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Parana » El Once Digital
Fecha: 29/10/2025 08:30
Aaron Armeya y Coni Ros son influencers del colectivo LGBT que eligieron compartir su experiencia de pareja abierta. Cómo combinan el amor, la libertad y los acuerdos. Aaron Armeya, de 23 años, y Coni Ros, de 25, conforman una pareja trans poco convencional. Él es un varón trans; ella, una mujer trans. Llevan dos años de relación y, además de ser pareja, son influencers y activistas del colectivo LGBT. Desde sus redes sociales, ambos comparten reflexiones sobre identidad, deseo y vínculos, con un enfoque de humor y educación. Su historia se viralizó recientemente cuando publicaron un video en el que contaron que tienen “una relación abierta”. El clip, que superó los seis millones de reproducciones, despertó curiosidad y debate por la sinceridad con la que abordaron el tema. “Al principio, yo le decía a Coni: ‘Mirá, vos hacé, pero no me cuentes’. Y ella me decía: ‘Vos hacé y yo quiero que me cuentes’”, relató Aaron. Pero el acuerdo inicial, del tipo “don’t ask, don’t tell” (“no preguntes, no cuentes”), pronto se volvió más complejo. De la idea al acuerdo: cómo surgieron las reglas “Un día me volví loca. Porque de repente el señor cogía con todo el mundo... literal, se volteaba a todo lo que se le pasaba por adelante”, contó Coni entre risas. Luego agregó: “Yo, a comparación de él, estaba en un celibato completo. Entonces agarré un día y le dije: ‘¿Sabés qué? Mejor, por mi salud mental, no me cuentes nada’”. Hoy, la pareja mantiene un vínculo abierto, pero con límites acordados. “Con reglas de juego bien claras, de lo que está prohibido y permitido”, explicaron a Infobae. Aaron lo resume de forma sencilla: “Somos un hombre y una mujer juntos”. Mientras que Coni amplía: “Me siento más cómoda con el término pareja queer”. Amor, transiciones y aceptación familiar Aaron comenzó su transición a los 14 años, acompañado por profesionales de la salud. “Antes de realizar mi transición, yo era una persona muy triste. No me reía, no tenía ganas de hacer cosas”, recordó. Coni, en cambio, inició su transición a los 21 y la compartió públicamente en redes sociales: “Hago contenido en redes desde antes de transicionar, así que un poco transicioné con mi comunidad”. Ambos coincidieron en que el proceso de aceptación no fue fácil, ni en lo social ni en lo familiar. “Cuando presenté a Aaron en mi casa, mi mamá agarró y me dijo: ‘Al final, ustedes tanto quilombo que hicieron, son todo lo mismo, pero al revés’”, contó Coni, entre risas. Con el tiempo, las familias los acompañaron y hoy conocen incluso los acuerdos de su relación abierta. “Sí, nuestras familias lo saben”, aseguró Coni. Los “prohibidos” y los “permitidos” de la pareja La propuesta de abrir la relación nació de Coni. “No me cerraba la exclusividad como mandato”, explicó. Juntos redactaron lo que llaman, con humor, “términos y condiciones”. Entre las reglas, acordaron “no tener sexo con amigos, con familiares o gente del trabajo”. También evitar convertir los encuentros externos en vínculos afectivos. “Si empezás a ir al cine, a tomar mate en el parque, a verse varias veces, ya no nos convence”, aclararon. Los tríos “están permitidos, pero es algo mucho más esporádico”. Además, ambos priorizan el vínculo principal: “Si estamos con ganas, primero nos priorizamos a nosotros”, dijo Coni. Aaron explicó que usan apps de citas o conocen personas “face to face” en fiestas o bares, siempre con honestidad desde el inicio: “Blanqueamos que estamos en pareja abierta y preguntamos si la otra persona está de acuerdo”. Reflexiones y proyectos a futuro “No somos superhéroes. Tenemos celos como cualquiera”, reconoció Coni, quien suele compartir en sus redes sus vivencias y reflexiones sobre el amor libre. Para ambos, la bisexualidad aporta flexibilidad al deseo, pero no define toda su identidad. “A la gente le molestan los rótulos cuando no encajan en lo que conoce”, señaló Aaron. Si bien la idea de tener hijos aparece en sus charlas, no es una prioridad. “Aaron no tiene el deseo de ser padre”, dijo Coni, quien tampoco proyecta ser madre por ahora, aunque no descarta la adopción en el futuro. “Somos una pareja de un hombre y una mujer que encontró su modo de amarse”, resumen ambos, convencidos de que su historia no desafía al amor tradicional, sino que lo amplía con nuevas formas de libertad y cuidado mutuo.
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