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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/11/2025 13:05
Emmanuel Ferrario en Infobae en vivo Emmanuel Ferrario, legislador porteño y habitual columnista de Infobae en Vivo, lanzó una advertencia contundente acerca de la inseguridad vial en la Argentina: “En la Argentina mueren tantas personas en siniestros viales como si cayeran 24 aviones por año, casi dos por mes. Si eso sucediera realmente, ocuparía todos los medios y causaría una profunda conmoción social”. El impacto de su declaración marcó el tono de un análisis exhaustivo sobre la violencia vial y sus causas, presentado en su columna habitual sobre estadísticas de accidentes de tránsito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Estas declaraciones fueron realizadas en diálogo con Infobae en Vivo, durante el programa de la mañana, que cuenta con la conducción de Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Ramón Indart y Cecilia Boufflet. En este contexto, Ferrario profundizó sobre los factores detrás de las alarmantes cifras de víctimas fatales y heridas, tanto en la ciudad como en el país, colocando el problema de la seguridad vial en el centro del debate público. Al comenzar su análisis, Ferrario compartió estadísticas duras: “El año pasado murieron 4.027 personas en la Argentina como consecuencia de siniestros viales. Y en la ciudad de Buenos Aires fueron 113 las víctimas fatales. Lo más grave es que muchas veces estos números parecen abstractos, pero si se los piensa en términos de catástrofes como accidentes aéreos, la dimensión es brutal”. Así, subrayó la urgencia de abordar la problemática con políticas públicas basadas en datos y en la experiencia internacional. El columnista aclaró que, si bien en los últimos años se observa una tendencia decreciente en la cantidad de muertes por siniestros viales, quedan desafíos estructurales por resolver. “Desde 2010, tanto en la Argentina como en la ciudad de Buenos Aires, la cantidad de víctimas fatales viene bajando. En CABA se redujo a la mitad. Pero la situación no es la misma en todo el país, hay regiones como el NOA y NEA donde los índices son equivalentes al promedio latinoamericano y no muestran el mismo grado de mejora”, explicó. En diálogo con Infobae en Vivo, Ferrario advirtió que la problemática de la inseguridad vial es especialmente grave en América Latina. “En América Latina, las víctimas fatales por siniestros viales aumentaron, pasando de quince a diecisiete por cada cien mil habitantes en los últimos años. Y la principal causa de muerte en estos casos son las motos. Las motos tienen una probabilidad entre veinte y cuarenta veces más alta de sufrir un accidente fatal en comparación con otros medios de transporte”, remarcó. El volumen de motos en circulación y la falta de infraestructura segura son, según Ferrario, elementos centrales en la problemática. “La principal víctima fatal son los motociclistas, tanto a nivel ciudad como país. En la Argentina, el 46% de los fallecidos en siniestros viales eran motociclistas, y en regiones como el NOA y NEA ese porcentaje asciende al 60%. Solo en la Patagonia es mayor la incidencia de automovilistas. En las zonas urbanas, los peatones también constituyen un grupo de riesgo altísimo”, detalló. Uno de los datos que más llamó la atención en la columna fue el altísimo porcentaje de peatones involucrados en accidentes fatales en la ciudad de Buenos Aires: “El 40% de las víctimas fatales en la ciudad son peatones. La mayoría son personas mayores de 75 años y los accidentes suelen producirse en cruces de calles, muchas veces a mitad de cuadra”, dijo. De acuerdo a Ferrario, el horario y el grupo etario también inciden en la siniestralidad: “Ocho de cada diez víctimas fatales son hombres, y el 55% tiene entre 18 y 34 años. La mitad de los accidentes sucede de noche, principalmente entre las 7 de la tarde y las 7 de la mañana, con picos entre las 7 y 9 de la noche y entre las 6 y 7 de la mañana”. En la charla, Ferrario subrayó el impacto de la cultura de la distracción y el apuro en la calle. “La manera en que vivimos multiplica los riesgos. En la vía pública se cruzan automovilistas, motociclistas, ciclistas, peatones, repartidores y usuarios de monopatines. Todos expuestos al peligro del descuido y la urgencia”, sostuvo, advirtiendo sobre los múltiples factores que cualquier política pública debe considerar para atacar el flagelo de la inseguridad vial. Emmanuel Ferrario “Para abordar de verdad la reducción de víctimas de tránsito, hay que pensar en una perspectiva multidimensional: infraestructura vial segura, mejores procesos para la otorgación de licencias de conducir, fiscalización eficiente y, sobre todo, cambios culturales profundos en la educación vial de la sociedad”, aseveró el legislador. Hizo especial énfasis en el caso de la ciudad de Buenos Aires, que recién en 2022 incorporó exámenes prácticos en la vía pública para la obtención de la licencia de conducir. Al analizar las diferencias