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Parana » Informe Digital
Fecha: 20/10/2025 22:56
La competitividad del sector granario argentino, que habitualmente se analiza por el impacto en los ingresos de las restricciones a la exportación como las retenciones, también enfrenta serios problemas desde el lado de los costos de producción. Un informe reciente de Franco Artusso y Tobías Lucero, responsables de la sección agroindustrial del Ieral de la Fundación Mediterránea, puso el foco en esta “dimensión poco explorada en los análisis habituales sobre competitividad agropecuaria”. El estudio, titulado “¿Qué tan competitiva es Argentina para producir granos?”, llevó a cabo una “comparación internacional de precios de insumos agropecuarios” entre Argentina y otros países relevantes de la región y del hemisferio norte, con el objetivo de evaluar la posición del país en materia de costos. La conclusión general es tajante: “la Argentina es más cara en dólares que los otros países en la mayoría de los 13 productos relevados”. En ese marco, el Ieral relevó en septiembre pasado precios de insumos en cinco países: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Estados Unidos. El análisis abarcó trece bienes y servicios agrupados en seis categorías: fertilizantes, herbicidas, fungicidas, transporte de carga, combustible y maquinaria. La comparación internacional de precios de insumos agropecuarios — Ieral Al desagregar la comparación, el informe mostró que la desventaja argentina es significativa frente a sus vecinos: el país resulta “más caro en el 69% de los casos con respecto a Brasil, Uruguay y Paraguay (en los tres casos es más cara en 11 de los 13 productos)”. La brecha se reduce, aunque persiste, frente a la potencia del hemisferio norte, donde Argentina es más cara “en el 54% de los casos con respecto a Estados Unidos (siete productos)”. Aun así, el estudio matiza que, “salvo excepciones, no se observan grandes brechas entre los precios que se pagan en la Argentina con relación al promedio de los otros cuatro países”. En promedio, los fertilizantes resultan “5,8% promedio más caros en la Argentina”, mientras que los herbicidas tienen un costo “un 8,2%” más elevado. Gza. Fertilizar AC De hecho, en promedio los fertilizantes resultan “5,8% promedio más caros en la Argentina”, y los herbicidas presentan un costo “un 8,2%” mayor. Incluso el gasoil grado 2, combustible clave para la maquinaria agrícola, es “un 3% más caro” en Argentina frente al promedio de los países analizados. El informe también consignó hallazgos inesperados: los fungicidas constituyen una excepción a la tendencia general, ya que en ese rubro “la Argentina se ubica un 7,8% más barato que los restantes países”, aunque únicamente supera en precio a Estados Unidos (23 US$/lt vs. 22,3 US$/lt). En maquinaria agrícola los resultados son heterogéneos: el precio de los tractores se sitúa “un 31% por encima del valor promedio de los demás países”, mientras que las cosechadoras muestran una mejor relación costo-beneficio, estando “un 7% por debajo del precio promedio de la región”. En la Argentina, las cosechadoras muestran una mejor performance de costos, situándose “un 7% por debajo del precio promedio de la región”. GOBIERNO DE ARAGÓN – GOBIERNO DE ARAGÓN En ese contexto, el Ieral advirtió que este encarecimiento de la mayoría de los insumos relevados “revela la existencia de distorsiones que encarecen la producción agropecuaria”. El informe detalló varios factores microeconómicos y regulatorios que explican por qué Argentina exhibe precios más altos, incluso en bienes de comercio internacional: “los resabios de las restricciones cambiarias, cargas impositivas acumulativas, regulaciones laborales muy rígidas, elevados costos logísticos internos, menor escala operativa y un contexto de mayor incertidumbre y volatilidad”. En particular, se subrayó el efecto de la presión fiscal sobre la cadena de valor: “Los costos de insumos y equipos agropecuarios locales están exacerbados por impuestos sobre ventas como Ingresos Brutos o tasas municipales sobre facturación de empresas, que otros países no aplican”. Estos tributos, añadieron, al no reconocerse como crédito el gravamen que las empresas pagan en sus compras, generan “un sobrecosto que se traslada a los precios de los bienes a medida que estos recorren la cadena de valor”, provocando el pago de impuesto sobre impuesto. El estudio recomendó avanzar en la sustitución de este tipo de gravámenes por impuestos más neutrales, como el IVA, y promover reformas en otras áreas, lo que podría ser “muy importante para acortar brechas de precios con los países con los que compite la producción local”. Aunque el informe insistió en la necesidad de corregir distorsiones microeconómicas, el Ieral puntualizó que el principal freno a la competitividad no está tanto en los costos como en los ingresos: “en la Argentina los productores enfrentan Derechos de Exportación (DEX) que reducen de forma directa el precio efectivo que reciben por sus productos, lo que tampoco ocurre en los demás países analizados”. Para el Ieral, la actividad agropecuaria argentina compite en el mercado internacional con una “ecuación que sigue desequilibrada: insumos en general más caros y precios de venta más bajos” En suma, para el Ieral la actividad agropecuaria argentina compite en el mercado internacional con una “ecuación que sigue desequilibrada: insumos en general más caros y precios de venta más bajos”. Superar ese “doble castigo” resulta clave para recuperar competitividad y aprovechar plenamente el potencial productivo del sector.
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