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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/11/2025 12:42
A través de una tecnología conocida como interferencia por ARN, los investigadores consiguieron reducir el impacto del virus y aumentar la supervivencia de las abejas. (Pixabay) ¿Qué pasaría si un día las abejas desaparecieran? La pregunta inquieta a apicultores, científicos y ambientalistas por igual. En los últimos años, la salud de las colmenas se vio amenazada por distintos patógenos, y uno de los más agresivos es el virus de la parálisis aguda de la abeja (ABPV, por sus siglas en inglés). Provoca temblores, pérdida de pelo, incapacidad de vuelo y, muchas veces, la muerte súbita de los insectos. En ese escenario, un equipo argentino del INTA logró un avance que ofrece esperanza. A través de una tecnología conocida como interferencia por ARN, los investigadores consiguieron reducir el impacto del virus y aumentar la supervivencia de las abejas. “Demostramos que la administración oral de ARN interferente reduce la carga viral y mejora de manera significativa la supervivencia de las abejas infectadas con ABPV”, explicó Cecilia Ferrufino, investigadora del Instituto de Virología del INTA y responsable del desarrollo. Investigadores desarrollaron una herramienta biotecnológica que reduce la mortalidad causada por un virus que amenaza a las abejas y mejora la sanidad de las colmenas abejas - miel Una defensa que viene de la propia abeja ¿Cómo se logra que una abeja resista un virus sin usar productos químicos? La respuesta está en el propio lenguaje molecular de la especie. El equipo aplicó moléculas de ARN de doble cadena, que actúan bloqueando la replicación del virus dentro del cuerpo de la abeja. De esta manera, se activa un mecanismo natural de defensa que frena la infección antes de que se propague. Durante los ensayos, las abejas tratadas con ARN interferente específico presentaron una mortalidad mucho menor que las que no recibieron tratamiento o que recibieron un ARN sin coincidencia con el virus. “Estos resultados muestran que la interferencia por ARN es una herramienta biotecnológica promisoria para enfrentar infecciones virales en las colmenas”, destacó María José Dus Santos, investigadora del INTA y coautora del trabajo. Más allá del laboratorio ¿Qué implicaría aplicar esta tecnología en el campo? El equipo del INTA ya piensa en esa próxima etapa. El objetivo ahora es escalar la técnica y evaluar su uso en condiciones reales de producción. Además, los científicos consideran que podría aplicarse a otras enfermedades virales, como el virus de las alas deformes (DWV), otra amenaza para la apicultura. El estudio también advierte que el ABPV se agrava en contextos de estrés: durante la producción de reinas o en el transporte de abejas vivas para exportación, cuando el calor, los movimientos o la falta de alimento pueden aumentar la mortalidad. En esos casos, contar con una herramienta preventiva podría ser determinante. Innovar sin perder el rumbo “El enfoque biotecnológico no busca reemplazar las buenas prácticas apícolas, sino complementarlas con soluciones innovadoras que protejan la salud de las colmenas y la sostenibilidad de la actividad”, subrayó Ferrufino. Argentina tiene más de 2,5 millones de colmenas y ocupa un lugar de privilegio entre los principales exportadores de miel del mundo. Incorporar herramientas como esta no solo fortalecería la competitividad del sector, sino que también garantizaría el rol esencial de las abejas como polinizadoras, una pieza clave para los ecosistemas y la producción de alimentos. Un avance con sello argentino El desarrollo estuvo a cargo del equipo de virología del INTA, y con este trabajo, la ciencia argentina suma un nuevo aporte para proteger a uno de los eslabones más delicados —y necesarios— del equilibrio ambiental: las abejas. ¿Será este el primer paso hacia una apicultura más resiliente? Si la respuesta está en el zumbido de las colmenas, parece que las abejas ya comienzan a agradecerlo. Fuente: Inta
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