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Concordia » Hora Digital
Fecha: 07/11/2025 05:03
El diputado mendocino Julio Cobos presentó una iniciativa para legalizar la eutanasia y la muerte asistida, sumándose a otros cuatro proyectos similares en el Congreso. El 15 de octubre, Uruguay se convirtió en el primer país de Latinoamérica en legalizar la eutanasia mediante la sanción de una ley. Este avance legislativo repercutió en Argentina, donde el diputado mendocino Julio Cobos, de la Unión Cívica Radical (UCR) y ex vicepresidente de la Nación, presentó un nuevo proyecto en la Cámara de Diputados para legalizar la eutanasia y la muerte asistida en el país. El proyecto contempla dos modalidades: que un médico administre directamente la sustancia que provoque la muerte del solicitante, o que el médico prescriba o proporcione la medicación necesaria para que el solicitante se la autoadministre. Para acceder a estas prácticas, el solicitante debe ser mayor de edad, argentino o residente en el país por al menos doce meses, y padecer una enfermedad grave e incurable o un padecimiento crónico e imposibilitante. Además, debe haber recibido información médica completa sobre sus opciones, incluyendo cuidados paliativos. La iniciativa establece que la persona interesada debe presentar dos solicitudes con un intervalo mínimo de quince días, acompañadas por testigos y con la validación de un juzgado o escribano. También debe manifestar su consentimiento informado y puede revocar su decisión en cualquier momento del proceso. Cobos explicó a Infobae que “presentar el proyecto es una manera de insistir con el tema y lograr que haya una iniciativa nueva que conserve estado parlamentario durante dos años”, y agregó que “la aprobación en Uruguay sin duda fue un impulso para presentar este proyecto”. Este es el tercer proyecto que Cobos presenta sobre la legalización de la eutanasia y la muerte asistida, luego de haberlo hecho anteriormente en la Cámara de Diputados y en el Senado. La iniciativa contempla la objeción de conciencia para los profesionales que decidan no participar, pero establece que los centros públicos y privados de salud deben garantizar el acceso al procedimiento cuando el solicitante cumpla con los requisitos y mantenga su voluntad. Además, propone modificar el Código Penal para que quienes asistan en la práctica no puedan ser denunciados por delito. El diputado radical afirmó que “la sociedad ha madurado y ha reflexionado sobre este tema, y que un país vecino como Uruguay haya dado luz verde a la ley puede resultar un impulso para el tema. Se trata de un procedimiento que puede resultar en una muerte digna para personas que atraviesan una enfermedad terminal o un sufrimiento constante intolerable”. Reconoció que abriría “una gran conversación en la sociedad” y que habrá oposición, pero destacó que esta ley “da una solución digna a quien la requiere, y que no obliga a nadie a nada”. Actualmente, su proyecto se suma a otros cuatro que impulsan la legalización de la eutanasia y que aún tienen estado parlamentario en el Congreso. Hasta ahora, ninguno de estos proyectos fue tratado en el recinto de ninguna de las dos cámaras. En el caso del último presentado, debería ser analizado en las comisiones de Legislación Penal, Acción Social y Salud Pública, y Derechos Humanos y Garantías de la Cámara de Diputados antes de llegar al pleno. Cobos señaló que “ahora mismo el Congreso está ocupado con el presupuesto y otras cuestiones, pero llegará el momento para que se trate un proyecto sobre eutanasia y muerte asistida, y es importante mantener siempre vigente una iniciativa con estado parlamentario”. En paralelo, en la provincia de Buenos Aires, un juzgado de Mercedes debe analizar el caso de María del Carmen Ludueña, una mujer de 63 años que solicita acceder a la eutanasia. María fue diagnosticada en 2001 con artritis reumatoidea poliarticular, seropositiva y erosiva en curso grave, y está postrada en su cama desde hace siete años debido a dolores crónicos resistentes a la analgesia. Su pedido fue rechazado en primera y segunda instancia sin analizar su situación particular, debido a que la eutanasia no es legal en Argentina. La resolución de su caso deberá seguir la vía judicial mientras no exista una ley que habilite la asistencia médica para morir. Argentina fue pionera en la región en 2012 al aprobar la Ley de Muerte Digna, que permite a personas con enfermedades irreversibles, incurables o en estado terminal rechazar tratamientos médicos que prolonguen su vida o provoquen sufrimiento. Los proyectos actuales sobre eutanasia representan un paso más allá, ya que buscan autorizar la asistencia médica activa para terminar con la vida. Estas iniciativas están en manos del Poder Legislativo, que deberá definir su destino mientras la sociedad continúa debatiendo estas cuestiones.
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