con otras ciudades, mencionó que la infraestructura en Latinoamérica, en general, está más orientada a facilitar la circulación rápida que a maximizar la seguridad. Puso como ejemplo a Alemania, donde las rutas están diseñadas para permitir velocidad y seguridad a la vez, destacando la importancia de controles de velocidad automatizados, mayor fiscalización y procesos de formación estrictos para conductores. “En Alemania, la fiscalización es muy buena. No solo controlan velocidad, controlan también el comportamiento en el carril y la obtención de la licencia es exigente”, dijo. Respecto al debate sobre los límites de velocidad en las zonas urbanas, Ferrario se refirió al movimiento internacional conocido como “ciudades 30” o “barrios más lentos”: “La evidencia muestra que una velocidad máxima de 30 km/h en calles barriales reduce drásticamente la mortalidad. A esa velocidad la probabilidad de muerte en un choque es apenas del 1%, mientras que a 50 km/h, ese riesgo se multiplica”. Citó los casos de París, Zúrich, Bruselas y ciertas áreas de la propia ciudad de Buenos Aires, donde se implementó la política de velocidad reducida como prueba piloto, aunque reconoció la resistencia que existe en ciertos sectores para aplicar este tipo de medidas. Otra referencia ineludible fue el rediseño urbano mediante “supermanzanas”, iniciativas originadas en Barcelona y replicadas en Madrid y el norte de Europa, donde se restringe la circulación de vehículos a los residentes, se ensanchan veredas y se agrega vegetación. “Estos diseños urbanos buscan que los barrios no se usen como atajos y que se privilegie al peatón y al ciclista, desacelerando el tránsito local”, señaló. En cuanto a políticas orientadas a los ciclistas, Ferrario destacó la importancia de las ciclovías protegidas: “No alcanza con pintar la calle o demarcar la ciclovía con una línea amarilla. La separación física y el correcto diseño de intersecciones son clave para evitar choques entre autos y bicicletas”. La fiscalización, para Ferrario, sigue siendo un desafío relevante. Y, como ejemplo positivo, mencionó el descenso de la siniestralidad tras la implementación de límites de alcohol en sangre para conductores: “La fiscalización del consumo de alcohol al volante funcionó y hay que fortalecerla. En la ciudad el límite es 0,5; en la provincia, cero. Se logró incorporar el hábito del conductor designado o el uso de aplicaciones de transporte”, explicó. Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de cambiar los puntos de control para evitar que los conductores aprendan dónde están y los eviten, y puso como ejemplo la difusión de ubicaciones de controles por grupos de WhatsApp en algunas ciudades. El análisis cultural fue otro eje esencial de la columna. “Siempre creemos que el que maneja mal es el otro y hay una tendencia a minimizar nuestra propia responsabilidad. Pero la actitud social se puede transformar”, manifestó, refiriéndose a la evolución que tuvo en la Argentina el uso del cinturón de seguridad y las campañas de concientización sobre el consumo de alcohol. “Es un proceso que se educa y genera cambios, como sucede en localidades pequeñas o en países donde el respeto por las normas es un valor arraigado”, apuntó. En diálogo con Infobae en Vivo, Ferrario remarcó también la importancia de un transporte público eficiente y atractivo. “Si queremos que menos personas usen el auto, el Estado tiene que ofrecer transporte público de calidad. Hay países que están experimentando con sistemas de transporte a demanda, donde pequeñas unidades recogen pasajeros que lo solicitan por aplicación, acercando la lógica de la movilidad flexible a la del transporte público tradicional. Es la tecnología puesta al servicio de la seguridad y la sustentabilidad urbana”, analizó. Antes del cierre, Ferrario insistió en que el paradigma debe ser el de “Visión Cero”: “Toda muerte causada por un siniestro vial es evitable. No se pueden naturalizar estos hechos. Hace falta un enfoque integral que abarque infraestructura, fiscalización, políticas de licencias, conciencia pública y educación. Es la única manera de honrar a las víctimas y evitar el dolor evitable”. Entre los mensajes que dejaron los conductores del programa y los oyentes, hubo anécdotas de generaciones anteriores, reflexiones sobre la cultura vial y el recuerdo de campañas históricas de concientización, como la emblemática “Luchemos por la Vida”. “La ciudad debe invitar a circular más despacio y diseñarse de modo que impida imprudencias. No podemos aceptar seguir perdiendo vidas año tras año por siniestros viales”, cerró. Infobae en Vivo te acompaña cada día en YouTube con entrevistas, análisis y la información más destacada, en un formato cercano y dinámico. • De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Ramón Indart y Cecilia Boufflet. • De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, Virginia Porcella y Federico Mayol. Actualidad, charlas y protagonistas, en vivo.
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