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» La Capital
Fecha: 22/11/2025 14:11
El periodista Nahuel Gallotta, de 39 años, trabajó la mayor parte de su carrera en Buenos Aires, donde fue redactor de Policiales en Clarín. A la vez colaboró con otros medios y escribió libros protagonizados por criminales. Siguiendo esos pasos en 2017 llegó a Rosario y encontró casi de manera fortuita el proyecto de libro que la editorial Orsai publicó este año: “Te hice pica. La historia no oficial de la Rosario narco” , una crónica que busca ir al hueso de la trama narcocriminal de esta ciudad, a la que volvió cada vez que hizo falta. El libro comienza con una escena rosarina por excelencia: un clásico entre Central y Newell's en el Gigante de Arroyito. El autor está con una persona que, según describe, tiene un reloj Rolex que tal vez ningún otro asistente al estadio tenga. Ese hombre abre la puerta a un tema ya escrito en Rosario, pero al que Gallotta le busca su impronta propia al profundizar en los diálogos, recuerdos, confesiones y descripciones propias del periodismo más inquieto. Fruto del encuentro con narcotraficantes, policías corruptos, delincuentes que esquivaron la cárcel y la muerte violenta, familiares de víctimas y otros actores sociales de la cara más compleja de la ciudad. "Te hice pica" aborda una problemática social ya explorada y narrada en otros trabajos pero que, por su complejidad tan amplia y por sus tramas todavía oscuras, permite nuevas miradas. El autor logra así su singularidad, también posible por sus inquietudes. Gallotta considera que explicará mejor el mundo del narcotráfico si cuenta, por ejemplo, cómo una relación de pareja que parecía caer en picada remonta por los buenos resultados de un hombre que emprende en el narcomenudeo y pasa a ser mayorista. El título del libro hace referencia a la manera en que Los Monos comenzaron en el negocio de las drogas ilícitas: cobrándole a vendedores, a los que “le hacían pica” al descubrir que vendían sin pagar una cuota para poder hacerlo sin problemas. La investigación busca ir a lo profundo de la banda surgida en el barrio La Granada, adonde Gallota llega para recorrer sus calles junto a la viuda del Pájaro Cantero, antiguo líder de la banda asesinado en 2013. Pero también va más allá, a las fronteras del norte del país, a Bolivia y Paraguay, en las localidades donde comienza la cadena de distribución que llega a Rosario para venderse al menudeo o para ser un punto de exportación por el río Paraná. >> Leer más: Bandidas: un libro de Nahuel Gallotta En una conversación con La Capital contó más detalles de su trabajo. El libro ya se puede conseguir en la librería Homo Sapiens, Sarmiento 829. ¿Cómo surge tu interés por Rosario y cómo empieza esta investigación? En noviembre de 2017 yo estaba en Rosario por mi libro Bandidas (historias de reclusas de distintos puntos del país) porque una de las bandidas es de Villa Gobernador Gálvez y yo había viajado a entrevistarla. Ese mismo día es la presentación de un libro sobre Los Monos en donde Lorena Verdún (viuda del Pájaro Cantero) interrumpe diciendo entre otras cosas que cómo puede ser que escriban un libro sobre su familia sin que nadie los consulte. Yo la escuché a ella y sentí que lo que planteaba tenía lógica y tenía que ver con el estilo de periodismo que me gusta. Entonces me comuniqué con mi editor de Clarín y le ofrecí contactar a Lorena y me dijo que sí. Me encontré con Lorena y ella apareció con un amigo del Pájaro que también aportó cosas. Después durante un tiempo cada vez que fui a Rosario aproveché para tomar un café con algunas personas más que fui conociendo y llegó un momento que me vi con buenos contactos y una historia que me atrapaba mucho. Me estaba enterando de un montón de cosas que no las leía en la prensa y sentí que tenía que contar esta historia. Me empezó a apasionar, me empecé a enganchar con con los personajes. ¿Qué encontraste en la historia del inicio Los Monos que pueda explicar todo lo que vino después? El Pájaro principalmente, por lo que yo entiendo de la historia, fue el primero que quiso cruzar las fronteras de la Circunvalación. La ambición del Pájaro, las ganas de ser alguien, de que sus hijos no tengan la misma vida o la misma infancia que había tenido él, me parece que fue ese motorcito que hizo que los Cantero no siguieran siendo lo que venían siendo. Era una banda que no salía de La Granada y de Las Flores, que se vivía tiroteando con vecinos y que vivían re pobres. La historia de Los Monos o la del Pájaro con sus amigos es para una charla TED. Los tipos querían triunfar, querían irse del barrio. Y no lo lograron en el primer intento. Querían salir de pobres, sabían que lo que venían haciendo no les servía porque robaban gasoil, robaban