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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/10/2025 22:55
La reciente publicación en The Astrophysical Journal Letters destaca que ambos descubrimientos proporcionan claves para la búsqueda de partículas elementales desconocidas, capaces de interactuar con agujeros negros y extraer energía de ellos (Imagen Ilustrativa Infobae) La reciente detección de dos fusiones de agujeros negros con características inusuales ha impulsado el conocimiento sobre la formación y evolución de estos objetos extremos. Los eventos, identificados como GW241011 y GW241110 por una red avanzada de detectores de ondas gravitacionales, fueron observados con apenas un mes de diferencia a finales de 2024 y han abierto nuevas perspectivas sobre la dinámica de las colisiones más violentas del universo. El primero de estos fenómenos, GW241011, se produjo el 11 de octubre de 2024 a una distancia aproximada de 700 millones de años luz. En este caso, dos agujeros negros, con masas de 20 y 6 veces la del Sol, se fusionaron. Casi un mes después, el 10 de noviembre, se detectó GW241110 a unos 2.400 millones de años luz, resultado de la unión de agujeros negros de 17 y 8 masas solares. Lo singular de este segundo evento radica en que el agujero negro principal giraba en sentido opuesto a su órbita, una configuración nunca antes observada en este tipo de sistemas. La comparación entre los datos observados y las soluciones teóricas propuestas por Roy Kerr para agujeros negros en rotación confirmó predicciones de la relatividad general (Imagen Ilustrativa Infobae) La colaboración LIGO-Virgo-KAGRA ha divulgado estos hallazgos el 28 de octubre en The Astrophysical Journal Letters. De acuerdo con el trabajo, los datos obtenidos no solo refuerzan la validez de las leyes fundamentales de la física propuestas por Albert Einstein hace más de un siglo, sino que también abren la puerta a la búsqueda de partículas elementales aún desconocidas, capaces de interactuar con los agujeros negros y extraer energía de ellos. La peculiaridad de GW241011 y GW241110 reside en la diferencia de tamaño entre los agujeros negros implicados —el mayor casi duplicaba al menor— y en la orientación de sus giros. Estas características sugieren que ambos sistemas podrían ser ejemplos de agujeros negros de segunda generación, es decir, objetos formados a partir de fusiones previas en entornos densos como los cúmulos estelares. Stephen Fairhurst, profesor de la Universidad de Cardiff y portavoz de la Colaboración Científica LIGO, explicó que “dado que ambos eventos presentan un agujero negro significativamente más masivo que el otro y que gira rápidamente, ofrecen indicios prometedores de que estos agujeros negros se formaron a partir de fusiones previas de agujeros negros”. El análisis detallado de estos eventos ha permitido a los científicos profundizar en la comprensión de los procesos de fusión jerárquica, donde los agujeros negros se forman y evolucionan a través de múltiples colisiones en regiones densamente pobladas. Thomas Callister, profesor adjunto del Williams College y coautor del estudio, subrayó que “estas dos fusiones de agujeros negros binarios nos ofrecen algunas de las perspectivas más fascinantes hasta la fecha sobre los primeros años de vida de los agujeros negros”. Los resultados de las fusiones detectadas abren la puerta a investigar interacciones entre agujeros negros y partículas exóticas, permitiendo la exploración de procesos energéticos que trascienden las teorías más aceptadas (Imagen Ilustrativa Infobae) El experto planteó que estos hallazgos sugieren la existencia de agujeros negros como miembros de agrupaciones dinámicas y densas, más allá de la imagen tradicional de objetos aislados. En el ámbito de la física fundamental, la precisión alcanzada en la medición de GW241011 ha permitido someter a prueba aspectos clave de la relatividad general en condiciones extremas. La comparación entre las observaciones y la solución matemática propuesta por Roy Kerr para agujeros negros en rotación mostró una coincidencia sobresaliente, confirmando las predicciones de Einstein con un nivel de exactitud sin precedentes. Además, la señal de GW241011 incluyó un armónico superior, un fenómeno observado solo por tercera vez, que refuerza otra predicción teórica relevante. Carl-Johan Haster, profesor adjunto de astrofísica en la Universidad de Nevada, Las Vegas y coautor del artículo, afirmó que “la intensidad de GW241011, junto con las propiedades extremas de sus componentes de agujero negro, proporciona medios sin precedentes para poner a prueba nuestra comprensión de los agujeros negros”. Añadió que estos resultados incrementan la sensibilidad para detectar posibles fenómenos que trasciendan la teoría de Einstein. Según los expertos, el estudio también tiene implicaciones en la búsqueda de partículas elementales. Los agujeros negros de rotación rápida, como los analizados, pueden servir para investigar la existencia de bosones ultraligeros, partículas hipotéticas propuestas por teorías que amplían el Modelo Estándar de la física de partículas. La detección de fusiones con gran diferencia de tamaño entre los componentes y giros opuestos sugiere que existen mecanismos complejos de evolución en los sistemas binarios de agujeros negros (Europa Press) Las perspectivas futuras en este campo son prometedoras. Stephen Fairhurst señaló que “las mejoras previstas en los detectores LIGO, Virgo y KAGRA permitirán realizar más observaciones de sistemas similares, lo que nos permitirá comprender mejor tanto la física fundamental que rige estos sistemas binarios de agujeros negros como los mecanismos astrofísicos que conducen a su formación”. Por su parte, Joe Giaime, director del sitio del Observatorio LIGO Livingston, destacó que los avances técnicos en los detectores han posibilitado mediciones precisas de las formas de onda de fusión, esenciales para identificar detalles sutiles en eventos como GW241011 y GW241110. “Una mayor sensibilidad no solo permite a LIGO detectar muchas más señales, sino que también permite una comprensión más profunda de las que detectamos”, afirmó Giaime.
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