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  • Agustín Bernasconi, de MYA al proyecto solista: “La música es lo que me mueve y la actuación es un lujo que me estoy dando de nuevo”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 30/10/2025 04:45

    Agustín Bernasconi es actor, cantante, compositor y músico argentino nacido en la provincia de Córdoba. Saltó a la visibilidad pública siendo adolescente, tras su paso por el reality musical Soñando por cantar, que le abrió las puertas a los talleres de Cris Morena y lo llevó a integrar el elenco de la tira juvenil Aliados. Más adelante formó parte de la serie Soy Luna, donde consolidó su perfil como figura del entretenimiento juvenil. Paralelamente a su trabajo en televisión, desarrolló una carrera musical de la mano de MYA, que formó con Maxi Espíndola. El dúo firmó contrato con Sony Music Argentina, lanzó discos y colaboró con artistas de la escena pop/urbana local. Pero, tras varios años de éxito comercial, se disolvió a fines de 2024, y desde entonces Agustín viene trabajando en su proyecto como solista. En los últimos meses, volvió a combinar música y actuación. Presentó nuevo material y retornó a su rol como actor con proyectos que incluyen una participación en la cuarta temporada de Soy Luna y dos protagónicos en las series Noa y Las reglas del boxeador. Además mantiene una gran presencia en redes sociales, donde cuenta con más de 10 millones de seguidores y comunica lanzamientos, actividades y aspectos de su vida personal. Agustín Bernasconi consolida su carrera como solista tras la disolución de MYA y el éxito de su tema Aventura. (Gastón Taylor) Pollo: —Quiero arrancar hablando de Aventura, que es el nuevo tema que sacaste. Porque ¿qué me pasa con esto? Es un temazo, pero... Agustín: —¿La bachata? (risas). Pollo: —Claro. Aparece como mucho TikTok challenge y uno lo quiere hacer, pero no es tan fácil para todo el mundo. Agustín: —A mí me pasa exactamente lo mismo. Fijate que es un tema mío y digo: “Voy a sacar una bachata, pero tengo que bailarlo”. Y es una cosa atrás de la otra, ¿viste? Es el tren de TikTok, después subir video y digo: “En un momento tengo que bailarlo yo al tema”. Y soy flojeli, flojeli. Pollo: —Pero hay algo ahí... Agustín: —Alguito, muy poco. Pollo: —Imagino que, después de tantos años de laburo, cuando sacás un tema decís: “Bueno, esto lo más probable que sea un golazo”. Para mí Aventura es un éxito, pero no lo digo solo por las reproducciones, lo digo porque lo escucho y pasa algo copado con el ritmo. ¿Entendés el punto? Agustín: —Eso está bueno. Es un buen punto. Yo creo que la palabra éxito es demasiado grande y obviamente hay parámetros y números que miden eso. Pero sí creo que al tema le va bien. Hay canciones que le va mejor que a otras y uno cuando saca un tema aspira a eso, lógicamente, y los números te lo reflejan un poco. Para mí es un éxito que a la gente le pase algo con la canción, que vos me digas: “Che, me hace bailar un domingo al mediodía” o “Me pongo el tema y me genera buena onda”. Para mí eso es un gol. Obviamente, después hay números y estadísticas que marcan cuando a una canción le va mejor que otra, pero sí, ahora le está yendo bien al tema. En TikTok le está yendo bien (risas). Creo que una canción tiene que generarte algún tipo de emoción, ya sea, esto de que te haga bailar, que te genere felicidad o que te meta un poco para adentro. Hay temas románticos que vos los ponés y te hace acordar a algo. Si te genera algún tipo de emoción, ya es un gol. Yo creo que este tema trae alegría, felicidad, te pone a bailar un poquito y eso está bueno. Pollo: —¿Es parte de la industria o pinta que todos los temas tengan un challenge? Porque al fin y al cabo, a la gente joven se le pegan los temas por TikTok, ¿Es clave que tenga un challenge o se da porque sí? Agustín: —Yo creo que es clave hoy en día