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Parana » Informe Digital
Fecha: 03/11/2025 21:18
                            Con la siembra de maíz y soja en marcha, los próximos meses serán decisivos para el campo. Entre noviembre y marzo se definirá el resultado de la campaña de esos cultivos, los que más aportan a la economía nacional. Tras un inicio con abundantes lluvias y zonas anegadas en el este, los modelos climáticos empiezan a mostrar señales de cambio: el Pacífico ecuatorial se está enfriando y eso podría dar origen a condiciones propias de La Niña, un fenómeno que suele traer menos precipitaciones y temperaturas más altas en gran parte del país. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en su informe trimestral para noviembre, diciembre y enero, proyectó precipitaciones normales o por debajo de lo habitual en una amplia franja que incluye Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, La Pampa, Buenos Aires y el oeste de la Patagonia. En paralelo, prevé lluvias superiores a lo normal en el NOA y valores inferiores a la media en el Litoral. En cuanto a las temperaturas, el SMN advirtió que se esperan registros normales o por encima de lo normal en el centro y el norte del país, con mayor probabilidad de temperaturas elevadas sobre la región pampeana y el Litoral. El meteorólogo Leonardo De Benedictis planteó como un interrogante la posibilidad de que La Niña comience a activarse en noviembre, según lo que muestran los modelos internacionales. Explicó que el modelo CFS de Estados Unidos mantiene la señal de un enfriamiento consolidado del Pacífico ecuatorial, con un patrón de lluvias que podría empezar a modificarse durante este mes. El especialista indicó que los mapas muestran una mayor circulación de humedad hacia el oeste, con “un aumento en el nivel de precipitaciones para el NOA y Cuyo, una situación típica de circulación La Niña”. Añadió que hasta ahora el patrón de lluvias favoreció en gran medida los niveles de agua sobre la parte este, en la zona pampeana y el Litoral, “pero ahora lo que se está viendo es justamente ese cambio de patrón que podría empezar a consolidarse en noviembre”. De Benedictis remarcó que el proceso aún se encuentra en desarrollo. “Por ahora lo que se está viendo es eso, que se vaya volcando hacia esa situación”, explicó, y aclaró que “esta primera semana de noviembre va a ser lluviosa también para el este, con lo cual hablar de un evento La Niña no sería compatible”. El pronóstico trimestral de precipitaciones y temperaturasSMN En tanto, Eduardo Sierra, agroclimatólogo, sostuvo que la fase de La Niña ya está en marcha y que sus efectos podrían prolongarse durante el resto de la primavera y el verano. “Empezó la campaña con una perspectiva de un Niño y, de hecho, se comportó como tal. Pero eso cambió, y en este momento más bien está instalada una Niña”, dijo. Sierra recordó que el inicio de la campaña estuvo marcado por tormentas intensas, como las de Bahía Blanca, y por las inundaciones en la cuenca del Salado, episodios característicos de un año Niño. Sin embargo, subrayó que esa tendencia se revirtió en octubre, cuando los indicadores oceánicos comenzaron a mostrar un enfriamiento del Pacífico ecuatorial. “En octubre ya entramos en la Niña, y los australianos —que conocen bastante— dicen que vamos a seguir así durante noviembre y diciembre y recién en enero estaríamos saliendo. Con lo cual puede darse toda una temporada seca y calurosa”, indicó. Según el especialista, ese cambio podría afectar el desarrollo de los cultivos de verano. “En diciembre ya empieza a instalarse un clima playero, caluroso, más caluroso que seco, porque el calor consume mucha humedad”, señaló. Para Sierra, el exceso térmico es uno de los principales factores de preocupación, ya que puede generar un período de estrés hídrico que impacte en los rindes. “No quiero dar una señal de desastre, pero puede haber un período de estrés que te baje los rendimientos”, aclaró. El experto destacó, no obstante, que la situación actual difiere de campañas anteriores porque los suelos aún conservan buenas reservas de humedad. “Ahora hay buenas reservas de agua. Por eso digo: no quiero dar una señal de desastre, pero hay factores de riesgo”, insistió. La situación de las reservas hídricas El informe del SMN confirmó la tendencia hacia una mayor probabilidad de calor y menores precipitaciones en la franja central del país, aunque precisó que el pronóstico se refiere a condiciones promedio y no descarta variaciones puntuales. “No se descarta la ocurrencia de eventos localmente intensos sobre el centro y el noreste del país a comienzos del período”, aclaró el organismo. Los especialistas coincidieron en que noviembre será un mes clave para determinar si el patrón de La Niña se consolida. “Si esto se empieza a consolidar a medida que van avanzando las semanas, sí estaríamos entrando en un patrón de La Niña”, explicó De Benedictis.
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