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  • Qué significa rascarse la cabeza, según la psicología

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 27/10/2025 12:55

    Rascarse la cabeza puede funcionar como una estrategia momentánea ante el estrés, brindando alivio ante situaciones tensas o incómodas (Imagen Ilustrativa Infobae) Un simple gesto, como tocarse o rascarse la cabeza durante una conversación, puede revelar mucho más de lo que parece. Estos movimientos habituales, presentes tanto en reuniones profesionales como en encuentros personales, funcionan como señales silenciosas que transmiten emociones, actitudes y estados internos. Su interpretación, sin embargo, depende del contexto y de la forma en que se producen, ya que el mismo gesto puede sugerir desde autoridad hasta inseguridad o incomodidad. La comunicación no verbal ocupa un lugar central en la interacción humana. Investigaciones del psicólogo y antropólogo Albert Mehrabian han demostrado que, en un intercambio cara a cara, solo el 35% del mensaje corresponde a las palabras, mientras que el 65% se atribuye a elementos no verbales. Según Mehrabian, el lenguaje verbal sirve principalmente para transmitir información, mientras que la comunicación no verbal expresa estados y actitudes personales. Esta diferencia subraya el peso de los gestos y posturas en la transmisión de emociones y la construcción de relaciones. Dentro de este universo de señales, los gestos relacionados con la cabeza adquieren matices particulares. Un hombre que pasa la mano rápidamente por su cabello, como si se peinara, suele proyectar autoridad y seguridad, sobre todo si acompaña el movimiento con contacto visual. Por el contrario, rascarse la nuca o la parte posterior de la cabeza puede indicar dudas o inseguridad respecto a lo que se está diciendo. Tocar o rascarse la cabeza durante una conversación puede ser una señal no verbal que revela estados emocionales o actitudes internas El significado del gesto de rascarse la cabeza Esta actitud, tan habitual y muchas veces inadvertida, puede interpretarse desde la psicología y la comunicación no verbal. El experto en comportamiento no verbal Bob Whipple describió el acto de rascarse la cabeza como una señal típica de incertidumbre en un artículo publicado en Leadergrow. El cerebro, ante situaciones incómodas o difíciles de comprender, puede activar estos microcomportamientos como una forma de liberar tensión o ganar tiempo para pensar. “Además de confusión, este tipo de lenguaje corporal puede indicar duda. En algunas circunstancias, puede ser un indicio de mentira. Si alguien empieza a rascarse la cabeza mientras le hablas, comprueba si esto indica que no cree en lo que dices. Normalmente, verás otra señal facial de duda junto con el rascado de cabeza”, expresó Whipple. Y ejemplificó: “Si la persona frunce el ceño mientras se rasca la cabeza, puede ser una señal de que estás dañando la confianza que te ha inculcado. Sea cual sea el origen de la emoción, quien realiza el gesto no suele ser consciente de ello, a menos que alguien se lo señale". La clave para interpretar correctamente estos gestos reside en el contexto. Si una persona se rasca la cabeza de manera reiterada, podría tratarse de una causa física, como dermatitis, y no necesariamente de una manifestación emocional. La piel y el sistema nervioso están relacionados y el estrés puede provocar o agravar la picazón en el cuero cabelludo (Imagen Ilustrativa Infobae) “El gesto de rascarse la cabeza puede tener una explicación física lógica, como eccema o caspa severa. Como con todo lenguaje corporal, es necesario considerar los movimientos habituales de la persona. Si esta persona se rasca la cabeza habitualmente sin ningún estímulo aparente, es probable que el problema sea una picazón física y no confusión” sumó el experto. En cambio, si el gesto aparece solo en momentos específicos, como ante preguntas complejas o comentarios incómodos, es probable que refleje una tensión emocional concreta. La frecuencia, el entorno y la reacción de los interlocutores ayudan a diferenciar entre un simple malestar físico y una señal de inseguridad o estrés. Más allá de la confusión o la duda, rascarse la cabeza puede estar vinculado a ansiedad o estrés, según la psicología. En situaciones de presión, las personas pueden recurrir a este gesto como una vía para aliviar la tensión interna. Así, el acto de rascarse se convierte en una estrategia momentánea para gestionar el estrés emocional, funcionando como una especie de válvula de escape ante el malestar. Estos microgestos también pueden indicar la necesidad de liberar tensión emocional o ganar tiempo para procesar una respuesta (Imagen Ilustrativa Infobae) Según los expertos, la piel y el sistema nervioso están íntimamente relacionados ya que tienen un origen embriológico común. Existen muchas causas de picazón y varias de ellas pueden estar producidas o agravadas por el estrés o la ansiedad. En casos extremos, la manipulación del cabello puede estar relacionada con la tricotilomanía, un trastorno compulsivo que lleva a la persona a retorcer y arrancar su propio pelo. “Los pacientes son incapaces de detener este comportamiento, incluso aunque su cabello se vuelva más delgado”, según Medline Plus. Y agregó: “Puede afectar hasta el 4% de la población. Las mujeres tienen una probabilidad 4 veces mayor de resultar afectadas que los hombres”. La tricotilomanía se diferencia claramente de los gestos cotidianos, ya que implica una conducta repetitiva y dañina que requiere atención clínica.

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