porque es una herramienta y esa red social es muy fuerte. Vos sacás una canción y, como dijiste recién, esos 15 segundos de TikTok se pega, se pega, se pega y la gente después dice: “Che, quiero escuchar el tema completo”. Pero también pasa que yo escucho temas de TikTok por ahí conozco esos 15 segundos nada más de la canción. Y pasa. Yo siempre estuve como bastante en contra de eso, porque obviamente, ya tengo 28 años y vengo un poco de la vieja escuela también. Pero es aprender a convivir con eso y usarlo a favor. Yo creo que es una red social que recontra pega y hay que meterle ahí, porque por ahí puede agarrar mecha el tema. Pollo: —Deshicieron MYA y desconozco los motivos, pero ¿puede volver el dúo para algún tema o hacer algún reencuentro en el escenario? ¿Cómo quedó todo? Agustín: —Sí, ya lo hemos hecho con algunos artistas. Pollo: —¿Eso no es problema? Agustín: —No, no, cero problemas. De hecho, las canciones que nosotros hicimos con MYA son canciones nuestras, de los dos. Y van a seguir siendo canciones nuestras durante toda la vida y es parte de lo que fuimos, de lo que somos. Son canciones que yo quiero cantar en mi show también. Por ahí, obviamente, cuando recién nos separábamos era como, bueno, tratemos de no ir a cantar a todos lados juntos porque sino la gente no entiende, ¿viste? Pero sí, obvio, a mí me encanta compartir música con él. Supongo que a él también conmigo. Vamos a seguir encontrándonos en escenarios. El artista retornó a la actuación con participaciones en la cuarta temporada de 'Soy Luna' y la serie NOA. (Gastón Taylor) Trayectoria, carrera y balance personal Pollo: —No parecés de 28 años, y no lo digo porque estés roto (risas), sino porque ¡trabajás hace 20 años! Cada quince días te veo envuelto en algo viral o en algún proyecto. ¿Estás contento con tu carrera? Agustín: —Sí, recontra. Pollo: —Con MYA fueron un éxito, pero ahora estás como solista y es un gol también. Eso habla muy bien de vos, pero digo, te salen muy bien las cosas, la carrera es muy buena. ¿Sos consciente de eso? Agustín: —Sí, yo soy recontra consciente de eso. Trabajo mucho también. Obviamente, la carrera del artista es medio una montaña rusa que por suerte yo, por trabajar desde tan chico, logré entenderlo. Hay momentos buenos y momentos no tan buenos, pero doy lo mejor de mí. Por más de que por ahí saco una canción y no la escuche nadie, digo: “Bueno, vendrá otra” y me pongo a laburar en eso. Pero sí soy consciente de que tengo una linda carrera, sana, haciendo lo que amo, que ya eso es algo increíble para mí. Es un motor la gente que me sigue desde hace mucho tiempo, que escuchan mis canciones y que están ahí bancándome. Prácticamente son como el gran motor de toda mi carrera y estoy bien con eso. Pollo: —La actuación, de alguna manera, volvió a tu vida. ¿Cómo estás con eso? ¿Es verdad que vuelve Soy Luna? Agustín: —Sí, se grabó una cuarta temporada de Soy Luna. Yo tengo una pequeña participación ahí. Pollo: —Está bien que estés por ser uno de los que estuvo en el proyecto original... Agustín: —Es que fue un poco eso, ¿viste? Cuando nos empezaron a contar que íbamos a grabar la cuarta temporada, lo que sucedió después de 10 años, yo estaba justo con muchas cosas. Recién terminaba de rodar otra serie y la música es lo que a mí me mueve. Pero lo de la actuación es un lujito que me estoy dando de nuevo, que lo tenía un poco olvidado y tenía ganas realmente de volver a encontrarme con eso. Cuando me lo propusieron dije: “Sí, quiero estar, obvio”. Por todo lo que significó el proyecto para mí, por lo que significan mis compañeros, todo lo que creamos juntos con Soy Luna. Obvio que tengo que estar. Si es un poquito o mucho, no importa, pero tengo que estar. Pollo: —Y la serie que grabaste es Noa. Agustín: —Sí, anteriormente grabé una que se llama Las reglas del boxeador, que hace unos días nos dieron fecha