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» Derf
Fecha: 24/10/2025 23:06
Algunos hábitos cotidianos pueden hacer que se arruinen más rápido de lo que deberían, pero con pequeños cambios podés conservarlas mejor ¿Comprás frutas y verduras frescas y a los pocos días ya están pasadas, blandas o con mal olor? No siempre es cuestión de mala suerte o baja calidad: muchas veces, los errores están en cómo las almacenamos. Acá, repasamos los más comunes y cómo solucionarlos de forma práctica. Guardarlas todas juntas (y sin criterio) No todo va a la heladera, ni todo puede ir en la misma bolsa. Algunas frutas liberan etileno, un gas que acelera la maduración (como las manzanas, bananas o paltas), y pueden afectar a otras si están muy cerca. Solución: separá las frutas que emiten etileno de las más sensibles, y usá cajones o contenedores distintos dentro de la heladera. Meter todo apenas llegás del súper Algunos vegetales como los tomates, las cebollas, las papas o el ajo no deberían ir a la heladera, ya que el frío cambia su textura y sabor. Solución: guardalos en un lugar fresco, seco y oscuro (como una alacena ventilada), preferentemente en bolsas de papel o canastas abiertas. Lavar antes de guardar Lavar frutas y verduras apenas las traés puede parecer una buena idea, pero la humedad extra favorece la aparición de moho y acelera el deterioro. Solución: lavá justo antes de consumir, y si necesitás dejarlas listas, asegurate de secarlas bien antes de guardarlas. No revisar con frecuencia A veces se arruina una banana o un tomate, y todo lo que está cerca termina en la basura también. Solución: hacete el hábito de revisar tus frutas y verduras cada dos o tres días. Sacá lo que ya esté muy maduro o en mal estado para evitar que se “contagien”. Usar bolsas cerradas o sin ventilación El encierro y la falta de aire favorecen la humedad y los hongos. Solución: usá bolsas de red, papel o recipientes con ventilación. En la heladera, también podés usar frascos de vidrio para hojas verdes ya lavadas y secas. Bonus: ¿qué sí va a la heladera y qué no? Heladera: zanahoria, brócoli, espinaca, lechuga, uvas, frutillas, zapallito, repollo Fuera de heladera: cebolla, papa, ajo, tomate, banana, palta (hasta que madure), frutas de carozo Cuidar estos detalles te puede ayudar a ahorrar dinero, evitar desperdicio y aprovechar mejor tus compras frescas.
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