09/11/2025 17:15
09/11/2025 17:14
09/11/2025 17:14
09/11/2025 17:14
09/11/2025 17:13
09/11/2025 17:13
09/11/2025 17:13
09/11/2025 17:12
09/11/2025 17:12
09/11/2025 17:12
» Diario Cordoba
Fecha: 09/11/2025 11:08
El mes de noviembre, a pesar de todo y por encima de todo, sigue envuelto en el recuerdo de nuestros seres queridos, con las visitas a los cementerios y acaso, también, cómo no, entre silencios contenidos, dándole vueltas a esas grandes interrogantes que, queramos o no, acompañan nuestros pasos y nuestro caminar. San Agustín nos ofrece una buena dosis de esperanza en vena, dirigiéndose a la humanidad: «Hombre mortal. Dios te ha prometido que vivirás eternamente. ¿No lo crees? Créelo, créelo, pues es más lo que ha hecho que lo que te ha prometido. ¿Qué hizo? Morir por ti. ¿Qué prometió? Que vivirás con Él. El Verbo se hizo carne para ser Cabeza de la Iglesia. Algo nuestro ya está arriba, en el cielo: la carne que aquí tomó el Verbo, la carne en la que murió, en la que fue crucificado. Tus primicias te han precedido, ¿y todavía dudas que tú has de seguirlas?». Algo se remueve en nuestro interior cuando leemos despacio estas palabras del obispo de Hipona, en las que resalta con fuerza el sentido final de nuestras vidas. Y ha sido el propio papa León XIV, quien nos alienta con sus palabras a contemplar la humanidad con pleno sentido: “Sólo Jesús muerto y resucitado responde a las preguntas más profundas de nuestro corazón: ¿hay realmente un punto de llegada para nosotros? ¿Tiene sentido nuestra existencia? ¿Y el sufrimiento de tantos inocentes, cómo podrá ser redimido? Jesús resucitado no deja caer una respuesta «desde arriba», sino que se hace nuestro compañero en este viaje a menudo cansado, doloroso, misterioso. Sólo Él puede llenar nuestra jarra vacía, cuando la sed se hace insoportable. Y Él es tambien el punto de llegada de nuestro caminar. Al hilo de estas palabras del Papa, hace poco, entre las noticias que nos envía Aceprensa, aparecían los «10 primeros gestos de León XIV», que vale la pena conocer porque nos revelan buena parte de su personalidad. Dicen que es tímido e introvertido como Benedicto XVI, que tiene la energía de Juan Pablo II y que su predicación es directa y aterrizada como la de Francisco. La lista de sus gestos es sencilla e intensa, a la vez: primero, «antes de mandar, escucha». Es consciente de que, antes de gobernar, es importante escuchar; una actitud coherente con su deseo de establecer puentes dentro de la propia Iglesia. Segundo gesto, «para conseguir la paz, oración y diplomacia». Tercero, «con su veraneo en Castel Gandolfo, demostró no sentirse atado por las decisiones de Francisco». Cuarto, «la aprobación de la Misa por el cuidado de la Creación, en el marco de la proclamación de la Laudato si, acorde con la sensibilidad ecológica de su antecesor». Quinto, «el nombramiento del cardenal Newman, como Doctor de la Iglesia». Sexto, «un Papa preocupado por los algoritmos, además es matemático». Por eso, dijo a los jóvenes que «ningún algoritmo puede sustituir un abrazo, una mirada, un encuentro verdadero». Séptimo, León XIV es un «obispo experto en pastoral LGTBI». Octavo, «con los jóvenes, cuarenta minutos de rodillas, en el Jubileo». Noveno, en este pontificado, «San Agustín será uno de los grandes protagonistas». Prácticamente, el Papa lo cita en cada discurso y homilía. Décimo gesto, «la prudencia de León XIV que no ha olvidado que es el obispo de Roma, y por tanto, tiene todo el sentido que utilice el italiano». Algunos medios le han criticado que no utilice más su lengua materna. El espiritu cofrade de Córdoba se adentra en este Noviembre, con procesiones y cultos a imágenes venerables, entre otras, al Remedio de Ánimas, que ha celebrado su solemne quinario, en el que participó tambien el obispo de la diócesis, don Jesús Fernández, el pasado dia 2, conmemoración de los fieles difuntos. La titular mariana de Ánimas, Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas, está celebrando los 50 años de su incorporación a la Hermandad, en el año 1975, visitando ayer la Santa Iglesia Catedral. El historiador Juan José Primo nos ha ofrecido los principales datos históricos, glosando el acontecimiento. El Remedio de Ánimas impacta porque nos transmite la «cercanía y el amor de Dios a la humanidad», y la Virgen de las Tristezas - «Abadesa del llanto, Prelada de los lutos», como la ensalzó Pablo García Baena, nuestro poeta-, refulge por su intensa piedad y devoción, con sus manos juntas, simbolizando el dolor convertido en oración. Y los versos de José Bergamin, como un crisantemo más: «La muerte que yo más temo / no es la que viene por fuera, / es la que viene por dentro». *Sacerdote y periodista
Ver noticia original