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Parana » Paginajudicial
Fecha: 20/11/2025 02:12
Los policías Diego Ibalo y Rodrigo Molina fueron declarados no culpables del homicidio de Gabriel Gusmán, al haber considerado el jurado que actuaron en legítima defensa y, por lo tanto, su accionar estuvo justificado. Los abogados de la familia del joven plantearon que fue un caso de gatillo fácil. De la Redacción de Página Judicial Un jurado popular declaró no culpables a los policías que mataron por la espalda a Gabriel Gusmán, aquella mañana del 25 de septiembre de 2018, en el barrio Capibá. La decisión fue unánime, aunque el proceso no exige a los jurados que expliquen los motivos por los cuales arribaron a la decisión. Gabriel Gusmán, de 19 años, fue asesinado el 25 de septiembre de 2018. Ese día, alrededor del mediodía, la Policía intervino a raíz de una pelea entre vecinos del barrio Capibá, en la zona sur de la ciudad de Paraná. Los policías Diego Sebastián Ibalo y Oscar Rodrigo Molina arribaron a bordo de un patrullero con las sirenas encendidas e inmediatamente los grupos se dispersaron. Gusmán también lo hizo. Los testigos coinciden en que estaba armado y que huyó corriendo por un descampado hasta meterse en un terreno baldío. En la persecución, ya en la plaza del barrio, Gusmán recibió un disparo en la nuca, salida del arma que portaba Molina. Los policías siempre sostuvieron que actuaron en legítima defensa, al sentirse amenazados durante el procedimiento. Lo ratificaron este miércoles, al declarar ante el jurado: pidieron perdón a la familia, pero aseguraron que se defendieron de un ataque. Una pericia de Gendarmería determinó que “el disparo fue realizado estando Gusmán de espaldas al tirador”, a casi cincuenta metros de distancia, y descartó “que al momento de recibir el impacto del proyectil en el cráneo estuviese agachado” o en corriendo, sino en posición perpendicular al piso. Sin embargo, el jefe del Departamento Médico Forense del Poder Judicial, Luis Moyano, declaró en el juicio que “el cuerpo estaba en movimiento, no quieto”. La familia del joven y organizaciones de derechos humanos sostuvieron la hipótesis de que se trató de un caso de gatillo fácil e impulsaron el proceso en forma autónoma una vez que el Ministerio Público Fiscal dispuso el archivo del legajo. En el alegato, el abogado José Iparraguirre, representante de la familia del joven, aseguró que “el tirador apuntó a la cabeza de la víctima, específicamente a la nuca” e insistió en que ese tipo de disparo revela una intención inequívoca de matar. Por su parte Rubén Pagliotto, que lo acompañó en el juicio, agregó que el homicidio fue “evitable por imperio de la ley” e hizo hincapié en que la persecución duró entre diez y doce segundos y que el disparo en la nuca probaba que Gusmán huía de espaldas. Por su parte, los defensores Miguel Cullen, Daniel Rosatelli y Patricio Cozzi, señalaron que los policías dispararon para repeler una agresión; Rosatelli enfatizó que “Gusmán estaba armado” y relativizó la exigencia de apuntar a zonas no vitales: “Uno tira donde puede, no donde quiere”, afirmó. Así las cosas, el jurado se reunió a deliberar. Dos horas después dieron a conocer el veredicto: no culpables. “Nosotros el jurado por unanimidad encontramos al acusado Oscar Rodrigo Molina no culpable, al encontrarse justificado su accionar por legítima defensa, al encontrarse justificado también su accionar por cumplimiento de un deber o el legítimo ejercicio de un derecho autoridad o cargo”, dijo en primer término la presidenta del jurado. “Nosotros el jurado por unanimidad encontramos al acusado Diego Sebastián Íbalo no culpable”, agregó. La ley no les exige dar fundamentos.
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