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» Elterritorio
Fecha: 22/11/2025 21:00
Benjamín Zorrilla (16) ama el heavy metal y es multi instrumentista, superó desafíos de motricidad y diseñó dispositivos inclusivos para personas con discapacidad visual sábado 22 de noviembre de 2025 | 4:30hs. El lente con sensor ultrasónico de movimiento y distancia que ideó. Su habitación emula a la de cualquier adolescente de los 80. Hay pósters de bandas de heavy metal como Black Sabbath, Led Zeppelin, AC/DC, entre otros. Sobre su escritorio tiene autos de colección y una radio analógica, donde ama escuchar música y recostadas sobre un sillón descansan dos guitarras. Transitar la vida para Benjamín Zorrilla (16) no fue fácil, pero fue sorteando todos los obstáculos que se presentaron desde el momento de nacer. En ese transcurrir la música siempre fue su refugio y terapia. Nació sin oxígeno, casi muerto y de un color azul oscuro por lo que estuvo internado durante varios meses en neonatología. Esto le produjo complicaciones en la motricidad y en el habla, no caminó hasta pasados los 3 años. Pero hoy Benjamín es un adolescente independiente, ejecuta varios instrumentos, participó de la Estudiantina por primera vez tocando para su colegio, el Instituto Virgen de Itatí, sueña con ser director de banda y además inventó un lente con sensor ultrasónico para personas ciegas y un bastón con el mismo sistema, pensados para favorecer el tránsito de estas personas por la ciudad. La historia de Benja “Si bien él intelectualmente es un capo, todo lo que sea la parte de motricidad fina, como agarrar cosas pequeñas o una birome, por ejemplo, para escribir lo hace, pero le cuesta más, le salen unos callos o cosas así y después sufre un montón”, contó su mamá, Rosana Medina (36). Por eso para estudiar los profesores permitieron que lo haga con una computadora y no tomando notas a mano como el resto de sus compañeros. Es que por más que a Benjamín le guste escribir en la carpeta lo hace con lentitud. Desde los cuatro años asiste al Virgen de Itatí, que fue la única escuela que lo aceptó después del largo trajinar de su mamá por otras instituciones que alegaban que ya tenían lleno el cupo por discapacidad. “Las profesionales nos decían que le mandemos a una escuela común porque él intelectualmente está bien y una escuela especial no le iba a servir de nada. Siempre tuvo su maestra integradora, una capa Luciana Caballero, que estuvo con él muchos años, una gran profesional”, compartió Rosana. Habitación-refugio: allí se encierra a escuchar música y tocar. Fotos: Marcelo Rodríguez “Hasta hoy en día me cuesta un montón decirle que sí a todas las locuras de él, pero le digo que sí”, confesó su mamá entre risas. Es que el músico y creador adolescente este año empezó a moverse solo en colectivo y además de ir a la escuela por su cuenta, también lo hace a todas las demás actividades que tiene. “Se levanta a 4.30, se baña, se prepara y se va a las 6 a tomar el colectivo. Todos los días antes de irse me da un beso. Le hice acortar actividades porque estaba todo el día afuera y llegaba agotado porque además tiene los tratamientos por fuera: hace psicopedagogía, tutoría, psicología, kinesiología -dejó este año-, terapia ocupacional. En todos lados él se maneja solo”, enumeró. Cuando tenía 5 años, recordó su mamá, los médicos de Posadas les dijeron que tenía una enfermedad degenerativa evolutiva de los músculos. Desesperados fueron al Hospital Garrahan, donde después de hacerle diversos estudios, descartaron ese panorama desalentador. “No fue nada gravísimo como nos dijeron acá, pero tuvimos que ir hasta allá para que nos den esa noticia”, indicó. Tuvo que usar férula hasta la rodilla en una pierna desde los 3 hasta los 6 años y también someterse a una inyección de botox en sus piernas y brazos porque los