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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/10/2025 06:35
Osvaldo Príncipi es un crítico y relator de boxeo. Desde muy joven se vinculó con el deporte y llegó a boxear como amateur. Comenzó su trayectoria en la radio local antes de instalarse como una voz conocida del boxeo argentino y latinoamericano. A lo largo de más de cinco décadas trabajó en radio, televisión y medios gráficos: fue relator y comentarista en ciclos como Boxeo de Primera, 100% Lucha y participó en programas de entretenimiento. Actualmente, conduce el programa Secretos del Ring en Fox Sports. Su presencia en redes y en YouTube lo mantiene vigente como referente del boxeo en el país. También es autor y colaborador en numerosas publicaciones y libros sobre boxeo. Durante su trayectoria ha recibido múltiples reconocimientos: fue declarado Personalidad Destacada en el ámbito del Deporte por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en 2021; y recibió distinciones de organismos del boxeo como la WBA. Osvaldo Príncipi: “100% Lucha fue un mensaje infantil con una gran destreza física de que no siempre el bien le gana al mal”. (Jaime Olivos) Leo: — ¿Cómo andás, Osvaldito? Príncipi: — Bien. Disfrutando de la vida, sin quejarme… Leo: — Vos sos un gozador de la vida. Príncipi: — Sobre todo después del tiempo de pandemia, que digo que la gente no supo aprender a vivir en el nuevo tiempo que nos tocaba después de tanto sufrimiento, tanto dolor, después de tanta muerte de amigos, de seres queridos, conocidos o desconocidos. Y la gente no aprendió a vivir. Dos guerras, tres guerras más. La gente se pelea… Leo: — ¿Qué es lo que sentís que debíamos haber aprendido y no aprendimos? Príncipi: — El gozo de la vida cuando se acababa un poco el flagelo de la muerte. ¿Sabés que pensaba el primer día? En qué banqueta de qué bar de Honduras o Gorriti me iba a sentar a tirar unos cohetazos. En el buen sentido de la palabra. La gente no supo cómo recuperar el tiempo perdido después de la pandemia. Yo siempre digo lo mejor está por venir y no hay edad para los proyectos, para los sueños... La creatividad en la vida y el periodismo Leo: — ¿De dónde sale tu creatividad para las frases? ¿Te fluyen, las escribís, las preparás, escuchaste algo…? ¿De dónde? Príncipi: — Yo tuve la suerte de niño de escuchar mucha radio y de escuchar tremendos relatores de automovilismo, de fútbol, de boxeo y también de básquet. Cuando escuchaba a García del Soto y a mi queridísimo Edgardo Román Gilavert. Edgardo fue vital para que yo pueda sobrevivir en Buenos Aires. Yo lo llamaba el amo (risas). Edgardo y Ricardo Arias. Edgardo me mimó en todo. Escuché tanto relato radial que creo que algo se mezcló y salió como una fórmula, como un cóctel de todo eso. Y lo misterioso, lo dramático, yo creo que lo saco de aquellos micros de la cabalgata deportiva cuando aparecía Buck Canel, que increíblemente era nacido en Argentina, hijo de diplomáticos de Estados Unidos, que tenía una abuela cubana y se convirtió en el relator de béisbol y boxeo favorito de Fidel Castro. Él te llevaba en esos micros con cinco o seis introducciones rápidas a darte la sensación, a ponerte en la primera fila del ring. Ahí me di cuenta que tenía que trasladar al espectador con este mismo misterio. Leo: — Claro. Así arrancaste siempre tus transmisiones de boxeo como con un cuentito. Príncipi: — Siempre. Tengo que captar al público en la apertura. Siempre le digo al director: “Parece algo egocéntrico e irrespetuoso, no lo toma mal, pero hágame los cuarenta y cinco segundos iniciales solo a mí. No deje todo el cuadro de los cuatro que están al lado, que parece que están esperando que el médico diga que pase el que sigue, porque si no hago la introducción, la transmisión no tiene sentido” 100% Lucha y el mensaje para los niños Leo: — Hay frases gloriosas, que solo vos podés decir, como por ejemplo a Tortícolis, la tortura de la urraca húngara. ¿A quién caraj* se le puede ocurrir eso? Solo a vos (risas). Príncipi: — Claro, pero vos fijate que lo húngaro y lo australiano se aplica en todos los deportes y no tiene ningún sentido. El gran maestro de todo esto fue Rodolfo Di Sarli, el