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» Elterritorio
Fecha: 16/11/2025 05:13
La implicada es sargento de Gendarmería y deberá someterse a un tratamiento psiquiátrico. Los menores quedaron al cuidado del padre, también gendarme. sábado 15 de noviembre de 2025 | 23:30hs. Las víctimas son dos chicas de 13 y 14 años y un varón de 8, quienes ahora residen junto a su padre, también gendarme. Audios, fotos y videos constituyen una prueba incuestionable de la violencia física y verbal que padecieron tres hermanos menores, dos adolescentes y un niño, por parte de su madre, una sargento de Gendarmería Nacional Argentina (GNA). Por antecedentes, el relato de las víctimas, el material probatorio y la denuncia radicada por el padre de las criaturas, también gendarme, el último miércoles el Juzgado de Paz de la localidad de Campo Grande dispuso que el progenitor se haga cargo del cuidado provisorio de los menores. Además, le medida judicial contempla una medida cautelar de prohibición de acercamiento a 300 metros, de la madre a sus hijos, por el lapso de 90 días. La restricción incluye tanto el contacto físico, como el telefónico y por redes sociales. El incumplimiento de la medida dispuesta podría derivar en el arresto de la implicada. La denuncia fue radicada ante la comisaría de la Mujer de Campo Grande por F. B. (41), cabo primero de Gendarmería, contra su expareja y madre de sus tres hijos, A. O. (43), sargento de la misma fuerza federal, con prestación de servicio en Aristóbulo del Valle, dependiente del Escuadrón 9 Oberá. La mujer posee antecedes psiquiátricos y hace ocho años estuvo internada en una clínica privada de Oberá. Tras el alta, según la prescripción de los especialistas, debía continuar con el tratamiento y la medicación, pero no lo hizo, consignó una fuente del caso. En ese contexto, tras la denuncia, las autoridades de Gendarmería dispusieron el retiro de su arma reglamentaria, aunque por el momento continúa con tareas administrativas. Marcas de la brutalidad Según se cita en la denuncia, los menores son dos adolescentes de 14 y 13 años, y un varón de 8, el cual tiene un diagnóstico de “trastornos específicos del desarrollo de las habilidades escolares”. Los padres están separados y tiempo atrás, por razones del servicio, el hombre fue trasladado a Buenos Aires. En tanto, continuamente los menores lo llamaban pidiendo auxilio porque la mamá los golpeaba -incluso con cintos- y les dejaba marcas, tal como se corroboran en varias fotografías y videos agregados a la denuncia. En una de las imágenes, la palma y los dedos de una mano de la mujer quedaron impresas en la espalda del chiquito. Tremenda marca de la brutalidad desplegada. También en varias ocasiones los chicos grabaron los arranques de furia de su madre, un registro estremecedor. Por todo lo citado, el padre pudo mudarse a Campo Grande para estar más cerca de los niños, quienes seguían viviendo con la mamá. El pasado miércoles, F. B. fue hasta la casa de su expareja para buscar a una de las chicas y llevarla al colegio, circunstancia en que el nene salió llorando, lo abrazó y le pidió que lo lleve con él. El pequeño le repetía que no quiere vivir más con la madre porque le pega mucho. Incluso, en un dato aberrante, le mostró cómo se le caen mechones de cabello de tanto que ella le estira el pelo. Momentos antes la mujer le había propinado una paliza porque no entendía un cálculo de una tarea escolar, contó. En ese momento, el progenitor trató de interceder, pero A. O. se llevó por la fuerza y lo encerró, mientras que el nene lloraba desesperadamente y gritaba que volvería a lastimarlo. Contención y asistencia Luego de tremenda escena, el padre se dirigió a la Comisaría de la Mujer, radicó la denuncia, aportó pruebas y solicitó la tenencia de sus hijos. Remarcó que la mujer requiere urgente asistencia psicológica, sobre todo porque está en actividad, porta el arma reglamentaria (que luego le fue retirada) y teme por la integridad física de los menores. Ante la gravedad del caso, también radicó una denuncia penal con intervención del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá. Además de la entrega de los chicos al papá y restricciones para la mamá, las primeras medidas dispuestas por el Juzgado de Paz local incluyen asistencia psicológica para los menores por parte del gabinete interdisciplinario de la de Dirección de Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Campo Grande. Asimismo, se instruyó que la progenitora también deberá recibir tratamiento psicológico y psiquiátrico y remitir informes periódicos a la justicia. En tanto, el Juzgado Civil, Comercial, Laboral, de Familia y de Violencia Familiar de Aristóbulo del Valle fijó una audiencia entre las partes para el 27 de noviembre. Por otra parte, como medida preventiva, la jefatura del Escuadrón 9 Oberá de Gendarmería dispuso el retiro del arma reglamentaria de la implicada, aunque continúa en funciones. En cifras 300 Por orden del Juzgado de Paz de Campo Grande se dispuso que la mujer tenga una prohibición de acercamiento de 300 metros a sus hijos, durante 90 días.
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