de estreno, que no la puedo decir todavía, pero está por salir. Es una bomba. Es una serie que está basada en un libro que lo escribió Jazmín Riera, que se llama Las reglas del boxeador. Es una historia ahí de un peleador callejero... Pollo: —¿Hiciste vos de peleador? Agustín: —Sí, soy yo. No sabés cómo me entrené. Fue un desafío enorme. No solo por practicar boxeo, sino que yo había actuado de chico con Aliados y Soy Luna. Pero cuando me llega la propuesta para hacer esta serie, hice casting, pasé call back, call back. Y me dicen: “Bueno, quedaste”. Cuando empiezan a mandar los guiones, me agarró como miedo que casi me bajo... Pollo: —¿Por qué? ¿Qué tenías que hacer? Agustín: —Porque es una serie y ser el protagonista es fuerte. La historia está contada desde los ojos del personaje míos. Empecé a leer todo y fue como que me encontré con un desafío enorme. Y dije: “Yo no voy a poder hacer esto como yo lo quiero hacer”. Yo soy súper exigente conmigo y digo: “No voy a poder, no voy a estar a la altura de esto”. Pollo: —¿El primer planteo fue ese? Agustín: —Me acuerdo que hablé con producción y dijeron: “Si te elegimos es porque confiamos y vamos para adelante”. Y la verdad que ahí dije: “¿Sabés qué? Lo voy a hacer y la voy a romper toda”. Y ahí me metí. Es medio un trhiller porque investiga la muerte de su hermano, se mete en un gimnasio de boxeo. Es una historia linda. Pollo: —¿Cuál sentís que fue el mejor momento de tu vida? Agustín: —La época cuando me vine a Buenos Aires y grabamos Aliados. Fue un cambio muy grande en mi vida. Siempre que me acuerdo de esa época y me vienen cosas lindas. Pollo: —Pero con eso también llegó una fama intensa. ¿Fue una ola que supiste surfear o, por momentos, te superó? Agustín: —Yo creo que sí pude. Un poco por cómo soy, obviamente, y por cómo me criaron. Creo que hay como un punto ahí muy grande. Mi familia siempre me apoyó, siempre estuvieron ahí y en esos momentos más que nunca. Porque podés pisar el pasto. Venís de un pueblo de 3 mil habitantes a Buenos Aires con todas las cosas que hay acá, de repente empezar a ser conocido, tener acceso a un montón de cosas, es más fácil pisar el pasto. Pollo: —¿Quién te tiró un centro cuando llegaste a Buenos Aires? ¿Tuviste algún padrino, alguien te ayudó del elenco? Agustín: —En ese momento Peter Lanzani, que era el más grande del elenco y ya había vivido todo lo de Casi Ángeles. Él siempre nos decía: “Tranquilos, con calma, no se peguen la cabeza contra la pared”. Porque es muy fácil pegársela. Vida personal, relaciones y exposición en redes Pollo: —¿Estás en pareja? Agustín: —No. Pollo: —Porque también esta es otra que pasa mucho. Se te involucra en todo... Agustín: —Y... las redes sociales. Pollo: —¿Es culpa tuya o es culpa de los otros? Agustín: —Es culpa de la época en la que estamos, hermano. Pollo: —Pero sí chongueás. Agustín: —Sí, obvio. Como todos los solteros. Pollo: —Por ejemplo, si un día salís a bailar o vas a un bar, al otro día aparece: “Agustín Bernasconi con...”. ¿Tu primera reacción es querer responder o decís: “Ya está”? Agustín: —Yo quiero responder todo, pero aprendí también a no decir nada, ¿viste? Porque una cosa alimenta a la otra. Si yo no quiero que se siga hablando de eso, si yo salgo a decir algo, genero que la gente siga hablando. Entonces, a menos que esté entre la espada y la pared o que involucre más gente que no tiene nada que ver, no salgo. Pero pasa todo el tiempo lo que vos decís, por ahí vas a un boliche y te ponés a hablar con alguien o en un bar y te filman, lo suben a TikTok y se viraliza. O una persona que, no sé, puede ser mi amiga y subimos un TikTok boludeando, de repente es una pareja. Y bueno, uno sabe que tiene esa exposición y que tenés que bancarte eso también. Es parte del juego (risas). Pollo: —Tenés facilidad con los deportes. Te vi correr en la Fórmula que organiza Momo y