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Parana » El Once Digital
Fecha: 07/11/2025 00:30
El psicólogo Pablo Liendo analiza cómo la inteligencia artificial está transformando el mundo de la salud mental. Si bien se reconoce como una herramienta útil, advierte sobre los riesgos de deshumanización y la importancia de la empatía en la psicoterapia. En un mundo cada vez más digitalizado, la Inteligencia Artificial (IA) ha comenzado a jugar un papel cada vez más importante en diversos campos, incluida la salud mental. El psicólogo Pablo Liendo, quien se ha destacado por su enfoque reflexivo sobre la integración de la tecnología en la psicoterapia, fue invitado a un programa de radio para hablar sobre cómo la IA está impactando en su profesión. La creciente presencia de sistemas automatizados que simulan conversaciones, como los asistentes virtuales, está llevando a muchos a cuestionarse si pueden o deben reemplazar las consultas con profesionales de la salud mental. En su intervención, Liendo dejó claro que, aunque la tecnología ofrece algunas ventajas, la capacidad de una máquina para sustituir la empatía humana es limitada. “El problema de la inteligencia artificial, como lo veo yo, es que no entiende de emociones, no tiene ese acompañamiento humano que es vital cuando hablamos de salud mental", afirmó Liendo. Si bien reconoció que la IA puede ser útil en algunos contextos, como la orientación general o el análisis de datos, destacó la falta de un componente emocional que solo un ser humano puede ofrecer. Foto: Elonce. ¿Es la IA una solución para la soledad en la salud mental? La inteligencia artificial ha emergido, en parte, como una respuesta a la creciente demanda de servicios de salud mental. Uno de los principales atractivos de la IA es su disponibilidad las 24 horas del día, lo que resulta atractivo para muchas personas, especialmente aquellas que enfrentan soledad o que no tienen acceso inmediato a un psicólogo. En este sentido, la IA puede funcionar como una "banda de contención", brindando respuestas inmediatas a quienes necesitan hablar. “Lo que está pasando con la inteligencia artificial es que la legislación está muy atrás del desarrollo. Es muy común que alguien se sienta acompañado, porque la IA está siempre disponible, responde rápido y parece entender lo que necesitas”, dijo Liendo. Sin embargo, advierte que este "acompañamiento" es superficial, ya que no reemplaza el apoyo real que un profesional puede brindar en una sesión cara a cara. El riesgo, según Liendo, es que las personas, especialmente los más jóvenes, confíen en estas plataformas como si fueran una solución definitiva a sus problemas emocionales. Esto puede generar una falsa sensación de apoyo, que es peligrosa a largo plazo. La falta de interacción emocional genuina puede exacerbar la sensación de aislamiento y desconexión en los individuos. Foto: Elonce. El impacto de la IA en los tratamientos psicológicos: herramienta o amenaza Pablo Liendo también se refirió al uso de la IA como complemento en el diagnóstico y tratamiento de trastornos mentales. Asegura que, en este aspecto, la inteligencia artificial puede ser una excelente herramienta para psicólogos, ayudando a recolectar y organizar datos que de otro modo serían difíciles de manejar. La IA, por ejemplo, puede procesar grandes cantidades de información y ofrecer patrones que pueden ser útiles para entender mejor ciertos trastornos. Sin embargo, Liendo resaltó que la clave está en no depender exclusivamente de la IA. “La psicología no es una ciencia exacta. Es una ciencia humana, y por eso, las interacciones, los gestos, las emociones y el lenguaje no verbal son claves en una terapia. La inteligencia artificial no puede replicar eso. Ni la mejor IA puede sustituir esa conexión emocional tan importante”, explicó el psicólogo. Este punto fue reforzado por el ejemplo que Liendo dio sobre el uso de la IA para diagnosticar enfermedades. “A veces, la gente piensa que con solo pedirle a la IA una respuesta, todo se va a resolver, pero detrás de una respuesta automatizada no hay una comprensión profunda de lo que está sucediendo emocionalmente en esa persona”, señaló. Foto: Elonce. ¿Una amenaza para la confidencialidad? Uno de los aspectos más preocupantes cuando se trata de IA en la salud mental es la confidencialidad. Muchos usuarios recurren a plataformas virtuales para expresar sus pensamientos más íntimos, sin saber que sus datos podrían estar siendo recopilados y almacenados sin su conocimiento completo. Liendo destacó que, a pesar de los avances en seguridad de datos, siempre existe el riesgo de filtraciones, y eso puede ser particularmente peligroso en un campo tan sensible como la psicología. “El gran problema de la IA es la cuestión de la privacidad. La gente puede pensar que está hablando con una máquina sin que nadie más lo sepa, pero si esos datos son hackeados o vendidos, puede haber consecuencias graves”, explicó. El psicólogo también mencionó que, si bien la IA puede ofrecer un espacio de confidencialidad, no puede garantizar que esa información se mantenga a salvo. Por otro lado, Liendo destacó que los psicólogos deben ser conscientes de este riesgo y educar a sus pacientes sobre la importancia de hablar en espacios seguros y regulados. Los avances en la inteligencia artificial son innegables, pero las personas siguen siendo el factor fundamental en la salud mental. Foto: Elonce. La psicología humana: insustituible por la tecnología Aunque Liendo no se opone al uso de la inteligencia artificial, dejó claro que no cree que alguna vez la tecnología pueda reemplazar el rol de un psicólogo. “La terapia es un proceso profundamente humano. Nos conectamos con nuestros pacientes no solo a través de las palabras, sino a través de los gestos, las emociones y nuestra propia humanidad. Eso es algo que la inteligencia artificial no puede replicar”, expresó Liendo con firmeza. El psicólogo también comentó sobre la tendencia creciente a ver a la IA como una solución fácil, especialmente entre los más jóvenes, quienes están acostumbrados a obtener respuestas inmediatas a través de sus dispositivos móviles. Sin embargo, Liendo subrayó que este tipo de interacción puede ser peligrosa, ya que no fomenta el desarrollo de habilidades emocionales profundas ni la capacidad de lidiar con los problemas de forma consciente y reflexiva. “En definitiva, la inteligencia artificial puede ser una herramienta útil, pero nunca podrá sustituir la calidez de una conversación cara a cara. La psicología es sobre comprender, acompañar y ayudar al otro a encontrar sus propios caminos, algo que ninguna máquina puede hacer por completo”, concluyó. Terapia sin terapeuta: hasta dónde puede llegar la inteligencia artificial
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