IVA en Argentina es del 21 % contra el 10 de Paraguay. Ingresos Brutos acá se paga, según la provincia, entre 3 y el 6%, en el vecino país, no existe. El Impuesto a las Ganancias acá es de 35%. En Paraguay, es del 10%. Una lectura rápida a estos números diría que ese diferencial fiscal debería poner en una situación de supremacía a la industria paraguaya, cosa que tampoco es así. Pero hay todavía un dato que vuelve más interesante este debate de liberar todo, bajar los impuestos, dejar que el mercado regule. Los que sostienen esto son los mismos que usan la economía paraguaya como un modelo a seguir. Volvamos a la yerba mate. Paraguay es productor. En Colonias Unidas, del otro lado del río Paraná, frente a Corpus, está una de las industrias más grandes del país. Todo lo que se intenta hacer con la economía en Argentina, ya se hizo en Paraguay. Los impuestos son mínimos, las cargas sociales son bajas, no existe Inym y el mercado regula a su libre albedrío el precio del paquete de yerba. Ahora, dicho todo esto, ¿cuánto cuesta un kilo de yerba en el país vecino? La lógica indicaría que debería costar la mitad de lo que cuesta en Argentina. Veamos: En Misiones, un kilo de marca intermedia cuesta hoy en el súper entre 3.500 y 4.500 pesos, lo que equivale a entre 2 y 3,5 dólares. En el país vecino el kilo se vende entre 14.000 y 24.000 guaraníes, que equivalen a 2 a 3,5 USD. En Paraguay, sin regulaciones, sin cargas y sin instituto que proteja a nadie, la yerba vale prácticamente lo mismo que acá. Ahí está la magia del mercado: prodigiosa para multiplicar ganancias arriba, rigurosamente ciega para repartirlas abajo. Dos paquetes de yerba y una verdad incómoda.
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