jugás al fútbol también. ¿Te gustan los deportes o sos un afortunado de la genética deportiva? Agustín: —No sé qué decir. Pollo: —Pero andás bien en los dos. ¿Te gusta mucho el deporte? Agustín: —Me gusta mucho el deporte. Siempre fui de mandarme. Obviamente al fútbol juego desde que tengo 5 años. Es mi sueño frustrado por así decirlo, pero sí siempre me gustó mucho el deporte. ¿Sabés que el fuerte mío? Es el ping pong, amigo. Pollo: —Tengo mucha gente que dice que nadie le gana al ping pong. Pero alguien tiene que perder… Agustín: —Soy muy bueno, pero nunca te voy a decir que no me gana nadie. Obvio que me pueden ganar. Pollo: —Esto es como en el sexo... Agustín: —Exactamente. Pollo: —¿Cómo sos en la cama? Normal. Agustín: —Normal. Pollo: —Y todo lo que venga es ganancia. Agustín: —Exactamente. Siempre hay que tirarse abajo. Cosa que después digan: “No era tan malo”. Todo siempre a menos, como estilo de vida (risas). Pero el ping pong es mi deporte. Viajes, giras deportivas y el sueño de crear una peña folklórica en Capital. (Gastón Taylor) Millón Con una valija llena de dólares, el Pollo invitó a Agustín a comprar todo lo que desee. El único requisito es que el dinero no se puede donar ni guardar como ahorro. Pollo: —¿Qué harías con un millón de dólares? Agustín: —Con 300 me hago una casita linda en provincia. No sé si en un country, pero en un lugarcito ahí como para ir a pasar los fines de semana. Pollo: —¿Sos propietario? ¿Tenés casa en Capital? Agustín: —Sí, tengo. Pollo: —Quedan 700 mil. Agustín: —100 voy a usar para viajar. Y tengo algo con ese tema. Porque hay como una fantasía de decir: “Quiero llevar de viaje a mi familia y hacerle una casa a mis viejos”. Y a mi viejo no sé si le gusta tanto viajar… Pollo: —Tu viejo prefiere que vayas ahí a tomar unos mates a la casa. Agustín: —Mi viejo es como que si yo le digo: “Tengo 100 lucas, te quiero llevar de viaje”. “Sí, podemos ir al Caribe”, dice. Pero después no es que se enloquecería por hacerlo realidad. Es como que, no sé, a mi viejo le gusta pescar ahí en el pueblo. Si le pregunto ¿qué te gustaría? ¿Una mejor lanchita? ¿Más comodidad para pescar? Seguramente diría que sí. Como que digo, hay como una fantasía con eso de hacerlo viajar, ¿viste? Pollo: —Clarísimo. Tal vez les gusta estar ahí. ¿De qué pueblo sos? Agustín: —De Rumipal. Pollo: —¿Y cuántos habitantes tiene? Agustín: —3.500. Pollo: —¡Uh! Muy chico. Es muy bueno eso. Agustín: —Es muy chiquito. Y ellos son felices ahí. Y cuesta sacarlos de ahí, ¿eh? Pollo: —Pero por ejemplo, ¿a tu viejo le gusta el fútbol? Agustín: —Le encanta. Pollo: —Listo, un Real Madrid-Barcelona. Un partido de Champions. Agustín: —Vamos al Mundial (risas). Bueno, a mi hermano lo llevé al Mundial cuando fui en 2022. Yo puse un pie en Qatar y se me vino él a la mente. Mi hermano es fanático del fútbol. Y labura en el campo con la novia, en otro pueblo que se llama Las Perdices. Y yo tenía una sensación fea. No lo estaba disfrutando porque él no estaba. Y agarré una noche y dije: “¿Estás para venirte mañana?" “¿A dónde?“, me dice. “Venite a Qatar”, le dije y le saqué los pasajes. Pollo: —Hermoso. ¡Qué planazo! Agustín: —Yo a partir de ese día que él llegó, empecé a estar relajado y feliz. Si no, no lo iba a disfrutar porque yo estaba de rebote ahí porque me habían llevado a cantar. Y me daba cuenta que él quiere estar viviendo más esto que yo. Lo disfrutamos mucho los dos. Pollo: —Te quedan 600 mil. ¿Qué hacemos? Agustín: —Yo tengo una cafetería en Núñez, que la abrí con un amigo que es gastronómico y era como su sueño para él. Yo justo tenía una guita y abrimos una cafetería juntos. Pero me gustaría abrir una peña folclórica. Pollo: —¿Acá? Agustín: —Sí. Acá en capital. Pollo: —¿Hay público? Agustín: —Lo vamos a llevar al público. Al porteño le gusta o le entusiasma la idea de ir al campo. Siento que hay que contarles