caballos, robaban vacas, vivían re ajustados, tenían que cazar y pescar para comer. Empezaron a hacer distintas cosas, distintas modalidades delictivas, que no los sacaron de pobres hasta que alguien, un personaje que estaba parando con ellos, les plantea: “Che y si le empezamos a cobrar a los que venden droga”. Y eso que Los Monos estaban dispuesto a todo, menos a vender droga. Ellos empiezan a cobrando a pequeños tranzas del sur. Empiezan a ver plata y después a esos tranzas les empezaron a pedir el contacto de sus proveedores. Le caían al proveedor, le empezaron a cobrar y así fueron llegando un montón y crearon como un un tipo de negocios que no existía. En un principio todos lo hacían por miedo porque al que no quería pagar le cagaban a tiros el búnker y le hacían la vida imposible. Pero después cuando se armó la marca, entre comillas, pasó al revés. Los que querían abrir un búnker iban a buscar a Los Monos y le pedían apoyo para poder hacerlo. ¿Para qué viajaste a otros países siguiendo la ruta que conecta con Rosario? Porque quería conocer el negocio por dentro, qué función tiene cada uno. Porque no es lo mismo el que vende en el búnker, que el que baja la avioneta, que el transportista, que el que se dedica a descargar la avioneta, que el que consigue el campo. Y sentía que para entender todo eso no quedaba otra que charlar con este tipo de fuentes y estar en estos lugares. Además porque me gusta meterle relato a la información. Como autor siento que solo contando información el lector se aburre. En cambio si yo le meto relato que estoy con un rosarino en Ciudad del Este cruzando y él me va contando cosas, siento que es más atractivo, que es más llevadero. Entonces es también una estrategia de de escritura. ¿Cómo se ve a Rosario desde otras localidades y países? Todo lo que son paraguayos y bolivianos no quieren saber nada con Rosario. No confían en los narcos rosarinos. Quieren esquivar Rosario, les tienen miedo, dicen que son cagadores, que los roban, que son demasiado violentos para lo que es el negocio. Ellos te dicen que el negocio tiene que ser tranquilo. “Nosotros somos comerciantes”, es lo que te dicen, ese es el perfil del boliviano y el paraguayo. Constantemente los narcos evitan Rosario. Los bolivianos hace años dejaron de ir a Rosario. Sí hay rosarinos que tienen contactos con bolivianos, pero siempre es en Buenos Aires. WhatsApp Image 2025-11-21 at 17.25.23 Contás la historia de un vendedor que en muy poco tiempo se convierte en mayorista, ¿Cómo se explica ese ascenso? Ahí la clave está en la formación. El narcotráfico es el gran negocio del mundo, en ningún lugar se gana tanto. Pero qué pasa, y eso lo dicen los entrevistados, no hay educación financiera. Ahí es que te encontrás con un montón de narcos que no tienen ni para pagarse un abogado. La diferencia la hace el que es bandido sin una vida de bandido. Me refiero al que no se compra una cadena de oro, que no se compra el auto último modelo, que no va al VIP de la música electrónica a comprarse botellas y botellas de champán. Entonces con esa historia yo lo que quería contar es esto de que del tipo de vida que lleve uno como narco va a depender su capital. También está el testimonio de un policía que terminó preso, ¿qué rol tiene la fuerza en Rosario? En Buenos Aires si uno se va a lanzar por su cuenta y le cae la policía, mala suerte, tiene que arreglar. En cambio en Rosario no, para empezar uno tiene que tener un contacto de la policía para recibir información, para pedirle favores o lo que sea. Lo que sí veo en Rosario es que hay mucha traición en la policía. Hay veces que va un fulano y dice que trabaja para tal policía. ¿Y uno cómo sabe que realmente trabaja para la persona que nombra y que esa persona está al tanto de la plata que que le están pidiendo supuestamente para él? Pero es tanta la inversión que se hace que es imposible que uno la haga sin un contacto, sin alguien que te da un Ok. ¿Qué encontraste en el encuentro con docentes y otros actores sociales? Los docentes yo siento que en este mundo del narcotráfico hay que incluirlos, así como al familiar del adicto para tener noción de lo que genera todo eso, para entender cosas que pasan en la ciudad. Está cambiando el consumo, los pibes nuevos, las nuevas camadas, están consumiendo la cocaína fumada, ya casi no hay sub 35 o sub 40 que inhalen cocaína. El universo de las drogas incluye a los adictos y a los familiares. También incluye a los docentes que van viendo cómo viven estos chicos y que desgraciadamente algunos van a caer en este mundo. Entonces, me pareció fundamental para entender quiénes son estos pibes, el contexto en el que viven. Y también contar que no hay respuesta para eso, porque el Estado ahí no está.
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