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Parana » El Once Digital
Fecha: 20/11/2025 18:30
El Ejecutivo Nacional publicó los lineamientos y puntos centrales del plan para el control integral de la Hidrovía Paraná–Paraguay, uno de los corredores más vulnerables del país. Su incidencia específica para las provincias y sus implicancias para la actividad logística y portuaria. La publicación en el Boletín Oficial de la Resolución 1307/2025 marcó la formalización del Plan Paraná, el programa federal más ambicioso de los últimos años para el control integral de la Hidrovía Paraná–Paraguay, uno de los corredores logísticos más densos y vulnerables del país. El Gobierno activó el Plan Paraná para fortalecer la seguridad en la Hidrovía Con hasta 300 barcazas circulando diariamente, este eje fluvial ha sido identificado por el Ministerio de Seguridad Nacional como un “escenario crítico frente al avance del narcotráfico, el contrabando, la trata de personas y el lavado de activos”. El plan, impulsado por la ministra Patricia Bullrich y presentado un mes atrás en la Isla del Cerrito, en Chaco, apunta a reforzar la presencia estatal, modernizar los controles y fortalecer la cooperación internacional ante una amenaza que trasciende fronteras y jurisdicciones. El Plan Paraná está estructurado en torno a cinco objetivos concretos: desarticular organizaciones ilícitas dedicadas al contrabando y al crimen organizado; reforzar los controles en puertos públicos y privados; acelerar la cooperación interinstitucional nacional e internacional; desplegar tecnología avanzada como drones, radares y scanners; e intensificar la inteligencia criminal y financiera. Estructurado en seis polígonos Con un diseño que divide la hidrovía en seis grandes polígonos de intervención que comprende cinco provincias (Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires), el Plan Paraná propone un esquema de patrullajes fluviales, terrestres y aéreos que se desplegará progresivamente. Cada polígono concentrará operativos específicos, con una fase inicial de flagrancia, orientada a impactos inmediatos, y una etapa avanzada de investigación criminal orientada a desmantelar redes transnacionales. La estrategia se apoya en un uso intensivo de tecnología: drones, radares, scanners, cámaras térmicas y sistemas de monitoreo en tiempo real que permitirán fiscalizar embarcaciones, convoyes y cargas en tránsito, además de detectar movimientos atípicos o maniobras evasivas en puertos públicos y privados. El Plan Paraná se desarrollará en fases operativas definidas por polígonos territoriales: Primer polígono: Puerto Bermejo (Chaco), Corrientes, Resistencia (Chaco) e Itatí (Corrientes). Segundo polígono: Corrientes, Resistencia y Bella Vista (Corrientes). Tercer polígono: Bella Vista (Corrientes) – La Paz (Entre Ríos). Cuarto polígono: La Paz – Paraná (Entre Ríos). Quinto polígono: Paraná (Entre Ríos) – San Nicolás (Buenos Aires). Sexto polígono: San Nicolás – Paraná Guazú. Con un comando unificado El plan busca integrar, además, la acción de Fuerzas Federales y organismos administrativos con unidades judiciales y fiscales, tanto federales como provinciales. Para ello se creó el Comando Unificado Plan Paraná, encabezado por Prefectura Naval y coordinado por la Secretaría de Seguridad Nacional, que dirige el santafesino Federico Angelini, al que se sumarán Gendarmería, Policía Federal, PSA, Aduana, Migraciones y la Unidad de Información Financiera, entre otros organismos. También se prevé una fuerte articulación con agencias internacionales como la DEA, la ONUDD, la EUDA y la CICAD-OEA, con el fin de potenciar la inteligencia criminal y financiera frente a redes que operan simultáneamente en varios países. Santa Fe figura en la lista de las ocho bases operativas del Plan Paraná. (Foto: El Litoral). Implicancias para la actividad logística y portuaria El “Plan Paraná” tendrá efectos concretos sobre la operatoria fluvial y portuaria, especialmente en el tramo medio e inferior del río. Entre los puntos centrales se destacan: -Controles más estrictos en terminales públicas y privadas. Se prevé un aumento de inspecciones en accesos, cargas y documentación. -Supervisión tecnológica de alto alcance. El monitoreo mediante sensores, escáneres y radares generará nuevos niveles de fiscalización sobre convoyes, remolcadores y buques. -Mayor interacción con organismos aduaneros y migratorios. Podrían registrarse ajustes en los tiempos de verificación o en los procedimientos habituales. -Revisión de protocolos en puertos privados. La presencia permanente de fuerzas federales exigirá adecuaciones operativas y nuevas pautas de intercambio de información. -Impacto indirecto en la discusión sobre la Vía Navegable Troncal. Aunque el plan no aborda el dragado ni la futura concesión, instala un marco de vigilancia reforzada sobre un corredor en plena revisión institucional. Mayores controles La provincia, que en los últimos años ha enfrentado un incremento sostenido de delitos organizados vinculados al tráfico de estupefacientes y al lavado de activos, se beneficiará de una mayor presencia de recursos federales y de la profesionalización de los operativos en zonas fluviales y portuarias. Si bien el quinto polígono —entre Paraná y San Nicolás— no incluye explícitamente a la ciudad capital dentro de sus límites operativos, la provincia quedará sujeta al mismo esquema de patrullajes continuos, vigilancia avanzada e inteligencia criminal y financiera que se aplicará en toda la hidrovía. Esto implicará mayores controles sobre embarcaciones, cargas, movimientos portuarios y tránsito terrestre vinculado a los accesos fluviales, además de un refuerzo en el intercambio de información con fiscalías federales asentadas en las provincias. Impacto regional El Gobierno sostiene que la vulnerabilidad del corredor fluvial, junto con la acción de organizaciones transnacionales, exige una política sostenida en el tiempo y coordinada entre nación, provincias y actores internacionales. El plan representa no solo un incremento en la vigilancia sino también una oportunidad para mejorar la capacidad de respuesta estatal ante delitos que afectan de manera directa su seguridad interior y su economía. La consolidación de la base operativa en la capital, sumada a los controles reforzados en los puertos del trazado provincial, permitirá una mirada integral sobre un corredor clave para el comercio exterior y, al mismo tiempo, altamente sensible para la penetración del crimen organizado. Con su puesta en vigencia inmediata, el Plan Paraná inaugura una nueva etapa en la política nacional de seguridad fluvial: más tecnología, más coordinación y un enfoque regional para enfrentar delitos que ya no reconocen fronteras. (Con información de El Litoral-DeProa)
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