músculos se le estaban atrofiando. La pasión por la música Benja le pone pasión y esfuerzo a todo lo que hace. Se entrega de lleno y con disfrute. A los 8 años se inició en el taekwondo que hacía seis veces a la semana y le ayudó muchísimo a fortalecer la estabilidad. Es muy amiguero y sociable, como se describió, aunque contó también que de más chico sufrió bastante bullying. Es multiinstrumentista, legado que le debe a uno de sus tíos, Darío, que falleció cuando Benja tenía 6 años, pero que le transmitió su amor por la música y además le regaló su primera armónica y acordeón. Su papá, metalero en su juventud, también tuvo su influencia. Es así que desde que sus padres le dieron el visto bueno usa el pelo largo, aritos en las dos orejas, muñequeras negras y remera de sus bandas preferidas de heavy metal. “Los instrumentos que ejecuto bien son la guitarra, la armónica, el tom y la batería y tengo otros como la melódica, la quena, la flauta. Me gustaría tener también un teclado y un bajo”, dijo con una mirada de complicidad a su madre. Asimismo, agregó: “Soy fanático de los instrumentos, de la música en general y también soy uno de los pocos chicos de mi edad que le gusta escuchar radio. Soy lo que se puede decir ‘un viejo, pero en el cuerpo de un joven’. Siempre me gustó el estilo de antes”. Es que además prefiere escuchar música desde un MP3 o la radio, porque cuando está en ese trance no quiere que ninguna aplicación de celular lo distraiga. El lente con sensor Para el área de Economía de su colegio ideó junto a su grupo un lente con sensor ultrasónico de movimiento y de distancia para personas ciegas. “Está configurada a 1,20 metros de distancia, que lo configuramos en la compu y se alimenta con una batería de nueve voltios. Le puse un zumbador y a esa distancia, suena y le avisa que hay un obstáculo o una persona”, explicó. Y añadió: “Estaría bueno que sea con un arduino nano, que es más chiquito que puede ir en el lente, entonces no necesita que todo esté en la riñonera y en lugar de un zumbador, que haya un vibrador”. Asimismo, hicieron un bastón para ciegos también con un sensor ultrasónico “que cuando la persona está por chocar con algo vibra, también le pusimos un botón que cuando la persona está en el semáforo, aprieta y suena el zumbador avisando que necesita ayuda”. Sin embargo, su proyecto inicial era adaptar instrumentos para personas con discapacidad. Esto basado en su historia y en otra inspiradora del músico Rick Allen, miembro de la banda de hard rock Def Leppard que a pesar de perder su brazo izquierdo en un accidente automovilístico, siguió tocando con una batería adaptada. “Eso te hace ver que nada es imposible, aunque cueste. Hasta hoy en día me cuesta mucho tocar, la velocidad y esas cosas, pero seguí y sigo. En base a lo que a mi me costó hacer las cosas, por ejemplo, tocar instrumentos, escribir, me gustaría ayudar a otra gente y también me gustaría concientizar de que no hay gente con discapacidad, que todos son personas con dificultad”, remarcó. Benja estudia batería y guitarra en la Escuela de Rock y se prepara para el concierto de fin de año. Mientras tanto, siguiendo su anhelo de llegar a ser director de banda ya trabaja en la composición de ritmos. “Le dejo loca a mi mamá, a veces a la noche se me ocurre algo y empiezo a tocar”, dijo el hermano mayor de Érica, seis años menor que él. AC/DC es su banda fundacional, pero también le gusta Ozzy Osbourne como solista y a nivel nacional prefiere el rock rolinga como La 25, Viejas Locas, “también escucho al Flaco, Charly, pero escucho más el rock de barrio”. Hace un tiempo tuvo la oportunidad de ir al recital de Rata Blanca y conocer a la banda con la que tuvo oportunidad de desayunar gracias a una profesora que es amiga del vocalista Adrián Barilari.
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