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» Derf
Fecha: 24/10/2025 23:08
Las velas aromáticas no solo perfuman, también crean un ambiente cálido y relajante. Sin embargo, muchos pequeños errores en su uso hacen que se consuman más rápido de lo que deberían o que no desprendan todo su aroma. Con algunos cuidados simples, podés alargar su vida útil y disfrutar mucho más de su fragancia. No cortar la mecha antes de encenderla Cuando la mecha está demasiado larga, la vela genera más humo, la llama se vuelve inestable y se consume de forma desigual. Lo ideal es recortarla a unos 4 o 5 mm antes de cada uso. Apagarlas soplando con fuerza Soplar fuerte no solo puede esparcir cera caliente, también genera más humo y olor a quemado. Lo mejor es usar un apagavelas o, en su defecto, cubrir la llama con una tapa metálica o un vaso invertido para sofocarla sin residuos. No dejarlas quemar el tiempo suficiente Si apagás la vela muy rápido, la cera no se derrite de manera uniforme y se forma el famoso “túnel”, desperdiciando producto. Cada vez que la enciendas, dejala al menos una hora para que la superficie quede completamente líquida. Colocarlas en lugares con corrientes de aire El viento o la ventilación hacen que la llama parpadee demasiado, lo que provoca un consumo irregular y un aroma más débil. Lo mejor es ubicarlas en un rincón protegido y estable. Usarlas en espacios muy grandes sin considerar su tamaño Una vela pequeña no va a perfumar un living entero. Si querés que el aroma se perciba bien, elegí unas de mayor tamaño o usá varias distribuidas en el espacio.
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