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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/10/2025 18:37
Betiana Wolenberg junto a Pancho Dotto, su representante cuando sufrió el accidente (Instagram) Octubre tiene un significado especial para Betiana Wolenberg, quien revive cada año el recuerdo de un accidente automovilístico que marcó su vida hace 18 años. La modelo, y fashion influencer, casada con el conductor Nicolás Magaldi y oriunda de Leandro Alem, Misiones, rememora cómo el 21 de octubre de 2007, fecha que coincidió con el Día de la Madre, estuvo al borde de la muerte tras un siniestro vial que la dejó en coma durante cuatro días y la obligó a permanecer en cama por cuatro meses para curar una fractura de cadera en tres partes. Cuando se restableció, cinco meses más tarde, aún tenía secuelas físicas: una pequeña cicatriz sobre la ceja derecha, otras cinco o seis en los brazos y una herida profunda en el muslo izquierdo. El accidente ocurrió cuando, tras regresar de un viaje de trabajo en Nueva York, su entonces novio Santiago Rossi la recogió en Ezeiza y juntos emprendieron viaje hacia Melincué, en la provincia de Santa Fe, para asistir a una carrera de cuatriciclos. El trayecto se truncó en el kilómetro 187 de la Ruta Nacional 8, donde el Volkswagen Bora en el que viajaban perdió el control y comenzó a dar vueltas de campana fuera de la carretera. Según los testimonios periodísticos de esa época, Wolenberg se había quitado el cinturón de seguridad y salió despedida del habitáculo del automóvil. El posteo de Betiana Wolenberg, con imágenes de su recuperación en 2007 Wolenberg, una modelo de 1,75 metro, continuó su carrera en el staff de Pancho Dotto. Su determinación por reconstruir su vida profesional se sumó a la resiliencia con la que enfrentó la recuperación física y emocional. Hoy, Wolenberg compartió en sus redes sociales la intensidad de sus emociones al llegar octubre: “Este mes me tiene completamente revolucionada. Festejo el Día de la Madre con mi beba en brazos y con mi amado Bauti que en 3 días cumple años… y no puedo evitar mirar atrás y emocionarme. Porque un 21 de octubre, hace 18 años, volví a nacer”. La modelo relató que el accidente ocurrió cuando circulaban a 200 km/h por la ruta y una cubierta reventó, alterando su vida en un instante. “Estuve entre la vida y la muerte, en coma durante 4 días y varios meses sin poder caminar. Dolor, miedo, incertidumbre… y un cuerpo que tuvo que volver a aprenderlo todo”, expresó. Nicolás Magaldi compartió la primera imagen de Cata, la hija con Betiana Wolenberg (Instagram) La experiencia, según sus palabras, le otorgó una nueva perspectiva: “Ese día el universo me dio una segunda oportunidad. Y como si no fuera suficiente, aquel 21 de octubre también era el Día de la Madre. Por eso este mes es tan especial, el recuerdo de todo lo vivido, el amor incondicional de ser mamá y la emoción de ver a Bauti cumplir años mientras tengo a Catita en brazos”. Wolenberg agradeció especialmente a Pancho Dotto, a quien describió como su “calma y fuerza” en los momentos más difíciles, y a su madre, a quien reconoció como su “otra gran fortaleza”. También extendió su gratitud a quienes la asistieron en la ruta y al personal médico que la atendió: “Gracias infinitas”. El propio Pancho Dotto respondió públicamente a su mensaje, recordando la intensidad de aquellos días: “Desde el primer día que te vi sentí algo muy fuerte. Siempre te quise mucho, te cuidé como a una hija que nunca tuve. Fueron momentos muy difíciles… hice interconsultas con otros médicos porque no podíamos trasladarte por tu estado… fueron momentos muy complicados. Pero ya pasó. Hoy tenés una gran familia con Nico Magaldi, un ser humano único como lo sos vos. Te adoro siempre. Estoy muy orgulloso de vos, sabélo”. Nicolás Magaldi y Betiana Wolenberg Por su parte, Nicolás Magaldi, esposo de Wolenberg, le dedicó unas palabras en las que resaltó su carácter y generosidad: “Hay seres únicos y vos. Gracias por estar y enseñarnos todos los días todo. Siempre lo digo, sos un homenaje a la humildad. Estas palabras son el resumen de muchas cosas. Eso es lo que te hace única. Cada situación te hace ser más grande. Gracias baby, a cada persona que pasa a tu alrededor le das una luz única, porque sos única. Me diste la oportunidad de ser tu pareja y tener dos hijos increíbles. Por todos los días y los besos, abrazos que nos quedan, desde acá siempre te elijo y te digo gracias, te amo”. La historia de Betiana Wolenberg se ha transformado en un testimonio de supervivencia y gratitud, donde el recuerdo del accidente convive con la celebración de la vida y la familia.
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