22/10/2025 18:16
22/10/2025 18:16
22/10/2025 18:16
22/10/2025 18:16
22/10/2025 18:16
22/10/2025 18:16
22/10/2025 18:15
22/10/2025 18:15
22/10/2025 18:15
22/10/2025 18:14
» Elterritorio
Fecha: 22/10/2025 11:29
Continuando con las indagatorias a los acusados que decidieron declarar en la segunda jornada del debate oral por la muerte del albañil Carlos Guirula, el agente Carlos Da Silva detalló el accionar policial de esa madrugada y complicó la situación de Escobar y Tabárez. miércoles 22 de octubre de 2025 | 10:32hs. Siguiendo con las indagatorias de los policías que pidieron declarar en la causa que tiene en el banquillo de acusados a seis efectivos del delito “tortura seguida de muerte” en perjuicio del albañil Carlos Guirula, fue el turno de declarar para el agente Carlos Da Silva. En primer lugar, al igual que Sidorak, comenzó a relatar lo recordaba de esa madrugada, remarcando que durante el procedimiento “él -Guirula- nos empieza a insultar y decir que tenía un cuñado comisario y que nos iban a sumariar. Desde el principio nos dijo que no lo íbamos a poder llevar detenido” En esa línea, indicó que “cuando él escuchó que lo íbamos a llevar detenido, intentó ingresar a su vehículo. Servian se colocó en la puerta del auto y el hombre quedó con una pierna adentro del auto y la otra afuera, y empezamos a forcejear”. El forcejeo duró aproximadamente cinco minutos, explicó, ya que Guirula se resistía era difícil controlarlo. En ese marco, mencionó que “al no poderlo sacar del vehículo, la oficial Tábares ingresó por la puerta trasera y trató de empujarlo”. Sin embargo, esto no funcionó. Lo siguiente fue que Guirula logró soltarse un brazo y le pegó un “manotazo a la oficial Tabárez”. Ante esto, la oficial se bajó del auto para pedir apoyo radial. “Tratamos controlarlo y decirle que se calme, que le íbamos a poner las esposas y le llevábamos a la comisaría para que se tranquilice. Pero cuando le intentamos poner las esposas, se resistía”, continuó declarando. En ese contexto, mencionó que 4 minutos después llegó en otra patrulla el efectivo Escobar. “Cuando Escobar ingresó con Recalde -otro policía- al vehículo, pudimos sacarlo de ahí. Lo paramos al costado del vehículo con Servian tratando de reducirlo y él le propinó tres golpes a la altura del abdomen. Segundos después llegó Sidorak y le tomó la mano que tenía la esposa”. Patadas en la cabeza En tanto, lo siguiente en su declaración fueron los detalles de una golpiza que denota el exceso de autoridad: Da Silva manifestó que cuando Guirula ya estaba boca abajo, “Escobar le pateó a él en la cabeza y la oficial Tábares también. En eso, el sujeto sacó un manotazo y la oficial Tabárez retrocedió y volvió para darle tres patadas de frente”, explicó. A su vez, contó que ya cuando se lo logra esposar a la víctima y cuando se dirigían al patrullero -en el que estaba Servian- “le pregunté si le llevábamos a sanidad policial o a la comisaría. Me respondió que Tabárez estaba a cargo y la oficial nos dijo que vayamos a la comisaría”. Siguiendo con su reconstrucción, mencionó que Servian y el chofer del patrullero (Bogado) lo sacaron del motel, pero al llegar al portón “Guirula volvió a forcejear y cayó en el piso, sobre piedras de la entrada del motel”. Luego ya fue levantado a la camioneta y ante la resistencia que continuaba por parte del albañil, “me dijeron que le tire el gas pimienta”. “Saltaba arriba del detenido” En relación a qué sucedió cuando Guirula ya estaba controlado, apuntó: “Escobar en reiteradas ocasiones saltó arriba del detenido que estaba de espalda”. Situación que lo hizo reaccionar, buscando explicaciones sobre esos saltos, porque “ya estaba esposado y arriba de la camioneta”. Finalmente, explicó que cuando llegaron a la comisaría, “me quedé arriba de la camioneta y traté de moverlo para que se baje. Lo muevo y no me contesta, le pido a Servian que le saque las esposas y no reaccionaba”. Ante la no respuesta del detenido, Da Silva fue a buscar un vaso de agua para tirarle en la cara porque “me dijeron que por ahí se durmió por estar muy alcoholizado”. Sin embargo, la no reacción de Guirula se debió a que ya no tenía signos vitales. “Cuando le volví a sacudir y no logró despertarse, Saravia llegó, le tocó detrás del oído y dijo que no tenía pulso. Por lo que procedimos a bajarlo y acostarlo boca arriba, pero no volvió a reaccionar”, concluyó.
Ver noticia original