relator de Titanes en el Ring. Yo le dije a Eduardo: “No podemos hacer algo individual porque vamos a perder ante Di Sarli”. Entonces, creamos un dúo de relato. Íbamos a perder porque contra eso no se puede competir. Leo: — Sí, igual. Eso era para los padres, porque los pibitos —que hoy tienen veintipico y se criaron viéndonos— todavía nos lo recuerdan. Nosotros les presentábamos a sus ídolos: Viloni, La Masa, Mc Floyd, Gorutta, Musambe… Príncipi: — Pero la lucha es de abuelo, papá y nieto. Y la cantidad de personas que venían en familia... Leo: — ¿Dame tu opinión de 100% Lucha. ¿Qué fue? Príncipi: — 100% Lucha fue un mensaje infantil con una gran destreza física de que no siempre el bien le gana al mal. Y cuando el mal le gana al bien, hay que redoblar el esfuerzo para que otra vez la justicia pueda ganarle a la injusticia. Ese era el mensaje. Tenías por ahí mil objeciones: “¡Oh! La destreza para los niños. ¡Qué mal ejemplo!” Pero la celebración de todo eso era el esfuerzo de que no siempre en la vida todo sale bien. Porque cuando Mc Floyd le ganaba a Viloni, los niños lloraban. Y en nuestro ciclo no siempre ganaba el bueno. Era enseñarle a perder a los chicos, también. Porque no siempre el favorito de ellos en cualquier disciplina deportiva iba a ganar. Leo: — A ver si coincidís. Creo que fue un éxito porque los chicos necesitaban ese mundo de fantasía. Lo hacíamos en serio, con buena producción y nivel atlético. ¿Coincidís en que todo eso fue clave para el éxito? Príncipi: — Se juntó todo. Se hizo con mucha responsabilidad, con mucho respeto y crédito al atleta. Y se combinó el atleta y los no atletas, que eran actores. El artista. Yo saqué una conclusión. Por eso simpatizaba mucho con los villanos. Yo creo que en la lucha, el silbido, el rechazo vale más que la ovación que el aplauso. Y es más difícil levantar ese silbido que retumba en las paredes que la ovación. Artísticamente hablando. Leo: — Ver a Mc Floyd abrir los brazos en el Luna Park y recibir el silbido de 10 mil personas, ganado por ese personaje, era único (risas). Príncipi: — Un espectáculo hermoso. Ojalá pueda recuperarse. No veo una gran creatividad en la televisión de hoy, que parece sumisa a los números. “No hay plata. Es una época difícil”, dicen. Yo con 68 años ya me estoy un poco rebelando a todo eso. Cuando encontrás un ejecutivo que en los primeros cinco minutos te dice: “No hay plata, época difícil, ya pasó eso”. Ahí digo: “Perdí mi tiempo. Hubiese seguido comiendo mi dulce de zapallo en casa”. Leo: — Si lo hiciésemos de nuevo, ¿lo tendríamos que hacer todos los originales y lo haríamos bien? Príncipi: — Y con las nuevas generaciones. Fijate que Viloni ha peleado con su hijo. Moran ha peleado con su hijo... Leo: — Tito Moran pelea con todos (risas). Príncipi: — ¿Te acordás de Titito cuando vos gobernaste aquella ceremonia tan triste de un niño que lloraba al ver como su padre iba a perder la cabellera con Viloni y después Viloni lo perdonó? Y fue el abrazo entre tres adversarios y enemigos a los que se le había podido haber colocado de fondo las palabras de Balbín cuando despedía a Perón (risas). Y todo eso se daba en el ring, que era un semblante de unión en una época tan rota como esta… Leo: — Hay que hacer 100% Lucha, padres e hijos. ¡Ojo! Príncipi: — Claro, están los youtubers. Hemos hecho en esa fiesta anual que se hace en Buenos Aires, en el encuentro de los gamers, en los recintos de las ferias de Palermo, con cupos para 5 mil o 6 mil espectadores, con todos los juegos, los láser, con todos los botones y los expertos... Competimos con eso y cuando llegó nuestra hora del espectáculo, hubo que poner vallados porque se había saturado el lugar. Es decir, competimos con la fantasía, con el músculo, con la fuerza, con la ficción, con la aventura, con todo lo que es rayos, muerte, caída, puntos, ruidos, etcétera. Y la gente vino hacia el patio de la inventiva y la fantasía. Entonces, no todo está perdido. "No todo está perdido", expresó Príncipi en diálogo con Leo Montero. (Jaime Olivos) El Top 5 del boxeo argentino, según Príncipi Leo: — ¿Tenés tu Top Five de nuestros boxeadores? Príncipi: — Sí. Monzón o Pascual Pérez. Para mí son maestros