cómo es la experiencia de ir a una peña… Pollo: —Me parece un planazo. Agustín: —Digo de trasladar una experiencia como la de Salta o cualquier lugar del interior. Esa experiencia de una peña, de un buen locro, de una buena humita. Que sea como la experiencia del día. Llegás, te reciben con empanadas, empanadas en serio, buenas. Con locro, música folclórica en vivo... Es vivir un poco esa experiencia y después volver a capital. Pero más cerca, en vez de irse a Salta... Pollo: —Me encanta. Agustín: —No sé cuánta guita necesitamos para eso, pero una buena movida. Pollo: —Con 100 alquilás el local a todo trapo. Agustín: —Alquilar como si fuera una estancia y armar lo que sería un escenario afuera, que la gente viva la experiencia, música en vivo y fin de semana. Pollo: —Espectacular. Te quedan 500 lucas. Agustín: —Vamos a agarrar 200. Me gusta la idea de buscar jugadores de fútbol. De asociarnos, por ejemplo, nosotros dos, buscamos un buen profe, armamos un equipo y salimos a buscar jugadores de inferiores por el país. Los traemos a Buenos Aires, los recontra entrenamos, pero bien premium todo: Alimentación, estudio, etc. Cuando vuelen, con los contactos que tenemos los llevamos a los clubes y después podemos pegar un contrato. Con 200 la idea es tener un buen profe, instalaciones, que los chicos tengan todo. Pero muy estricto, ¿eh? Porque nosotros estamos invirtiendo en él. Pollo: —Es como ir a una pensión de un club. Agustín: —Pero más premium. Pollo: —Esto lo hacen muchos representantes, ¿sabías? Agustín: —Sí, lo hacen. No te digo que no. Pero nosotros podemos hacerlo mejor. Ponele 10 o 15 jugadores. Escuela bilingüe, todo el circo... Pollo: —Me dan ganas de entrar... (risas). Te quedan 300 lucas. Agustín: —Y estos 300 me lo dejo para boludear, no sé. Me gusta el karting, me armo uno súper pro. Pollo: —Agarrás y decís: “Che, me llevo a 20 a ver el Real Madrid-Barcelona”. Y te fuiste. Agustín: —Vamos todos al Mundial, punto. Me compro un autito lindo… Pollo: —Me gustó. Muy bien gastado. Agustín: —Me divertí. El músico compartió su pasión por el deporte y reveló su sueño frustrado de ser futbolista profesional. (Gastón Taylor) Ruleta de preguntas Pollo: —¿Cuál es tu contacto más famoso? Vale Instagram o WhatsApp, pero alguna vez tuviste que haber hablado. Agustín: —Hoy puede ser Julián Álvarez. Pollo: —Es muy arriba Julián Álvarez, ¿te respondió alguna vez? Agustín: —Sí, sí. Me ha conseguido entrada para un partido de allá, que fue un amigo. Nos seguimos en Instagram. Yo una vez le mandé: “Sos un crack”, porque soy hincha de River, y así arrancamos a hablar. Pollo: —¿Te pasó con otros jugadores? Agustín: —Con Enzo Fernández también hay buena onda y con un par de la Selección. Pollo: —¿Te da algo de vergüenza cuando hablás con futbolistas que admirás mucho? Porque no es lo mismo chatear para conquistar a alguien… Agustín: —Y pensás cada cosa que escribís. Pero también somos todos del medio y en este caso nos conocimos cuando Juli todavía estaba en River. Pero sí, es un flash. Pollo: —¿Si vas a Madrid le escribirías para ir a un partido? Agustín: —Sí, re. Eso re. Pollo: —Hablando de redes sociales, ahora que estás soltero. ¿Te tiran onda? Agustín: —Sí, bastante. Pollo: —¿Y vos sos de tirar o lo tuyo es más el mano a mano? No sé si sos de la vieja escuela... Agustín: —Lo que venga, amigo (risas). Pollo: —Pero si ves la foto y te gustó, se sigue. Agustín: —Sí, se sigue. ¿Por qué no? Pollo: —¡Lo que debe ser ese inbox! Agustín: —No, no. Estoy muy tranquilo (Risas). Pollo: —¿Tenés a alguien que te encante? Puede ser de afuera. Agustín: —Dua Lipa. Pollo: —¿Nunca le escribiste en Instagram? Agustín: —No, no tengo chance. Mejor en persona, tal vez algún día (risas). Pollo: —Me dicen que se está por casar... Agustín: —¡Ah! Bueno, afuera. No pego una, amigo.

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