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  • ¿Cómo afecta el perfeccionismo extremo a las relaciones de pareja? Claves para detectarlo y afrontarlo

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 02/11/2025 14:37

    El perfeccionismo en la vida cotidiana puede afectar la autoestima y la comunicación en la pareja (Imagen Ilustrativa Infobae) El perfeccionismo, en algunos casos extremos, puede transformarse en un obstáculo silencioso para quienes buscan construir una relación amorosa sólida. Muchas veces, lo que comenzó como la búsqueda de la excelencia termina desencadenando incomodidad, distancia y un cuestionamiento constante del propio valor y del otro. En diálogo con Infobae, especialistas analizaron de qué forma impacta el perfeccionismo en las relaciones amorosas y qué propuestas son útiles para afrontarlo. Especialistas advierten que la autoexigencia sostenida suele generar malestar emocional y distancia en el vínculo (Imagen Ilustrativa Infobae) El perfeccionismo como una mochila pesada Juan Eduardo Tesone no observa sin detenerse en la raíz profunda de los problemas. Médico psiquiatra y doctor en Psicología, aportó una imagen nítida para comprender el peso que implica perseguir la perfección: “La búsqueda de perfeccionismo es una pesada mochila para todo ser humano. En primer lugar, es un sufrimiento para la persona que corre detrás de una ilusión imposible de lograr. El desfasaje entre una meta irreal y lo realmente logrado, estará siempre un paso por debajo de la exigencia, con la consiguiente frustración y duelo permanente”. Según Tesone, la exigencia extrema no solo consume a quien la padece. “Dicha exigencia, dirigida a la vez hacia sí mismo y hacia el otro, agota a la persona y a su partenaire, generando conflictos por motivos que no se justifican, limando poco a poco todo vínculo”, sostuvo el especialista de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). El impacto se multiplica cuando esa expectativa inmodificable se traslada a quienes conviven, como hijos, padres y pareja. Para Tesone, enfrentar este patrón demanda ayuda terapéutica. “Abordar esta problemática requiere una psicoterapia, de preferencia psicoanalítica, que pueda ahondar en la fuente de su problemática y logre desanudar una exigencia desmedida, tejida en interrelación con sus padres desde la más tierna infancia, abriendo una perspectiva nueva sobre sí mismo y sobre todo vínculo”, explicó. La ayuda profesional resulta clave ante conflictos recurrentes vinculados a exigencias imposibles de cumplir El otro lado del espejo: el perfeccionismo y la vida cotidiana Eduardo Drucaroff observa la vida en pareja como un delicado equilibrio entre expectativas y aceptación. Para este psicólogo, el perfeccionismo, de uno o ambos miembros, suele ser una fuente de malestar, puesto que casi nunca se alcanzan los altos estándares que se pretenden en forma constante y permanente, si la prioridad es el alto rendimiento. Advirtió además que la convivencia con quien persigue la perfección puede llevar al otro a sentirse menoscabado, a percibir que nunca es lo suficientemente bueno para recibir elogios o reconocimiento. Esa presión se filtra en cuestiones cotidianas: “Puede ser abrumador, para la otra persona, sobre todo si se es muy dependiente en cuanto a la formación de la autoestima, del juicio de valor de la pareja”. Drucaroff, experto de APA, subrayó que muchas veces la intención del perfeccionista no es destructiva: “El miembro de la pareja que es perfeccionista cree estar contribuyendo positivamente a la construcción de la pareja o la familia con sus señalamientos constantes acerca de cómo deben hacerse las cosas, porque piensa de buena fe que así se van a alcanzar mejores formas de ser y de estar en conjunto”. El patrón perfeccionista impacta en la crianza, la rutina doméstica y la intimidad emocional de las parejas (Imagen ilustrativa Infobae) De las pequeñas cosas a las grandes tensiones La psicóloga Valeria Wittner ingresa a la escena diferenciando los matices: “El perfeccionismo implica que las personas están esperando alcanzar la perfección en todo lo que hagan. Y esto no es solamente en actividades claras y concretas, sino que también se ve en los detalles mínimos de la vida cotidiana”, explicó a Infobae. Cuando el perfeccionismo alcanza la esfera privada, las consecuencias son notorias. “Las personas tienen estándares y expectativas muy altos, pero eso les genera sentimientos de frustración si no alcanzan eso que pretenden, porque van a todo o nada”, dijo Wittner. Para la pareja, convivir bajo ese prisma también representa una amenaza para la espontaneidad y el bienestar. “Se siente absolutamente exigido, siente que nunca nada va a alcanzar, siempre tiene miedo de cometer errores, hay falta de espontaneidad”, advirtió Wittner. Psicólogos y psiquiatras enfatizan la importancia de reparar la confianza y fomentar la aceptación en el hogar- (Imagen Ilustrativa Infobae) Entre compulsiones y expectativas: la mirada de los especialistas Rosalía Alvarez dirige la atención a las raíces obsesivas del fenómeno. “Solemos referirnos con perfeccionismo a las personas que tienen ciertos TOCs, a ciertas compulsiones obsesivas. No nos estamos refiriendo simplemente a personas exigentes u ordenadas que responden a lo que nosotros llamamos una instancia superyóica, un superyó muy exigente”, señaló la psicóloga en conversación con Infobae. Para la especialista, la clave está en la dificultad para tolerar que el otro es diferente: “Son personas a las cuales les resulta aún más dificultoso que a otros aceptar que el otro miembro de la pareja es eso, justamente otro, que siente distinto, que piensa distinto, que actúa distinto”. “Lo que siempre da lugar a confrontaciones, peleas continuas, exigencias desmedidas y críticas sistemáticas, creando una situación caótica de pareja”, agregó Alvarez, que sugiere discernir cuándo el perfeccionismo se convierte en obstáculo patológico. La tolerancia al error y el trabajo con expectativas realistas aparecen como estrategias centrales para fortalecer las relaciones (Imagen Ilustrativa Infobae) Herramientas terapéuticas y nuevos acuerdos posibles Frente a las dificultades, todos los especialistas coinciden en dar lugar a la consulta profesional. Drucaroff recomendó, si el perfeccionismo se convierte en un problema irresoluble, “acudir a un especialista en tratamientos de pareja”, ya que el abordaje puede ofrecer aportes significativos. Wittner suma, desde la clínica sistémica, la importancia de trabajar con las expectativas y la tolerancia al error: “Tenemos que evaluar cuán rígido es esto que le pasa a la persona. Si esto es muy rígido en la persona, la terapia de pareja no alcanza, no es el formato indicado”, indicó la psicóloga. En su experiencia, la intervención apunta a trazar límites claros, construir metas posibles y fomentar la aceptación: “El foco tiene que estar puesto en la construcción y en el proceso de objetivos con metas mínimas, en tratar de disminuir o no pensar en esas metas tan altas”. Tesone observa en el proceso terapéutico una oportunidad para revisar el vínculo con la exigencia y aliviar tensiones crónicas: “Si bien un poco de exigencia puede ser estimulante, demasiada exigencia aplasta tanto a la persona como sus vínculos amorosos”. En todos los casos, la intervención terapéutica no plantea borrar los deseos de superación, sino ofrecer cauces más realistas y flexibles. Para quienes ven en la perfección la única vía posible, la oportunidad está en abrirse a lo posible y construir acuerdos donde lo bueno sea suficiente y el error un elemento de la convivencia.

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