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Parana » El Once Digital
Fecha: 27/10/2025 09:30
El pequeño Lian Flores Soraire, de tres años, desapareció en febrero en Ballesteros Sud. Ocho meses después, la investigación dio un giro tras el hallazgo de imágenes pornográficas en celulares secuestrados. Los padres del niño piden celeridad judicial y aseguran que “la lentitud genera impunidad”. Pasaron más de ocho meses desde aquella calurosa siesta del 22 de febrero cuando, en un cortadero de ladrillos de Ballesteros Sud, al sudeste de Córdoba, Lian Gael Flores Soraire, de tres años, desapareció sin dejar rastro mientras sus padres dormían junto a sus otros hijos. Desde entonces, no hay certezas sobre su paradero. Las fuerzas federales, provinciales e incluso el Ejército participaron en un amplio operativo de búsqueda que no logró resultados. Su rostro aún recorre las calles y dependencias oficiales, acompañado por una recompensa de $20 millones para quien aporte información certera. Ofrecen una recompensa de $20 millones para quienes aporten datos sobre el paradero de Lian Una nueva línea de investigación: posible red de pedofilia La causa, que se investiga en las justicias provincial y federal, tomó un rumbo inesperado en las últimas semanas. Peritajes digitales realizados sobre teléfonos secuestrados en febrero revelaron más de 40 archivos de contenido sexual infantil y videos pornográficos. Los dispositivos pertenecen a dos varones de 16 y 21 años, allegados a la zona donde vivía la familia Flores Soraire. El hallazgo, según confirmaron fuentes judiciales, podría vincularse a una red de pedofilia. “El hallazgo reabre una línea de investigación que no se puede ignorar”, señaló una fuente cercana al caso. El abogado Carlos Nayi, que asumió la representación legal de los padres de Lian, pidió que la investigación avance “con dinamismo y responsabilidad”. “La lentitud genera olvido, y el olvido provoca impunidad”, advirtió. Nayi, que también patrocina la causa en el fuero federal, remarcó: “Hay elementos para profundizar responsabilidades. La Justicia no puede demorar, porque la demora destruye la esperanza”. "Pienso que alguien lo tiene", sostuvo el padre de Lian Flores: peritan tres camionetas y 11 celulares “El Estado olvidó a los más débiles” El letrado apuntó además a la vulnerabilidad extrema en la que vivía la familia. “Los Flores Soraire vivían prácticamente en condiciones de la prehistoria. Son personas invisibles, aplastadas por los más fuertes. Si esto fue trata o abuso, fue porque el Estado olvidó a los más débiles”, manifestó. Los padres de Lian Gael Flores Soraire (foto José Gabriel Hernández / La Voz) El cortadero donde desapareció Lian se ubica a tres kilómetros del casco urbano y emplea a familias migrantes del norte argentino y Bolivia en condiciones precarias. Según Nayi, ese entorno expuso especialmente a los niños a contextos de riesgo. Hipótesis descartadas Durante los primeros meses, los investigadores barajaron distintas posibilidades: accidente, ataque animal, extravío o secuestro extorsivo, pero todas fueron descartadas. Más de 200 testimonios, 54 allanamientos, intervenciones telefónicas, rastrillajes terrestres, acuáticos y aéreos y análisis de datos geolocalizados no arrojaron resultados positivos. Búsqueda de Lian: para el fiscal, la hipótesis principal es que al niño se lo llevaron La “zona cero”, donde Lian fue visto por última vez, fue revisada metro a metro con drones, perros y sensores térmicos. También fueron investigados vehículos sospechosos -una camioneta blanca y un Volkswagen Surán-, pero quedaron fuera de sospecha. La pista del secuestro extorsivo también fue descartada: no hubo llamados, ni pedidos de rescate. En cambio, la investigación se centra en los celulares incautados, que podrían ser la clave para esclarecer el caso. “Ninguna hipótesis está cerrada, pero algunas adquieren más fuerza que otras. Hay que actuar con cautela, pero con firmeza. El tiempo juega en contra de la verdad”, sostuvo Nayi. Esperanza y reclamo de justicia A pesar del dolor, los padres del pequeño reconocen el trabajo de los equipos de búsqueda. “Se puso y se sigue poniendo todo”, afirmó el abogado. El caso cuenta con la colaboración de organismos nacionales e internacionales, entre ellos el FBI y Missing Children Argentina. “Se analizaron baldíos hasta un radio de cuatro mil metros, se revisaron otros cortaderos de ladrillos y se tomaron más de doscientos testimonios. El compromiso institucional existe, pero el padre de Lian necesita respuestas concretas”, indicó Nayi. El padre del niño, Elías Flores, expresó su desesperación: “Ya pasaron ocho meses y no sabemos nada. Solo queremos encontrar a nuestro hijo. Le pedimos a la Justicia que trabaje hasta las últimas consecuencias. Es extraño que un niño desaparezca así, sin dejar rastro”. La mamá de Lian continúa pidiendo que la Justicia le responda dónde está su hijo. (foto José Gabriel Hernández / La Voz) La madre de Lian apenas puede hablar. En su casa de barro, las pequeñas prendas del niño siguen intactas. “Su pantalón azul y su zapatillita quedaron ahí, como si fuera a volver”, contó entre lágrimas. “Una deuda del Estado con los niños pobres” Nayi consideró que el caso debe generar una reflexión profunda: “Este expediente desnuda una deuda del Estado con los niños pobres. Ellos no tienen derechos efectivos. Si un niño desaparece en la pobreza, todo cuesta el doble: investigar, encontrar, probar. No debería ser así”. Mientras tanto, la esperanza de los padres sigue intacta. Las fotos de Lian permanecen visibles en móviles policiales y redes sociales, recordando que, a ocho meses de su desaparición, la búsqueda continúa. (fuente La Voz)
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