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» Diario Cordoba
Fecha: 28/10/2025 13:17
Hace semanas una escultura se hizo viral… pero era mentira. La imagen de una mujer con el peso de las tareas domésticas corrió como la pólvora. Se indicó incluso su localización en Barcelona y el nombre de su creador, pero todo era falso. Era una imagen generada por inteligencia artificial. La estatua no existe pero lo que sí existe en cambio es lo que representa. Una encuesta europea ha desvelado que el 78% de las madres españolas admiten estar sobrecargadas, once puntos más que la media. ¡El 78%! El 57% tiene ansiedad y agotamiento mental. Los datos no es que descubran nada nuevo. Según el INE, el 85% de las tareas del hogar siguen recayendo en mujeres; y ellas dedican el doble de tiempo. Una encuesta de Malas Madres ya advertía que una de cada cuatro reconoce que la falta de corresponsabilidad ha traído conflictos y desgaste emocional. Desgaste, también, en la pareja. La convivencia se tensa porque han tenido que escuchar el «qué borde estás» o «no es para tanto», mientras se marchaba más de uno sin atender a su responsabilidad como adulto funcional que es. Eso sí, haciéndolas sentir culpables si ellas no ceden. Porque la mujer llamada «ama de casa» ha sido considerada por muchos como la sirvienta, la que solo vale para dejar la ropa lista del día siguiente y la que tiene que servir el plato de comida. Y ya pueden tener ochenta años, que no las dejan ni jubilarse de las tareas. Muchas de ellas han acabado sus días sin ni siquiera una pensión porque llevaron durante décadas todo el cuidado. Tanto que no podían ni trabajar ni realizarse fuera del hogar. Y hasta descuidaron la salud, sin ir al médico cuando correspondía, porque «si yo falto en casa, quién va a hacer las cosas». Aquella imagen viral representaba el peso de todo lo material, pero sobre esas espaldas también está todo lo inmaterial. Hace tiempo, a la salida de una conferencia, un señor se sintió molesto porque él, «ayudando» en casa, ya se consideraba el más feminista del mundo y le molestaba los comentarios que se hacían de los hombres. Habría que preguntarle qué tareas asumía. Si hacer la compra o limpiar el wc, porque no es lo mismo. Y aún haciendo las peores, habría que preguntar por la tarea mental. Si, por ejemplo, ha pensado qué comer mañana. Y si hace una y otra, entonces que hable con el resto de sus colegas varones porque, encuesta tras encuesta, la realidad es que la corresponsabilidad en el hogar no llega. Supongo que porque se vive muy cómodo con todo dispuesto. No es que las mujeres tengan una habilidad superior para hacer la comida o doblar los dedos para tender la ropa. Se llama querer hacer las cosas y que la casa no se venga encima de suciedad y de descuido. Muchas reconocen que el desamor en la pareja apareció ahí. Para algunas fue motivo suficiente para el divorcio. La imagen se hizo viral porque, por muy falsa que fuera, no mentía. Representaba a millones de mujeres. Y es porque refleja una verdad: que la carga es pesada y se trata, tan solo, de repartir el peso. No es mucho pedir . *Profesora de la UOC y periodista
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