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  • Ejercitar cuerpo y mente, crucial en tiempos de crisis

    » Elterritorio

    Fecha: 09/11/2025 07:22

    Los beneficios se hacen necesarios en épocas de inestabilidad. Tener una enfermedad de base no es un condicionante domingo 09 de noviembre de 2025 | 6:05hs. Los profesionales de la salud siempre alientan a la práctica de un deporte, a realizar actividad. Los beneficios de hacerlo son muchos y los prejuicios de no hacerlo impactan más de lo que pensamos. La crisis económica, la inestabilidad laboral, el miedo de no llegar a fin de mes también se hacen eco en el cuerpo. “La actividad física tiene un papel fundamental en la salud mental, no sólo porque mejora los niveles de energía, concentración y ánimo, sino porque implica reconectarse con el propio cuerpo como espacio de expresión. El cuerpo es el escenario donde se inscriben nuestras emociones, tensiones y angustias”, analizó el psicólogo Santiago Barbieri. “En tiempos de mucho estrés o preocupación, esa carga psíquica tiende a somatizarse. El cuerpo habla con contracturas, insomnio o malestar general. Moverlo, ponerlo en acción, es una forma de elaborar lo que no puede decirse con palabras”, explicó y agregó: “En la práctica física, el sujeto descarga, desplaza y sublima parte de la energía psíquica que, de otro modo, podría volverse síntoma. El ejercicio ayuda a tramitar el malestar que provoca la realidad”. La rutina juega un papel fundamental en la tensión que se acumula y que, en muchos casos, pasa al cuerpo. “El cuerpo suele ser el primer lugar donde esa tensión se manifiesta: insomnio, contracturas, ansiedad e irritabilidad. Por eso, en momentos como estos (de crisis), el deporte no es un lujo ni un pasatiempo, sino una forma de cuidado psíquico. No se trata sólo de ‘escapar’ de la realidad, sino de construir un espacio simbólico donde esa realidad pueda elaborarse de otro modo. Permite descargar la tensión, pero también reconstruir un espacio de sentido en medio del caos”, ahondó Barbieri. “Correr, salir a caminar a la Costanera, jugar un picado de fútbol o básquet no son simplemente escapes, sino modos de reconectarse con uno mismo, de recuperar una sensación de control y continuidad cuando lo externo se vuelve inestable. No eliminan la crisis, pero ayudan a que el sujeto no quede paralizado por ella”, valoró el psicólogo. Pero qué pasa cuando no sabemos por dónde empezar. Si el tiempo que pasó desde la última vez que hicimos una actividad física es mucho, si no logro transformarlo en un hábito. Cómo arrancar y romper esa barrera. En la vida cotidiana cargamos con exigencias, preocupaciones y conflictos internos que muchas veces quedan atrapados en el cuerpo. El deporte permite transformar esa carga en acción, restableciendo una conexión más vital entre cuerpo y mente. Desde una lectura psicoanalítica, podemos decir que el deporte permite una tramitación simbólica del malestar. En la práctica física, el sujeto descarga, desplaza y sublima parte de la energía psíquica que, de otro modo, podría volverse síntoma. El ejercicio ayuda a tramitar el malestar que provoca la realidad, esa tensión inevitable entre el deseo y los límites que impone el contexto. Por eso, cuando el sujeto logra “moverse”, no sólo ejercita músculos, sino también su propia capacidad de deseo y su relación con la vida. “Para arrancar a la actividad física tenemos que tener en cuenta primero nuestra condición física actual, conocer nuestro estado de salud. Para esto es necesario hacer un chequeo médico con nuestros antecedentes, laboratorios completos y mínimamente un electrocardiograma con ergometría o prueba de esfuerzo para saber cómo funciona nuestro corazón y cómo va a responder a la actividad física”, recomendó el cardiólogo Adrián Maidana Proch. “Es bueno elegir algo que me guste, que lo disfrute y que, en las condiciones en las que esté ahora, lo pueda hacer sin generar un daño mayor. Siempre tiene que ser progresivo y que sea una combinación de aeróbico con anaeróbico”, añadió. Ambos profesionales van por el mismo camino. El deporte es salud y muy necesario en esta época. ¿Pero qué pasa si tengo una enfermedad de base o si vengo de una lesión? “La enfermedad no debe condicionar la realización de actividad física. Lo que tenemos que tratar de hacer es adecuar la actividad a esa patología. De ser necesario reducir impactos, evitar sobrecargas, evitar grandes desplazamientos. La actividad física se adapta a las necesidades del paciente, no debe ser una excusa anteponer una patología para evitar hacer ejercicio, sino adecuarlo”, aseguró Maidana Proch. En cuanto a una lesión y los miedos a volver, el psicólogo fue claro: “Es muy comprensible, porque implica enfrentarse al recuerdo del dolor y a la posibilidad de que algo vuelva a fallar. El proceso de volver al deporte implica reconstruir el vínculo con el cuerpo. El trabajo terapéutico, en estos casos, ayuda a poner en palabras a ese temor, a reconocerlo y elaborar lo que esa lesión simbolizó: a veces representa una caída, un límite, o un cambio de etapa en la vida”, analizó. Compartí esta nota:

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