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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/11/2025 12:43
Qué es la prosopagnosia y cómo el cerebro reconoce rostros La neuropsicóloga Lucía Crivelli, jefa de Neuropsicología en Adultos de Fleni, explicó en Infobae en Vivo: “La prosopagnosia es un espectro: hasta el 2% de la población puede tener algún grado de dificultad para reconocer rostros”. La especialista destacó cómo el reconocimiento facial involucra diferentes procesos mentales, y alertó sobre la importancia de distinguir entre dificultades normales y señales de alerta neurológica. En diálogo con Infobae en Vivo, durante el programa de la mañana, que cuenta con la conducción de Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Ramón Indart y Cecilia Boufflet, la doctora Crivelli detalló cuáles son los mecanismos cerebrales detrás del reconocimiento de rostros y el fenómeno de la prosopagnosia, una condición de la que el actor Brad Pitt habló públicamente y que, según la experta, es mucho más frecuente de lo que se suele pensar. “La prosopagnosia viene de ‘proso’, que en griego significa cara o persona, ‘a’ es la negación, y ‘gnosis’ es conocimiento. Entonces, literalmente, significa no conocimiento de los rostros. Se trata precisamente de esa dificultad —o imposibilidad— de reconocer caras conocidas. Puede surgir por una lesión cerebral o como un trastorno en el desarrollo”. En el caso del actor estadounidense, explicó que no se trata de un diagnóstico formal, aunque su caso ayudó a hacer visible el tema. El reconocimiento facial en el cerebro ocurre en apenas 200 milisegundos gracias a procesos mentales complejos En diálogo con Infobae en Vivo, en el programa de la mañana, la doctora revisó cómo la ciencia ha avanzado en el entendimiento del reconocimiento facial: “Cuando reconocemos a alguien, lo hacemos en apenas 200 milisegundos. Es un proceso rápido e instantáneo, en general, cuando todo funciona bien. Pero a veces, el sistema falla y aparecen dificultades”. El proceso de reconocimiento —detalló— implica primero un mapa mental global del rostro a través de la región órbita frontal inferior, y sólo después se analizan los detalles específicos con la intervención del lóbulo temporal: “Luego todo esto conecta con unidades de reconocimiento facial, que nos permiten saber ‘yo a esta persona lo conozco de algún lado’, y por último —cuando todo va bien— accedemos al nodo de identidad y recordamos el nombre. Ese eslabón es el que suele fallarles hasta a las personas sin prosopagnosia”. La conversación abordó, además, los desafíos cotidianos a los que se enfrentan quienes padecen la condición: “En los casos más severos de prosopagnosia, hay personas que miran al espejo, saben que son ellas, pero no se pueden reconocer. No es un problema de visión, sino de una región cerebral específica dedicada a la percepción de rostros”. Uno de los aspectos novedosos que la especialista resaltó es la concepción de la prosopagnosia como un espectro y no como una condición tajante: “No es que la tenés o no la tenés. Se calcula que hasta el 2% de la población tiene algún grado de dificultad para reconocer caras y relacionarlas con datos personales. A veces lo que ocurre es que reconocemos que conocemos a alguien, pero no logramos recordar de dónde o cómo se llama. No necesariamente se trata de prosopagnosia clínica, pero sí de un lugar intermedio en ese espectro de reconocimiento”. La prosopagnosia se considera un espectro, con grados variables de dificultad para asociar caras y datos personales (Imagen Ilustrativa Infobae) La entrevista avanzó hacia las diferencias individuales en la capacidad de retención de rostros y nombres: “Así como existen personas con dificultades para reconocer caras, también hay superreconocedores, como Bill Clinton, que era un genio recordando personas hasta muchos años después de un encuentro casual. Hay políticos y figuras públicas que practican esta habilidad, a veces con técnicas, pero en otros casos gracias a un talento natural que les permite generar vínculos más sólidos en lo social”. En la charla, Crivelli señaló las diferencias entre el olvido de nombres propios y otros lapsos de memoria: “Lo normal es olvidar nombres cuando el vínculo no es frecuente ni intenso. Los nombres propios no tienen relación directa con las características de la persona, son arbitrarios y, por eso, más difíciles de recordar. Cuando el olvido empieza a afectar palabras de uso común, en cambio, ahí sí hay que prestarle atención e incluso consultar al médico”. En este contexto, los conductores le consultaron sobre las estrategias para distinguir los olvidos esperables del envejecimiento y los problemas que requieren atención médica. Crivelli describió: “A medida que envejecemos, la memoria se resiente, pero la curva es diferente entre varones y mujeres. Los hombres tienen mejor memoria en la juventud, pero la pierden más rápido con la edad. Las mujeres tienen una curva más estable. Y entre los llamados superagers, personas que conservan memoria de 50 años cuando tienen más de 80, predominan las mujeres”. La columna completa de la doctora Lucía Crivelli Infobae en Vivo te acompaña cada día en YouTube con entrevistas, análisis y la información más destacada, en un formato cercano y dinámico. • De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Cecilia Boufflet y Ramón Indart • De 18 a 21: Jesica Bossi, Virginia Porcella, Federico Mayol y Diego Iglesias. Actualidad, charlas y protagonistas, en vivo. Seguinos en nuestro canal de YouTube @infobae.
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