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Parana » Uno
Fecha: 24/10/2025 14:31
En un contexto de vulnerabilidad social, ofrecen distintos talleres y alfabetización. La escuela es un espacio de aprendizaje, contención y esperanza La Escuela Los Nazarenos es un espacop de formación, contención y esperanza para la gente del barrio San Martín En el barrio San Martín, de Paraná, donde la necesidad muchas veces supera a las oportunidades, un grupo de docentes, voluntarios y alumnos le da vida cada día a la Escuela N° 261 Los Nazarenos , un centro educativo dependiente de la Fundación Puentes, que lleva adelante proyectos sociales para la promoción integral de las personas. Fue inaugurada en marzo de 2020 como una propuesta educativa y de capacitación laboral destinada a los vecinos de la zona –conocida como el “Volcadero”–, pero empezó a funcionar al año siguiente debido a las restricciones por la pandemia. Actualmente ofrece formación laboral y alfabetización para adolescentes y adultos. En este espacio se trabaja en conjunto con la comunidad y diversas fundaciones y organismos para garantizar la infraestructura y los talleres necesarios. Desde su apertura pasó a ser un espacio de inclusión social y oportunidades laborales para los habitantes del sector, recibiendo apoyo de organizaciones locales y de la comunidad educativa. Amarú Méndez, referente de NeuroCea, acusa al Consejo de Educación de despedirla por "alzar la voz" Su directora, Graciela Ale, asumió este año en ese cargo y no duda en definir al espacio como “una gran familia”. Llegó con algunos miedos y sin conocer el barrio, pero asegura que hoy no se imagina en otro lugar. “Es hermoso lo que se vive acá, lo que uno aprende. Me enamoré del trabajo que hace la gente acá con tanto corazón. Todos los días surgen desafíos, pero cuando uno logra algo, te llena el alma”, expresó con emoción. La escuela funciona con dos talleres principales: panadería y peluquería, ambos con certificación del Consejo General de Educación (CGE) y una duración anual. Este año asisten alrededor de 30 personas a los talleres y 25 al nivel primario, sumando un total de unos 55 alumnos. Escuela Los Nazarenos El taller de peluqiería en la Escuela Los Nazarenos brinda la posibilidad de una salida laboral Gentileza: Escuela Los Nazarenos “Los talleres duran un año, pero muchas alumnas vuelven para seguir perfeccionándose. Ya tienen el certificado, pero siguen asistiendo a los talleres porque encuentran un espacio donde aprender, compartir y crecer”, contó Ale. En panadería, los alumnos elaboran productos que luego se llevan a sus casas o venden en el barrio. “A veces traen los materiales y otras veces los conseguimos con donaciones. Muchos ya se animaron a ser emprendedores”, destacó la directora. En peluquería, la solidaridad también se hace práctica: “La tallerista, María Elena, les presta las herramientas para que puedan trabajar: secadores, planchitas, tijeras. Así pueden hacer sus trabajos fuera del taller y generar ingresos”, detalló. La oportunidad de aprender a leer Además de la capacitación laboral, Los Nazarenos ofrece nivel primario para jóvenes y adultos. Se trata de una segunda oportunidad para quienes no pudieron estudiar. Allí cursan desde adolescentes de 14 años hasta personas mayores de 68. “Muchos de ellos nunca habían tenido la posibilidad de ir a la escuela. Algunos aprendieron a leer y escribir acá, y sienten una alegría enorme al poder firmar por primera vez”, relató Ale. La escuela recibe a estudiantes de los barrios San Martín y Humito, entre otros sectores vulnerables de la ciudad, con una gran iniciativa solidaria. “Son personas que desde chicos tuvieron que trabajar y no pudieron acceder al sistema educativo. Hoy vienen con entusiasmo y compromiso, y eso nos motiva a todos”, dijo la directora. Tendrá sus primeros egresados la escuela Los Nazarenos.jpg Tendrá sus primeros egresados la escuela Los Nazarenos. Gentileza: Gastón Vera Una escuela con desafíos constantes El trabajo cotidiano no está exento de dificultades. En los últimos meses, la escuela sufrió el robo de la instalación eléctrica, lo que obligó a suspender los talleres durante un mes. “Las clases de primaria las dábamos afuera, al sol; pero panadería y peluquería necesitaban electricidad. Fue muy difícil”, recordó Ale. Gracias a la gestión del municipio y la ayuda de alumbrado público, pudieron restablecer el servicio, aunque los recursos siguen siendo limitados. “Si tuviéramos dinero, al otro día se soluciona, pero dependemos de la solidaridad. Todo se logra con gestiones, donaciones y tiempo”, remarcó. Sueños que crecen Pese a las dificultades, el equipo sigue proyectando. Para 2026 esperan poder abrir un taller de modista o modisto, para el cual ya cuentan con máquinas donadas desde Buenos Aires. Sólo falta la aprobación económica. “Tenemos las máquinas y las ganas. Ojalá podamos conseguir el apoyo necesario para hacerlo realidad”, señaló Ale. Escuela Los Nazarenos La Escuela Los Nazarenos es un espacop de formación, contención y esperanza para la gente del barrio San Martín Gentileza: Escuela Los Nazarenos También preparan la muestra anual y una posible feria en el centro de Paraná, junto a la Escuela de Capacitación Laboral Enrique Angelelli, para mostrar los trabajos de los alumnos y difundir la tarea que realizan. Llamado a la comunidad El funcionamiento de la escuela depende del aporte de la Fundación Puentes, que cubre los sueldos del personal, y de las donaciones de vecinos y colaboradores. “Quienes quieran ayudar pueden comunicarse conmigo o con la Fundación Puentes. Siempre decimos que lo mejor es venir y conocer, porque cuando conocés este lugar, desaparecen los prejuicios. La gente que viene, se queda ayudando”, invitó la directora, y dejó un número de teléfono de contacto: 342-6144204. También se puede escribir a las redes sociales: Facebook: Los Nazarenos En un contexto difícil, donde el esfuerzo se multiplica, la Escuela Los Nazarenos se sostiene gracias al trabajo comprometido de quienes creen que la educación puede cambiar vidas. “Acá todos los días hay un desafío nuevo, pero también una alegría nueva. Esto no es sólo una escuela: es un lugar donde se aprende a tener esperanza”, concluyó Graciela Ale.
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