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  • Seis de cada 10 constructoras no encuentra personal en un sector que paga peor que durante la burbuja

    » Diario Cordoba

    Fecha: 24/10/2025 23:00

    “Hace 20 años muchos chavales entraban a hacer un curso en una escuela taller y no acababan ni el año. Venía un jefe de obra a captarlos y a los pocos meses ya estaban cobrando más que tú”, recuerda una maestra de un centro de formación del área metropolitana de Barcelona. “Años después, cuando estalló la burbuja, he vuelto a ver a algunos de ellos volver a estudiar”, añade. El gremio de la construcción vive de nuevo momentos de ebullición, con una demanda disparada y una crisis habitacional entre la población que ha forzado a las administraciones a prometer cifras récord de edificaciones sociales o a precios regulados. No obstante, los trabajadores que tienen que construir esos pisos cobran hoy peor que durante la burbuja. O bien porque sus salarios están congelados, o bien porque no han crecido al mismo ritmo que la inflación, con una pérdida de poder adquisitivo medio que escala hasta el 27%. La necesidad y el negocio conviven en un sector en el que hoy en día ya hay más agentes inmobiliarios tratando de vender viviendas que antes de que estallara la burbuja inmobiliaria. “Te entra un inmueble en la cartera y al día siguiente ya lo tienes vendido, da igual el precio. El sector de las agencias está en un momento muy sólido y entre algunas empresas hay una guerra por los comerciales”, cuenta el presidente de la patronal Fadei, Miguel Ángel Gómez Huecas. De la misma manera que durante la burbuja había jefes de obra que se plantaban en construcciones de la competencia para captar cuadrillas enteras con promesas de mejores salarios, entre algunas agencias ocurre lo mismo. "Hay empresas que se cuelan en los actos corporativos de otras para repartir tarjetas y prometer a los comerciales que les doblarán sus comisiones si vienen a vender para ellos”, explica Gómez, que censura estas "malas prácticas". No en vano, se venden muchos más pisos de segunda mano que no de obra nueva. Para ponerlo en perspectiva y pese a las promesas políticas sobre futuras viviendas, en 2006, el momento más álgido de la burbuja, se construyeron en España más de medio millón de residencias, mientras que en 2024, según los datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, las viviendas terminadas en España no alcanzaron las 100.000. Falta mano de obra, pero los sueldos no suben Uno de los motivos que frena que se construyan más casas, junto a la escasez de suelo edificable y la lentitud de los permisos administrativos, es la escasez de obreros y existe una preocupación extendida entre los constructores sobre todo para encontrar futuros relevos. Según el último informe de coyuntura elaborado por la Cambra de Comerç de Barcelona y presentado esta semana, seis de cada 10 empresas del sector de la construcción consideran que la falta de mano de obra afecta a la buena marcha de su negocio. "Hemos de replantearnos cómo construimos", reflexionaba el presidente de la entidad, Josep Santacreu. El 40% de los encargados de obra se nos jubilarán durante la próxima década y nos va a costar sustituirlos Lluís Moreno — Presidente de la COCC "Tras el estallido de la burbuja hubo una contención muy importante en licitaciones y nuevas promociones y ha habido un periodo de más de 15 años, y con la pandemia de por medio, en el que la mano de obra o ha envejecido y se ha jubilado o se ha recolocado en otros sectores y ahora que vuelvan es complicado", afirma el vicerrector de políticas de internacionalización de la UB, Raúl Ramos. “Ahora mismo tenemos la mano de obra que necesitamos para cubrir la cartera, pero vamos a tener un problema más pronto que tarde”, reconoce el presidente de la Cambra de Contractistes d'Obres de Catalunya (CCOC), Lluís Moreno. “El 40% de los encargados de obra se nos jubilarán durante la próxima década y nos va a costar sustituirlos”, alerta. Y los salarios que parte de las empresas del sector están ofreciendo no contribuyen a ello. Desde 2008, año en el que explotó la burbuja inmobiliaria, hasta ahora el sueldo medio de la construcción, descontada la inflación, ha disminuido un 27%, según datos de la encuesta de costes laborales elaborada por el INE. Esa pérdida de poder adquisitivo dentro de los que construyen ha sido sustancialmente mayor entre los trabajadores ‘de cuello blanco’ que entre los peones, según denuncian desde los sindicatos. Ha habido una degradación generalizada de los salarios entre el personal cualificado y técnico Carlos del Barrio — Responsable de la construcción de CCOO de Catalunya “Ha habido una degradación generalizada de los salarios entre el personal cualificado y técnico”, explica el responsable de construcción de CCOO de Catalunya, Carlos del Barrio. “Los peones se rigen por el convenio colectivo y este se ha ido adecuando a los precios. Pero los técnicos de las grandes constructoras cobran bastante más y durante la última década y media las compañías han ido absorbiendo y compensando pluses para no subirles el salario. Muchos cobran hoy lo mismo que en 2010”, añade. El sindicalista pone el ejemplo de ingeniero de puentes y caminos afiliado al sindicato y empleado en una gran constructora. En 2010, cobraba 58.000 euros al año y hoy sigue cobrando el mismo sueldo. “Desde 2010 que no se contrata y los sueldos… venimos de una crisis muy larga”, afirma el presidente de los contratistas catalanes. Este reconoce que las empresas del sector deben subirlos, sobre todo para competir con otros sectores donde perfiles como los ingenieros también tienen mercado. A los jóvenes no les atrae Automatizar algunos procesos y apostar por la construcción industrializada es una opción para cubrir ese déficit de personal. Si bien el vicerrector de la UB señala que "la automatización que ha ido ganando terreno en otros sectores no está tan avanzada en la construcción y falta inversión, aunque no es un problema único del sector de la construcción; a pesar del reciente contexto de condiciones favorables para la financiación". Para suplir la falta de mano de obra, Moreno, de la Cambra, añade dos vías más. Por un lado, volver a atraer a los jóvenes. Algo que ahora mismo les cuesta, con unos sueldos por debajo de la media y una siniestralidad que prácticamente es el triple. Según datos facilitados a EL PERIÓDICO por el Departament de Educació de la Generalitat, este año el grado de FP de construcción y obras de interior, ha arrancado con un 20% de plazas vacantes, entre las 306 plazas disponibles. Desde la Generalitat reconocen que, a medida que avance el curso, el ratio de ausentes puede incrementarse. En el grado de proyectos de edificación y obra civil, la ratio de vacantes al inicio de curso es del 12%. Por el otro, lograr que las mujeres vean en la construcción una salida laboral. Hoy representan menos del 10% del total de ocupados. “Debemos conseguir que vean la construcción como un trabajo no de hombres, sino de personas. Hemos evolucionado, ya no es un trabajo tan físico”, insiste. “No lograremos feminizar el sector solo instalando lavabos segregados. Muchas mujeres no vienen porque no se permite la conciliación. En muchas obras se acaba pasadas las seis de la tarde, porque se trabajan los sábados o porque hay que desplazarse cada día a 200 kilómetros o quedarse a dormir cuatro días fuera de casa”, replica el sindicalista de CCOO.

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