intocables. Nicolino, que es una cosa fuera de serie, el número tres. Luis Ángel Firpo, que fue el hombre que abrió el boxeo y que metió la escena más conmovedora, yo creo que del boxeo de todos los tiempos: sacar a Jack Dempsey con esa piña por 17 segundos fuera del ring. Tuve el honor de, con una producción de la familia Príncipi, que todavía estoy pagando, así que a los dos bancos donde tengo el déficit en la cuenta, señores, sepan que fue por algo del país (risas). Leo: — Que fue por una noble causa (risas). Príncipi: — Fui al estadio de Polo Grounds, que hoy son ruinas, es un centro deportivo que está allá arriba, llegando al Spanish Harlem, al Harlem dominicano. Hicimos todo con historiadores americanos y gente del Consejo. La alcaldía de Nueva York le corroboró la pelea del siglo. Pasaron 100 años, 14 de septiembre de 1923 a 14 de septiembre del 2023. Se abrió una placa… Leo: — ¿Eso para Firpo-Dempsey? Príncipi: — Sí. Fui a pedir apoyo a la familia Bunge. Félix Bunge, el creador del imperio, que fue el hombre que diagramaba todas las peleas de Luis Ángel Firpo. Fue el estratega. Fui a golpear y gente amiga me ayudó. Llegué hasta lo que pude y me ayudó mucho. Terminé con ayuda del consulado, con gente muy importante. Pero pudimos mostrarle al país el estadio de Polo Grounds, donde pisé. Dice: “Se estima que Dempsey cayó acá”, me dijo el historiador. Es algo que está al alcance de todos metido en YouTube. Fuimos con Lucas y con Lisa. Leo: — Con tu familia. Príncipi: — Con la familia Príncipi. Era un gusto que me quería dar llevar a mi familia. Y me tocó justo el encuentro de Naciones Unidas, donde todo Nueva York valía tres veces más que el precio... Leo: — Dijiste: Monzón, Pérez, Firpo, Nicolino y te faltó el quinto. Príncipi: — Y el quinto... Falucho. Falucho tiene mucha historia. No convencía. Es mi amigo, pero Galíndez está pegándole un autazo. Galíndez, Richie Kates. Van decir los de ahora: “Che, ¿el Chino Maidana?" Leo: — Maravilla… Príncipi: — Maravilla, Maidana forcejean el décimo lugar. Dicen que en Valderrama los poetas se juntaban para hacer las grandes canciones. Se juntaban a escabiar y se cerraba el boliche por siete días y no se podía siquiera hacer ruido. Los poetas bebían y escribían. Pasaría lo mismo con el décimo lugar. ¿Quién va? ¿Maidana o Maravilla? Leo: — Dame el que vos creés que es el mejor de la historia. Príncipi: — Sugar Ray Robinson. No se discute. ¿San Martín es el argentino indiscutible? Ray Sugar Robinson es San Martín. Leo: — ¿Y el mejor que viste pelear? Príncipi: — El final de Leonard con Lalonde. Leonard herido. Lalonde lo había tirado en el cuarto round, el canadiense. La definición del noveno round no me olvido nunca más. Me gusta decir que estaba ahí, me gusta decir que tengo 68 años y que transmitía a todos esos tipos. No le temo al paso del tiempo. Quién y por qué Leo invitó a Osvaldo a enfrentarse a una situación hipotética y decidir a quién elegiría entre dos de los personajes más recordados de 100% Lucha: Viloni y La Masa. Leo: — ¿A quién elegirías para que te defendiera en una pelea? Se armó la roca, están en Las Vegas, te tenés que plantear de manos, ¿quién va Viloni o La Masa? Príncipi: — Viloni porque creo que es más street fighter, peleador callejero. Leo: — No porque La Masa no pueda. Pero... Príncipi: — No, no, no. La Masa es más un producto de la cultura física. Viloni es un producto de la pelea pura. Leo: — ¿Te daba lo mismo si ganaba Viloni o La Masa a la hora de comentar? Príncipi: — Yo fui más vilonista, pero creo que el mandoble descendente de La Masa y ese efecto que tenía en el bulbo raquídeo y en en el cráneo, fue el golpe más contundente. Leo: — Segunda situación. ¿A quién no le prestarías tu auto? ¿A La Masa o a Viloni? Príncipi: — A Viloni. Creo que lo manejaría como manejó alguna vez el camión de soda Panizza. Leo: — Tercera y última del quién y por qué. ¿A quién dejarías a cargo de tu guardarropa? Imaginate que tenés que ir a una transmisión. Necesitás traje, corbata, estar presentable… Príncipi: — La Masa. La Masa es un elegante. Además, no solo lo cuidaría con su físico. Sino que sería prolijo. La Masa es un galán.
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